Alimentación consciente

Influencia de la atención y la memoria en la ingesta de alimentos

Una intervención de alimentación consciente puede ayudar a las personas a limitar el consumo de alimentos sin tener que restringir la ingesta.

Autor/a: Dres. Eric Robinson, Paul Aveyard, Amanda Daley, Kate Jolly, Amanda Lewis, Deborah Lycett, and Suzanne Higgs

Fuente: Am J Clin Nutr 2013 97 : 728 - 742

Introducción 

Existen varios programas conductuales eficaces para ayudar a perder peso pero con su aplicación la pérdida de peso promedio tarda algunos meses, debido probablemente a que la adherencia a la restricción gradual de la dieta se desvanece, siendo la norma la recuperación posterior del peso. Esto puede deberse en parte a que muchos programas de descenso de peso se basan en mantener el control estricto de la ingesta de alimentos y en la vigilancia de los procesos objetivos.

Para ayudar a las personas que tratan de adelgazar o mantener la pérdida de peso lograda es posible desarrollar estrategias simples que no dependen en la estricta vigilancia de la ingesta calórica. Se ha acumulado evidencia que indica que los procesos cognitivos, tales como prestar atención a los alimentos y su codificación y recuperar los recuerdos de los alimentos ingeridos recientemente, tienen un papel importante en el apetito, por su influencia sobre la cantidad de comida y el intervalo  entre las comidas. Esto plantea la posibilidad de que las intervenciones para la “alimentación consciente” dirigidas a esos procesos cognitivos podrían ser eficaces para ayudar al adelgazamiento, sin necesidad de un monitoreo estricto de las calorías.

Por ejemplo, evitar la distracción y prestar más atención al alimento que se está comiendo, junto con la simple memorización de los alimentos consumidos en la comida anterior, podrían disminuir el consumo de alimentos en la próxima comida. Una teoría es que estos procesos sirven para mejorar la recuperación de los recuerdos de los alimentos consumidos, información que es utilizada luego al decidir cuánto comer.

Ya existen estrategias cognitivas para la pérdida de peso:

• Entrenamiento mental
• Comer con lentitud
• Promocionar la habituación a los alimentos

Pero los autores creen que esto puede ser en parte eficaz porque se incorporan aspectos de la "alimentación consciente”.

El entrenamiento de la atención plena se centra en las técnicas y ejercicios que modifican el deseo de experimentar pensamientos, sentimientos y sensaciones difíciles en lugar de tratar de evitarlos o controlarlos.  Por lo tanto, la adopción de un enfoque más consciente para comer podría reducir la distracción proveniente de emociones negativas y dejar de lado las conductas que normalmente evitan la alimentación consciente.

Del mismo modo, comer lentamente y aplicar las estrategias que reducen la ingesta calórica y que ayudan a la pérdida de peso puede aumentar la atención que se presta a los alimentos y mejorar la codificación del recuerdo de los alimentos, aumentando la exposición a los estímulos alimentarios.

Sin embargo, estos enfoques pueden tener efectos adicionales como el aumento de la autoestima en el caso de las terapias de atención plena, el aumento del control externo de la alimentación en el caso de las intervenciones para una alimentación lenta y las estrategias habitacionales. 

Objetivo

El objetivo de este estudio fue examinar si el proceso cognitivo influye en la cantidad de alimentos ingeridos en la comida inmediata o en las posteriores.

Diseño

Revisión sistemática de estudios que examinaron experimentalmente el efecto que la manipulación de la memoria, la distracción, la consciencia o la atención tiene sobre la ingesta alimentaria.

Resultados

Se revisaron 24 estudios. La evidencia indicó que la distracción al comer produjo un aumento moderado de la ingesta inmediata pero dicho aumento fue mayor en las comidas posteriores. El efecto de la distracción sobre la ingesta inmediata pareció ser independiente de la restricción alimentaria. El mejoramiento del recuerdo de los alimentos consumidos redujo la ingesta posterior pero su efecto puede depender del grado en que los participantes tienden a comer en forma desinhibida. La eliminación de la información visual sobre la cantidad de alimento ingerido durante una comida aumentó la ingesta inmediata. Es posible que la mejora de la atención prestada al alimento que se está ingiriendo no afecte la ingesta inmediata.

Comentarios

Resumen de las principales conclusiones
A partir de los 24 estudios analizados, la evidencia de alta calidad recogida indica que la alimentación consciente  influye en la ingesta de los alimentos. Los resultados indican que la reducción de la atención -derivada de la distracción durante las comidas- puede aumentar el consumo inmediato, aunque la magnitud de tal efecto es menor que el efecto que la distracción produce en el consumo alimentario posterior.

El mejoramiento de la memoria de los alimentos consumidos disminuye moderadamente la ingesta posterior.

La menor atención prestada a los alimentos consumidos aumenta en gran medida la ingesta  inmediata.

No se observó ningún efecto sobre el consumo inmediato derivado del aumento de la atención sobre los alimentos consumidos, aunque esto puede deberse a los métodos utilizados.

Los autores expresan que hay que tener en cuenta que las conclusiones provienen de estudios variables y en algunos casos pequeños, aunque sus resultados coinciden con los de todos los tipos de estudios.

Variables moderadoras

Como resultado de la aplicación de estímulos de distracción, tanto los comensales con dieta restringida como los que seguían una dieta no restringida aumentaron la ingesta en la comida inmediata. Esto indica que la distracción puede aumentar el consumo, independientemente de los intentos conscientes de restricción. Cierta evidencia indica que, como resultado del mejoramiento de la memoria, los comensales muy desinhibidos tenían menos probabilidad de disminuir el consumo de alimentos que los participantes con un grado bajo de desinhibición. Se ha sugerido que esto puede deberse a que esos individuos prestan menos atención a la comida o recuperan menos recuerdos de los alimentos.

Comida y memoria episódica

Los estudios revisados apoyan la hipótesis de que el recuerdo de los alimentos consumidos puede ser la base de la influencia ejercida por la alimentación consciente.

Los resultados combinados de los estudios sobre la memoria mostraron que el mejoramiento de la memoria de los alimentos consumidos disminuye la ingesta posterior. 

Dentro de estos de datos agrupados, los estudios individuales mostraron que la ingesta de alimentos se redujo reforzando la memoria a través de la estimulación de los participantes para que recuperen el recuerdo de las comidas pasadas.

Un estudio anterior mostró que la manipulación para mejorar la representación de la memoria mejoró los recuerdos y redujo la ingesta de alimentos.

El hallazgo de que la distracción y la disminución de la atención aumentaron el consumo de la comida inmediata también puede ser explicado teniendo en cuenta la representación de la memoria. Ambos escenarios desvían la atención de los alimentos, lo que puede llegar a reducir el recuerdo de cuánto se ha comido en esa comida y provocar el consumo en exceso posterior. Por ejemplo, en un estudio, el aumento de la ingesta fue el resultado de la reducción de la atención asociada a una estimación menos exacta de la cantidad de alimento ingerido.

Los autores también comprobaron que la distracción ejerce una influencia mayor sobre la ingesta posterior que en la ingesta inmediata. Esto podría significar que el mayor efecto en la ingesta proviene de la distracción ya que el recuerdo de aquella comida se desvanece. Esto coincide con el hallazgo de que el recuerdo de la comida solo disminuyó la ingesta unas pocas horas después de la comida, cuando la memoria de esa ingesta pudo haberse desvanecido.  Los autores sugieren que la memoria episódica alterada de una comida explica porqué más tarde la ingesta aumenta como resultado de la distracción, pero también deben tenerse en consideración otros procesos.

La distracción puede interrumpir la habituación a las cualidades de recompensa de un alimento en particular, posiblemente a través de las alteraciones del recuerdo asociado a los alimentos. Sin embargo, esta explicación parece poco probable para explicar los efectos de la distracción en la ingesta posterior, ya que durante la distracción y más tarde se consumieron alimentos diferentes.

Los autores hallaron también que la medida en la cual los individuos restringen su consumo para evitar el aumento de peso no modera la influencia que tiene la distracción sobre la ingesta alimentaria inmediata. Esto sugiere que la influencia principal de la distracción no se hace a través de los procesos que alteran la autorregulación.

En conjunto, esto indica que los efectos de los estímulos de distracción como la televisión, que aumentan la ingesta calórica total, están probablemente más relacionados con los efectos posteriores que con los efectos durante una comida, como es ampliamente considerado.

Existe evidencia de calidad de que los procesos mnésicos influyen en la ingesta de los alimentos, y esto coincide con la evidencia de que los individuos que son incapaces de formar recuerdos episódicos por daños en el hipocampo tienen el apetito alterado.

Sin embargo, no está claro cuáles son los aspectos importantes de la memoria. La intensidad de las imágenes  de la memoria, el recuerdo del alimento ingerido y el recuerdo de las calorías consumidas se asociaron con cambios en la ingesta alimentaria. Una posibilidad es que en la toma de decisiones para comer, las personas aprovechen la información proveniente de la memoria en relación con el poder de saciedad que tienen la mayoría de los alimentos consumidos recientemente. Si se recuerda que la última comida ha conseguido saciar, este recuerdo tiene un efecto inhibidor sobre la ingesta futura.

Usando los recuerdos de la comida de esta manera para tomar decisiones informadas en cuanto a la ingesta alimentaria futura permite a los individuos aplicar su amplia experiencia en el aprendizaje del poder de saciedad que tienen los alimentos, y predecir las consecuencias de una alimentación adicional.

Los recuerdos de la comida también pueden ser necesarios para interpretar las señales del estado interno asociado con la ingesta de alimentos, asignando señales interoceptivas a la comida reciente.

Conceptos cognitivos en el control del apetito

Estos hallazgos son importantes porque ponen de manifiesto un papel crítico de los procesos cognitivos en la comida, y el potencial para desarrollar nuevas intervenciones para el control del peso, basadas en la cognición dirigida a los alimentos. .

Los autores sostienen que los recuerdos de las comidas proporcionan un medio eficaz para utilizar la información sobre los efectos fisiológicos de los alimentos antes consumidos y predecir las consecuencias del consumo adicional, y así evitar los efectos adversos del consumo excesivo.

Este enfoque proporciona un puente conceptual entre los mecanismos implicados en la detección y asimilación de los nutrientes y las regiones superiores del cerebro involucradas en la toma de decisiones. Esto es importante ya que los enfoques tradicionales para el control del apetito consideran a los controles fisiológicos y cognitivos de la alimentación como algo separado de los componentes completamente integrados de un mismo sistema, tal vez por la poca comunicación que ha habido entre los investigadores interesados en la comprensión de los controles fisiológicos de la comida y aquellos que trabajan en el control cognitivo. También hay consecuencias para comprender las relaciones entre la comida y la cognición.

La evidencia analizada aquí, dicen los autores, sugiere que la ingesta de alimentos está influenciada por los procesos que restablecen la memoria y la atención, y esa evidencia, asociada a la evidencia recientemente hallada de que las dietas occidentales dañan las estructuras cerebrales que son importantes para el aprendizaje y la memoria, se puede pensar que la relación entre la cognición y la comida es bidireccional.

El consumo de una dieta con elevado contenido de grasa y azúcar puede tener efectos perjudiciales en el hipocampo, lo que tiene consecuencias en la función mnésica y el control del apetito, estableciéndose un círculo vicioso que mantiene el consumo excesivo de alimentos.

Uso clínico y desarrollo de una alimentación consciente

Estos resultados sugieren que las estrategias conductuales para fomentar que las personas presten más atención a lo que comen podrían ayudar a regular el consumo de alimentos. Los autores no hallaron evidencia en los estudios que probaron el uso de estrategias para una alimentación consciente en una intervención o un marco aplicado. Los hallazgos sugieren cuatro principios que pueden ayudar a controlar la ingesta mediante el desarrollo de estrategias de comportamiento:

1) Comer sin estímulos distractores
La evidencia indica que la distracción influye más tarde en la memoria de los alimentos consumidos y la ingesta de calorías, pero pueden existir algunas cuestiones prácticas relacionadas con la aplicación de este principio. Por ejemplo, comer con otras personas podría ser una fuente de distracción y se ha demostrado que en algunos contextos el consumo de calorías es mayor, sin embargo comer con los demás también tiene beneficios, porque se cree que las comidas familiares son importantes para adoptar hábitos de alimentación saludables. Más realistas pueden ser las  instrucciones para evitar comer mientras se mira televisión. Debido a que muchas veces el tamaño de las porciones se planea con anticipación, no siempre la distracción se acompaña de un aumento de la ingesta durante esa comida.

2) Antes de comer, evocar el recuerdo de los alimentos consumidos previamente
En los estudios revisados, los métodos de laboratorio como el repaso mental de los alimentos ingeridos y el mejoramiento de la memoria redujeron la ingesta de alimentos, pero se debe considerar practicar su uso fuera del laboratorio. Es necesario desarrollar estrategias que permitan recordar, antes de comer, los alimentos que se han consumido previamente, siendo esto más conveniente que escribir durante 5 minutos lo que se ha ingerido durante el día.

3) Ser consciente de los alimentos que se consumen y 4) mejorar la memoria de los alimentos consumidos
El repaso mental de los alimentos ingeridos o la aplicación de estrategias visuales de los alimentos antes consumidos podrían mejorar la memoria de los alimentos consumidos. De manera similar, instruir a las personas para que solo dispongan de recipientes de comida u otras señales de los alimentos ingeridos al final de una comida, y no durante, podría ayudar a evitar la disminución de la atención de los alimentos que se consumen.

Los enfoques basados en estos principios pueden requerir el desarrollo de estrategias de comportamiento complejas con el apoyo de técnicas para el cambio de conductas, en el caso de incluirse en un programa clínico o establecer una intervención de alimentación consciente autónoma. Es evidente que algunas de estas sugerencias requieren que las personas se comporten de una manera que, por empezar, puede no ser natural, de modo que esto requerirá que se hallen herramientas para animar a la gente a desarrollar estas estrategias hasta que se convierten en hábitos.

Enfoque combinado

Una intervención de alimentación consciente puede ayudar a las personas a limitar su consumo de alimentos sin tener que restringir la ingesta. Esto puede ser particularmente útil para los individuos que tratan de mantener su pérdida de peso. Debido a que los datos revisados aquí fueron de estudios experimentales, los autores admiten tener poco conocimiento de los efectos a largo plazo de estas influencias sobre la ingesta de alimentos. Sin embargo, dicen, la magnitud del efecto observado indica que si se replican en el tiempo, estos hallazgos tendrían importancia clínica.

Construcción de la evidencia clínica

Debido a que la mayoría de los estudios incorporaron personas con un índice de masa corporal medio en un rango saludable, es importante examinar si esos efectos también se observan en personas con sobrepeso (porque ésta es la población más importante).

La cantidad de comparaciones para algunos subgrupos en el metaanálisis fueron relativamente pocas, de manera que es necesario realizar más estudios para aumentar la confianza en los patrones de los resultados observados. Por ejemplo, el análisis del efecto de la distracción sobre la ingesta posterior se hizo en 4 estudios, contribuyendo con 6 comparaciones.

Aunque los autores observaron un gran tamaño del efecto y resultados altamente significativos en muchos análisis de subgrupos, también se requieren estudios adicionales. En los estudios revisados, las pruebas de los mecanismos de acción fueron limitadas. Se requieren más estudios para desentrañar las causas subyacentes y brindar más evidencia del papel del recuerdo de las comidas realizadas para explicar los resultados informados en el presente artículo.

Conclusiones

La evidencia indica que la alimentación consciente puede influir en la ingesta de alimentos y la incorporación de sus principios en las intervenciones puede ayudar a la pérdida y el mantenimiento de peso sin la necesidad de contar las calorías.

♦ Traducción y resumen objetivo: Dra. Marta Papponetti