Experiencias de bullying entre los jóvenes

Victimización basada en el peso

Evaluación de la victimización en adolescentes con sobrepeso en busca de tratamiento.

Autor/a: Dres. Rebecca M. Puhl, Jamie Lee Peterson and Joerg Luedicke

Fuente: Pediatrics 2013; 131; e1

De acuerdo con investigaciones recientes, el peso corporal es uno de los motivos más comunes por los que los adolescentes son intimidados en la escuela, con tasas superiores a la intimidación (bullying) por motivos de raza, religión o discapacidad, y comparable a las de los jóvenes que son intimidados debido a su orientación sexual.

Es alarmante que el 84% de los adolescentes en este estudio observaran que los estudiantes con sobrepeso eran objeto de burla en la escuela. Este hallazgo es especialmente preocupante dado que el número de jóvenes con sobrepeso y obesidad ha aumentado sustancialmente en las últimas décadas, y en el 2010, el 32% de los niños de 2 a 19 años de edad en los Estados Unidos se clasificaron clínicamente como con sobrepeso u obesidad. Aunque investigaciones previas y revisiones recientes han vinculado el índice de masa corporal (IMC) del niño con su participación en la victimización, ha habido una evaluación integral limitada de las burlas/intimidación específicamente basadas en el peso (ej., victimización basada en el peso [VBP]), y especialmente en la búsqueda de tratamiento para perder peso en las muestras de jóvenes con sobrepeso.

La VBP plantea una serie de consecuencias negativas para la salud de los jóvenes que la padecen. Específicamente, la VBP puede aumentar el riesgo de comportamientos que contribuyen al aumento de peso (por ejemplo, aumento del consumo de calorías, atracones, conductas de control del peso poco saludables, mayor preferencia por actividades sedentarias, omisión de la clase de educación física [EF]). La VBP también puede tener resultados psicológicos negativos (por ejemplo, baja autoestima, síntomas depresivos, pensamientos y conductas suicidas) y consecuencias académicas (por ejemplo, omisión de la escuela, peor rendimiento académico). La burla/intimidación basada en el peso también puede contribuir al aislamiento social o la baja aceptación por los pares de los jóvenes con sobrepeso. Por lo tanto, la VBP puede obstaculizar el desarrollo social, emocional y académico de los jóvenes, así como exacerbar comportamientos perjudiciales para la salud y asociados con la obesidad.

De acuerdo con la declaración de políticas de la Academia Americana de Pediatría, los profesionales de la salud deben abogar por "el conocimiento del bullying por parte de maestros, administradores de educación, padres de familia y niños." A la luz de la extensión y consecuencias de la victimización en los jóvenes con sobrepeso, los proveedores de atención de la salud tienen un papel importante que desempeñar en la identificación de los jóvenes que están en riesgo y ofrecer apoyo y recursos para ayudar a estos jóvenes eficazmente frente a la VBP y sus consecuencias. También es importante proteger a los niños y adolescentes de  la victimización como parte de los esfuerzos para hacer frente a la obesidad en los jóvenes, que de otro modo puede erosionar la intervención y el tratamiento destinados a mejorar las conductas para un estilo de vida saludable.

Sin embargo, la capacidad de los profesionales para ayudar de manera efectiva a los jóvenes que son más vulnerables puede verse dificultada en ausencia de un conocimiento exacto de los desafíos específicos que enfrentan estos jóvenes, tales como la frecuencia, tipos y autores de la VBP que padecen y de otras características del paciente que pueden aumentar el riesgo de VBP. Es particularmente importante obtener este conocimiento en los jóvenes que buscan tratamiento, ya que los niños obesos pueden ser más propensos a ser objeto de burlas o intimidación, y aquellos con mayor peso informan que las burlas son más perjudiciales, perturbadoras, y frecuentes que en sus pares sin sobrepeso. Además, la relación entre las burlas y el desajuste psicológico es mayor para los jóvenes obesos, y las consecuencias negativas de la victimización pueden ser más pronunciadas en aquellos que buscan tratamiento.

Estudios previos que examinaron muestras de jóvenes con sobrepeso en busca de tratamiento (es decir, los que participan en programas de pérdida de peso) han utilizado sólo una encuesta de pocos ítems para evaluar la presencia/historia de burlas relacionadas con el peso o han confiado en escalas breves, tales como la Escala de Percepción de Burlas así como en otras escalas. La Escala de Percepción de Burlas incluye 6 ítems para evaluar experiencias generales de victimización basada en el peso pero no proporciona un examen de la frecuencia o de las diferentes formas de experiencia de VBP (verbales, relacionales, acoso cibernético o agresión física) o autores (amigos o miembros de la familia). Es necesaria una evaluación más completa de la victimización basada en el peso para obtener un conocimiento preciso de los retos específicos que enfrentan estos jóvenes y que tienen importantes implicaciones prácticas para la identificación de factores que pueden ser abordados en las intervenciones para reducir la VBP y aumentar la conciencia de esta forma de intimidación entre los proveedores de tratamiento, el personal escolar, y el personal del programa.

Para hacer frente a esta brecha de investigación, se desarrolló una medida de auto-reporte para evaluar en profundidad la VBP en los jóvenes, incluyendo sus múltiples formas, ambientes comunes donde se produce la VBP, autores frecuentes de la VBP, y la frecuencia de estas experiencias. Originalmente ensayada en una gran muestra comunitaria de estudiantes secundarios, esta medida todavía no ha sido probada en una muestra que busca tratamiento para perder peso. Dado el aumento del riesgo de victimización de estos individuos y sus consecuencias negativas, el presente estudio tuvo como objetivo evaluar la VBP en una muestra de búsqueda de tratamiento. Para el conocimiento de los autores, este estudio proporciona el primer examen integral de la VBP en una muestra de adolescentes que busca tratamiento.

Métodos

Participantes
El objetivo de la muestra fueron los adolescentes (edad 14-18 años) matriculados en 1 de 2  programas de pérdida de peso para jóvenes: el Campamento Wellspring o el Campamento Shane. Los programas fueron seleccionados por su gran inscripción, sus numerosas instalaciones y su participación en todos los Estados Unidos. Cada programa envió mediante correo electrónico un folleto de reclutamiento para los padres de los jóvenes matriculados en la primavera del 2011. Los participantes proporcionaron su consentimiento informado por escrito, y si tenían menos de 18 años de edad, también se requirió el consentimiento parental pasivo. El estudio fue aprobado por los directores de cada programa y por la Junta de Revisión Institucional de la universidad de los autores.

Los datos fueron recolectados vía internet a través de encuestas de auto- reporte dirigidas a los campistas inscriptos en ese momento. Para el Campamento Shane, 1025 correos electrónicos fueron recibidos y vistos por los participantes potenciales, y 400 campistas de las Academias Wellspring recibieron mensajes de correo electrónico sobre la encuesta. De los participantes que comenzaron el estudio (N = 550), una parte de los mismos no proporcionaron su consentimiento (n = 38) o no lo finalizaron (n = 123), lo que resultó en una tasa de realización del 70,7% y una tasa de respuesta efectiva del 27,3%. Esta tasa de respuesta se aproxima a evaluaciones previas basadas en la web del bullying en adolescentes y está dentro del rango esperado para encuestas vía mail bien conducidas sin contacto de seguimiento. Se excluyeron los participantes con edad < 14 años o > 18 años (n = 7),  con bajo peso (n =15), o que no hablaban inglés (n= 6). Los participantes del Campamento Shane (76%) y de las Academias Wellspring (23%) estuvieron representados en la muestra final (N = 361). Las experiencias de VBP reportadas no eran significativamente diferentes según el programa, y por lo tanto las muestras se agruparon. Varias características demográficas de los participantes diferían entre los programas. Por lo tanto, el IMC, el sexo, la edad, la raza y una variable binaria especificando el campo del programa  se incluyeron como variables predictivas en los análisis de regresión.

Medidas

Información Demográfica
Los participantes informaron su edad, sexo, raza/etnia, y el rendimiento académico. Se recogió la altura y el peso por auto-reporte para calcular el IMC. Se calcularon los percentilos del IMC con respecto a la edad y el sexo en base a las curvas de crecimiento de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, y luego se clasificaron de acuerdo a las categorías de peso (por ejemplo, peso saludable, sobrepeso, obesidad). Dado que el IMC en los jóvenes puede ser diferente según el sexo y a que varios participantes no informaron su sexo (n = 57), se calculó el IMC para los participantes con falta de información sobre el género tanto como si fueran varones o mujeres. Si la categoría de peso del participante cambiaba en base a la clasificación por sexo, entonces la categoría del IMC no fue registrada (n = 8). 

Experiencias de VBP
Se evaluó la naturaleza y extensión de la VBP con un cuestionario adaptado de Puhl y col. Los participantes fueron provistos con una definición detallada de intimidación o bullying, seguida por las siguientes preguntas:"¿Alguna vez ha sido molestado o intimidado debido a su peso en la escuela?" (1 =sí, 2 = no); "¿Cuántas veces ha sido agredido o burlado debido a su peso en la escuela durante el año pasado?" (1 = nunca a 5 = muy a menudo), y "¿Cuánto tiempo ha sido objeto de burlas o acoso debido a su peso en la escuela?" (1 = < 1 mes a 6 = ≥ 5 años).

Las preguntas de la encuesta luego evaluaron las burlas debido a otros factores (por ejemplo,  raza, religión, sexualidad) y los frecuentes perpetradores de VBP ("pares", "amigos", "maestros", "profesor de educación Física [EF]/ entrenador deportivo", "padres o parientes", o "yo no sé quién es la persona"). Para evaluar las formas específicas de VBP experimentadas por los adolescentes, se les preguntó a los participantes con qué frecuencia durante el último año ("nunca" hasta "muy a menudo") habían experimentado diferentes tipos de victimización en la escuela, específicamente atribuibles a su peso corporal. Los ítems evaluaron los tipos de burlas verbales, agresión física, victimización relacional, y acoso cibernético. Esta medida mostró una fiabilidad muy buena (α = 0.94). También se les pidió a los participantes que informaran la frecuencia ("nunca" hasta "muy a menudo") con la que habían experimentado VBP en lugares específicos y a través de la tecnología (es decir, en la computadora o teléfono celular) en la escuela.

Por último, la evidencia preliminar de la investigación con jóvenes que buscan tratamiento para perder peso documentó una relación negativa entre el IMC materno y la autoestima y las habilidades de adaptación del niño. Por lo tanto, también se evaluó la percepción del estado de peso de los padres: "¿Cuál de las siguientes describe mejor el peso de su madre/padre biológico?" ("muy bajo peso", "bajo peso", "peso justo y necesario", "sobrepeso", "mucho sobrepeso", y "no lo sé"). Debido a la cobertura escasa, los puntos "sobrepeso"/"mucho sobrepeso" y "muy bajo peso"/"bajo peso"/"peso justo y necesario" se reagruparon, lo que resultó en variables binarias para la madre y el padre. Estas dos variables binarias luego se combinaron en una variable con 3 categorías: 0, 1, o ambos padres con sobrepeso /mucho sobrepeso.

Análisis estadístico
Los datos se analizaron utilizando técnicas descriptivas para documentar las experiencias de VBP. Además, se utilizaron modelos de regresión para estimar los efectos de las características individuales en 2 de las principales medidas de resultado del estudio (es decir, el riesgo y la frecuencia de VBP). Se utilizaron modelos de regresión linear para predecir la frecuencia de VBP, tanto para la frecuencia general como tipo específica y se utilizó un modelo de regresión logística para predecir la probabilidad de haber experimentado VBP. Los predictores fueron los mismos en todos los modelos e incluyeron el estado del peso de los adolescentes y sus padres, así como características socio-demográficas tales como la edad, sexo, raza/etnia, y calificaciones. Se incluyó una variable binaria indicando la pertenencia al campamento como un variable de control. En un análisis separado, se utilizó un modelo de regresión logística de base cúbica (sin covariables) para explorar el efecto no lineal del IMC en el riesgo de VBP. Para evitar el sesgo de selección en los modelos en los que se incluyó el sexo, los datos de sexo faltantes fueron imputados mediante el uso de imputación múltiple (M= 20). Los análisis se realizaron utilizando Stata versión 11.2 (Stata Corp, College Station, TX).

Resultados

Características de los participantes

De 361 participantes, el 40% eran mujeres y el 44% eran varones (16% no informado). La media ± DE de edad fue de 15,79 ± 1,28 años. Los participantes se encontraban actualmente en 7° u 8° (12%), 9° (27%), 10° (23%), 11° (17%), o 12° (21%) grado. La mayoría de los participantes se auto-reportaron como blancos (71%), siendo el 18% restante negros/afroamericanos, 6% americanos/ hispanos, 2% asiáticos/de las Islas del Pacífico, y 3% otros. Los estudiantes informaron recibir calificaciones en su mayoría A (38%) y B (40%), seguido por mayoría de calificaciones C (19%), de calificaciones D (3%), y mayoría de calificaciones F (0%). El 34% de los encuestados tenía un peso saludable, el 24% tenía sobrepeso y el 40% eran obesos. En comparación con las últimas estimaciones de EE.UU., esta muestra contenía más jóvenes con sobrepeso y > 2 veces la tasa actual de obesidad en la juventud. Fue inesperado que el 34% de la muestra reportara tener un IMC dentro del rango de peso saludable. Sin embargo, los administradores de los programas confirmaron que una parte de los inscriptos había experimentado una pérdida de peso significativa y volvió al campamento para ser ayudado con el mantenimiento de la pérdida de peso.

Victimización basada en el peso (VBP)

Resultados descriptivos
La mayoría de los participantes reportaron haber experimentado VBP (64%). Los resultados presentados aquí pertenecen exclusivamente a los participantes que reportaron haber experimentado VBP, a menos que se indique lo contrario.

Frecuencia y duración
La mayoría de los jóvenes (71%) reportaron haber experimentado VBP por lo menos "a veces" en la escuela en el último año. Los adolescentes también informaron una larga historia de VBP; casi 4 de 5 participantes informaron VBP con duración de > 1 año, y más de un tercio había experimentado VBP durante ≥ 5 años. Sólo el 10% de los adolescentes informaron un inicio reciente de VBP en los últimos 6 meses.

Perpetradores
Más del 90% de los participantes informó que sus compañeros habían sido los autores de la VBP seguido por el 70% que reportó bromas/intimidación por parte de sus amigos. Los pares masculinos (89%) y femeninos (86%) fueron reportados como autores, siendo menos frecuentemente los amigos (hombres: 69%, mujeres: 64%). Las personas cuyas identidades se desconocían también fueron comúnmente reportados como autores (55%), seguidas de un porcentaje considerable de participantes que informaron VBP por parte de los adultos, incluyendo profesores de educación física/entrenadores deportivos (42%), padres (37%), y maestros (27%).

Tipos de victimización
La victimización verbal fue la forma más común de VBP reportada en la escuela (75%-88%), seguida por la victimización relacional (74% -82%). Más de la mitad de los participantes reportaron bullying basado en el peso a través de la web, a saber, el 61% había experimentado mensajes  hostiles o embarazosos en la línea, y el 59% había recibido mensajes de texto, correos electrónicos o mensajes instantáneos ofensivos. La victimización física se informó con menos frecuencia, aunque siguió siendo prevalente (33% - 61%).

Locaciones
La VBP se observó más frecuentemente en ambientes generales de grupo, incluyendo el aula (80%), las escaleras/pasillo (77%), y la cafetería (70%). Los lugares relacionados con el deporte como el gimnasio, la clase de educación física, la práctica deportiva o el campo de deportes (73%) y los vestuarios/cuartos de baño (65%) también fueron reportados por la mayoría de los participantes. Más de la mitad de los jóvenes informó haber experimentado VBP a través de la computadora (65%) o por teléfono (58%).

Burlas debido a otros factores
Después del peso corporal, el motivo más comúnmente reportado para ser objeto de burla/ intimidación fue la apariencia (89%), y el 65% de los participantes informó este tipo de bromas/intimidación al menos algunas veces. Los adolescentes también fueron a menudo objeto de burlas por razones que no guardaban relación con ellos mismos, como los amigos (74%) o alguien con quien estaban de novios (65%). Las razones menos frecuentemente señaladas de  burlas/intimidación incluyeron la religión (24%), la discapacidad (17%), y la sexualidad (15%).

Análisis de regresión

Riesgo de VBP
Con el aumento del peso corporal, los participantes fueron más propensos a reportar VBP. Los adolescentes con peores calificaciones (sobre todo C y D) también tuvieron más probabilidades de experimentar VBP. Los reportes de los participantes indicaron que el 50% de sus madres y el 46% de sus padres tenían sobrepeso. El riesgo de reportar VBP fue significativamente mayor para los jóvenes con 2 padres con sobrepeso en comparación con los jóvenes sin padres con sobrepeso. Los adolescentes con un peso saludable según el IMC también estuvieron en riesgo de VBP. El riesgo de ser víctimas debido al propio peso fue menor a 1 DE por debajo de la media de referencia de la población, y aumentó considerablemente después de este punto, alcanzando eventualmente una probabilidad de casi el 100% en los encuestados con los IMC más altos. Estos análisis se realizaron utilizando la muestra completa de adolescentes.

Tipos de victimización
Los tipos registrados de VBP fueron luego examinados de acuerdo con las características de los participantes. Los modelos de regresión linear indicaron que la frecuencia de los diferentes tipos de VBP o de la VBP total se mantuvo similar para todas las características de los participantes con algunas excepciones. Los estudiantes obesos reportaron más burlas verbales en comparación con sus compañeros sin sobrepeso y los estudiantes con calificaciones más bajas informaron más bullying verbal, físico y cibernético en comparación con los estudiantes con calificaciones en su mayoría A.

Discusión

Para el conocimiento de los autores, el estudio actual es el primero en llevar a cabo una evaluación en profundidad de las experiencias de VBP en jóvenes que buscan tratamiento para perder peso. Los resultados indican que estos adolescentes son blancos frecuentes de múltiples formas de VBP en muchos lugares de la escuela. También es preocupante que estos resultados sugieran que la VBP puede ser prácticamente inevitable para los jóvenes con mayor sobrepeso, y que estos jóvenes tienen probabilidades de ser objeto de victimización por un período extenso de tiempo.

Varios hallazgos adicionales a partir del presente estudio pueden ser motivo de preocupación. En primer lugar, los compañeros fueron reportados como perpetradores extremadamente  comunes de VBP en el ámbito escolar, pero llama la atención que más de la mitad de la muestra también informó de la intimidación por parte de individuos desconocidos. Dado que más de la mitad de los participantes informaron experimentar VBP a través de teléfonos celulares o computadoras, es probable que individuos desconocidos sean ciber-acosadores que utilizan la tecnología para conservar su anonimato. Los jóvenes pueden sentirse cada vez más vulnerables con un acosador desconocido o experimentar mayor angustia psicológica (es decir, síntomas depresivos, ideación suicida, autolesiones, intentos de suicidio) si están sujetos a ciberbullying además de otras formas de intimidación.

En segundo lugar, es de considerable preocupación el alto porcentaje de adolescentes (37%) que reportó VBP por parte de sus padres. La investigación indica que las burlas basadas en el peso de múltiples fuentes (por ejemplo, compañeros y padres de familia) pueden asociarse con un aumento de los problemas de salud emocional en los jóvenes. Al tratar a un niño con sobrepeso u obesidad, la intervención clínica implica interacciones con los padres del niño para dotarlos de las herramientas para mejorar la salud de su hijo, así como la de toda la familia. Como parte de estos esfuerzos, los hallazgos de los autores destacan la necesidad de los profesionales de educar a los padres acerca de la VBP y ofrecerles estrategias apropiadas para abordar el peso del niño con sensibilidad y apoyo. Incluso los padres con buenas intenciones pueden inadvertidamente criticar o burlarse de los niños con sobrepeso de formas que son extremadamente dañinas.

Para los jóvenes que son víctimas de bullying en la escuela y en el hogar, los profesionales de la atención médica pueden ser uno de sus únicos aliados restantes. Por lo tanto, los profesionales de la salud pueden ser especialmente útiles para promover estrategias de afrontamiento adaptativo (por ejemplo, diálogo interno positivo, apoyo social, enfrentamiento focalizado en el problema) durante las consultas con los jóvenes que son objeto de VBP.

En tercer lugar, los jóvenes fueron frecuentemente burlados/intimidados por personas asociadas a ellos, incluyendo amigos (74%), parejas (65%), y miembros de la familia (32%). En base al hallazgo de los autores de que tener 2 padres con sobrepeso aumenta el riesgo de VBP en los jóvenes, es posible que la juventud pueda estar experimentando un sesgo de proximidad (como discutieron Hebl y Mannix); es decir, el estigma de la obesidad se extiende a los individuos estrechamente asociados con una persona obesa. Investigaciones futuras deberían examinar si el peso corporal de un familiar, un amigo, o de la pareja aumenta la probabilidad de victimización del adolescente.

Por último, los resultados de los autores sugieren que los jóvenes con sobrepeso previo que han perdido peso y aquellos cuyo IMC se encuentra actualmente en el rango de peso saludable pueden seguir siendo vulnerables a la VBP, lo que se alinea con investigaciones recientes que indican que las mujeres anteriormente obesas experimentan un estigma continuo después de la pérdida de peso. De este modo, los profesionales deben ser conscientes de que el riesgo de VBP puede estar presente para los jóvenes de diversos pesos corporales y no sólo para aquellos que tienen actualmente sobrepeso u obesidad.

Una limitación principal de este estudio es su formato de auto-reporte. Este formato puede introducir un sesgo en la información sobre las experiencias de victimización percibidas, así como en la información del peso y la altura. Sin embargo, investigaciones anteriores han demostrado generalmente una concordancia alta entre los informes de victimización del niño y maternos, y entre los auto-reportes de datos de peso y altura y los valores medidos de peso y de altura entre los adolescentes. Por último, no se evaluó el nivel socioeconómico del participante, y por lo tanto no se sabe si esta muestra representa excesivamente a individuos con los medios financieros para asistir a dicho programa.

Conclusiones

Los resultados de los autores muestran que los adolescentes que buscan tratamiento para perder peso experimentan tormentos permanentes basados en el peso de parte de compañeros y adultos, lo que tiene importantes implicaciones para la intervención clínica y el tratamiento de esta población. Los pediatras, el personal de la escuela, y el personal de programas pueden ayudar a estos jóvenes buscando signos de burlas, intimidación, o de angustia psicológica asociados como la depresión y la ansiedad, identificando si la juventud tiene un sistema de apoyo para hacer frente a la VBP, compartiendo las preocupaciones sobre el bullying con los padres, y asistiendo en los esfuerzos para obtener servicios de salud mental u otros recursos para los jóvenes que necesitan apoyo. Con el reconocimiento creciente de la VBP, los profesionales pueden desempeñar un importante papel en ayudar a reducir el impacto del daño de la victimización sobre la calidad de vida de los jóvenes que luchan con su peso.

Comentario: La victimización o bullying es cada vez más frecuente entre niños y adolescentes, impactando notoriamente en la calidad de vida de los mismos. A pesar de que la escuela suele ser el ambiente más frecuente para las burlas e intimidación, el propio hogar también puede  ser fuente de este tipo de maltrato. Resulta fundamental que los profesionales de la salud, del sector educativo y las familias tengan conocimiento sobre el bullying, sus características y ambientes donde se produce, a fin de aunar esfuerzos para evitar o disminuir el impacto de la victimización en la salud física y mental de los niños.

♦ Resumen y comentario objetivo: Dra. María Eugenia Noguerol