Introducción y objetivos
Si bien el riesgo de trastorno depresivo mayor (TDM) aumenta durante la transición menopáusica, la información sobre la eficacia del tratamiento antidepresivo en pacientes que cursan dicha etapa es limitada. Según los resultados de diferentes estudios, la administración de estrógenos puede ser útil en estos casos, aunque la información al respecto es escasa y heterogénea. Además, la administración de estrógenos a largo plazo puede aumentar el riesgo de cáncer de mama, enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular y demencia. Por lo tanto, no se recomienda emplear la terapia estrogénica para tratar a las pacientes perimenopáusicas o posmenopáusicas que sufren depresión.
Los antidepresivos son fármacos de primera línea para tratar la depresión en mujeres perimenopáusicas o posmenopáusicas, pero la información sobre su eficacia es escasa. Por ejemplo, se informó que el escitalopram mejora significativamente el puntaje de la Hamilton Depression Rating Scale (HDRS) en mujeres perimenopáusicas con TDM. La sustancia también fue superior en comparación con la terapia hormonal en mujeres depresivas perimenopáusicas o posmenopáusicas. El inhibidor de la recaptación de noradrenalina y serotonina (IRNS) venlafaxina resultó significativamente útil en mujeres perimenopáusicas, al igual que la duloxetina.
La desvenlafaxina es un IRNS eficaz para el tratamiento de pacientes adultos con TDM. El presente estudio se llevó a cabo con el objetivo de evaluar su eficacia y seguridad en mujeres perimenopáusicas y posmenopáusicas con TDM.
Pacientes y métodos
El estudio fue multicéntrico, aleatorizado y controlado con placebo. Participaron mujeres perimenopáusicas o posmenopáusicas, de 40 a 70 años, que reunían los criterios para el diagnóstico de TDM. Dicha entidad debía tener una duración mínima de 30 días al inicio del estudio. Solo se incluyeron a pacientes con un puntaje inicial en la Montgomery-Asberg Depression Rating Scale (MADRS) mayor o igual a 22.
Las pacientes fueron distribuidas en forma aleatoria para recibir de 100 a 200 mg/día de desvenlafaxina o placebo durante 8 semanas. Luego, se incluyó una fase abierta de continuación. La dosis de desvenlafaxina se aumentó en forma paulatina hasta alcanzar el nivel deseado el día 15 de estudio. En ausencia de tolerabilidad adecuada, se permitió la disminución de la dosis hasta llegar a 100 mg como mínimo.
El parámetro principal de eficacia fue el cambio del puntaje de la HDRS de 17 ítems. Además, se consideró el resultado de las escalas Clinical Global Impressions-Improvement (CGI-I), Clinical Global Impressions-Severity of Illness (CGI-S), MADRS y Hamilton Anxiety Rating Scale (HARS), entre otras herramientas. La seguridad del tratamiento fue valorada según la aparición de eventos adversos, la interrupción motivada por estos y la realización de un examen clínico y de laboratorio.
Resultados
La población con intención de tratar estuvo integrada por 372 pacientes, de las cuales 321 completaron la fase de tratamiento a doble ciego. La dosis media final de desvenlafaxina osciló entre 162 y 175.8 mg/día. No se observaron diferencias significativas entre ambos grupos en cuanto a las características demográficas evaluadas al inicio del estudio.
La administración de desvenlafaxina se asoció con una disminución significativa del puntaje de la HDRS en comparación con la administración de placebo. La diferencia entre ambos grupos fue significativa desde la primera semana de tratamiento, si bien la dosis que recibían las pacientes en dicho momento no era la definitiva. La mejoría significativa se sostuvo hasta la semana 8, tanto para las mujeres perimenopáusicas como para las mujeres posmenopáusicas. Los parámetros secundarios de eficacia también indicaron la superioridad significativa de la desvenlafaxina en comparación con el placebo, al igual que la evaluación de los índices de respuesta y remisión.
La suspensión del tratamiento debido a la aparición de eventos adversos tuvo lugar en el 7.4% y 3.2% de las pacientes tratadas con desvenlafaxina y placebo, respectivamente. El cuadro que motivó un mayor número de interrupciones entre las pacientes tratadas con desvenlafaxina fue la hipertensión arterial. La aparición de eventos adversos se observó en el 85.2% y 75.2% de las pacientes que recibieron desvenlafaxina o placebo, respectivamente.
Los cuadros más frecuentes fueron la xerostomía, la somnolencia, la constipación y la hipertensión arterial, entre otros. Los hallazgos de laboratorio mostraron valores de importancia clínica en 11 de las pacientes tratadas con desvenlafaxina e incluyeron la elevación de la proteinuria, de las enzimas hepáticas o de la glucemia en ayunas y la disminución del hematocrito y de la hemoglobina. En comparación con el grupo placebo, las pacientes tratadas con desvenlafaxina presentaron un cambio significativo en los niveles de fosfatasa alcalina, bilirrubina, gamma glutamil transpeptidasa, colesterol total y LDLc. El 6% de las pacientes tratadas con desvenlafaxina presentaron cambios de los signos vitales potencialmente importantes que incluyeron el aumento de la presión arterial diastólica y la disminución ponderal. La administración del fármaco coincidió con un aumento significativo de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial diastólica y con una disminución ponderal significativa en comparación con la administración de placebo.
Discusión
Los resultados del presente estudio permiten indicar que la administración de desvenlafaxina a corto plazo es eficaz, segura y bien tolerada por las pacientes perimenopáusicas y posmenopáusicas que sufren depresión. Los beneficios mencionados fueron apreciados en comparación con el placebo al considerar el parámetro principal y los secundarios de evaluación, así como los índices de respuesta y remisión. Además, la superioridad significativa de la sustancia pudo apreciarse desde la semana 1 hasta el final del estudio. Los resultados mencionados también se verificaron al analizar a las mujeres perimenopáusicas y posmenopáusicas por separado. Estos hallazgos coinciden con lo informado en otros estudios.
La interrupción del tratamiento con desvenlafaxina fue infrecuente y los eventos adversos asociados con su administración fueron leves a moderados. Si bien en estudios anteriores se informó que la desvenlafaxina provoca náuseas en forma habitual, en el presente estudio dicho cuadro fue más frecuente ante la administración de placebo. El aumento de la presión arterial observado en el grupo que recibió desvenlafaxina coincidió con lo informado en otros estudios. Los autores destacan que, según un análisis conjunto efectuado con anterioridad, la administración de 50 mg/día de desvenlafaxina, dosis recomendada por la Food and Drug Administration, no se asocia con un aumento significativo de la tensión arterial en comparación con la administración de placebo. Además, en estudios anteriores se informó que el tratamiento con dosis mayores de 50 mg/día no brinda beneficios clínicos adicionales, pero aumenta la frecuencia de abandono de la terapia.
De acuerdo con los resultados de estudios efectuados con anterioridad, es posible sugerir que, además de la desvenlafaxina, existen otros IRNS eficaces para el tratamiento del TDM en mujeres perimenopáusicas y posmenopáusicas. No obstante, es necesario realizar estudios adicionales que permitan obtener resultados concluyentes al respecto. Dado que los síntomas vasomotores asociados con la menopausia contribuyen con la aparición de depresión, su tratamiento junto con la resolución del cuadro depresivo mejorará la evolución de las pacientes. A propósito, se informó la eficacia de los antidepresivos IRNS o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) para aliviar los síntomas vasomotores asociados con la menopausia. En el presente estudio, la desvenlafaxina mejoró significativamente el puntaje de la Menopause Rating Scale (MRS), la cual incluye ítems vinculados con los síntomas vasomotores. Es necesario contar con estudios adicionales para obtener conclusiones definitivas al respecto.
Conclusión
El tratamiento a corto plazo de las pacientes perimenopáusicas y posmenopáusicas que presentan TDM con dosis flexibles de desvenlafaxina permite mejorar significativamente el cuadro clínico y se asocia con un buen perfil de seguridad y tolerabilidad.
♦ Artículo redactado por SIIC –Sociedad Iberoamericana de Información Científica