Introducción y objetivos
Una de las complicaciones de las intervenciones coronarias percutáneas (ICP) es el daño o el infarto del miocardio en el sitio quirúrgico. Esta complicación se asocia con el aumento de la liberación de troponina I (TnI) durante el período posquirúrgico. Hasta el momento no existe consenso acerca de las consecuencias pronósticas a largo plazo del infarto de miocardio durante o después del procedimiento, aunque se informó una relación entre la incidencia y la gravedad del infarto y la mortalidad a largo plazo. Otros autores sugirieron que el aumento del nivel de TnI, aunque sea leve, aumenta el riesgo cardiovascular. En consecuencia, los autores del presente estudio propusieron que la prevención del daño miocárdico se asocia con la mejoría de la evolución de los pacientes sometidos a una ICP.
Los resultados de estudios aleatorizados permiten indicar que la administración de dosis elevadas de atorvastatina o rosuvastatina se asocia con la disminución del daño miocárdico y con la mejoría de la evolución clínica a corto plazo. De todos modos, no se cuenta con datos concluyentes acerca de los efectos de las estatinas sobre la liberación de biomarcadores.
El presente estudio se llevó a cabo con el objetivo de conocer el efecto de la administración de rosuvastatina sobre la liberación de TnI en pacientes evaluados mediante angiografía coronaria que luego recibieron tratamiento mediante ICP.
Pacientes y métodos
El estudio multicéntrico, internacional y aleatorizado Rosuvastatin Pretreatment Influences the Risk of Percutaneous Coronary Intervention (TIP 3) se llevó a cabo en 1.752 pacientes con enfermedad coronaria estable y resultados negativos ante la determinación de los niveles de TnI que fueron evaluados mediante angiografía coronaria. En total, 445 pacientes que presentaban una lesión de novo fueron distribuidos para recibir, o no, rosuvastatina antes de la ICP. Los pacientes que ya recibían tratamiento con estatinas fueron tratados con rosuvastatina, de igual modo que los sujetos que no recibían dicho tratamiento.
El nivel plasmático de TnI fue evaluado inmediatamente antes de la ICP y luego de 6 a 12 horas y 16 a 24 horas del procedimiento. En presencia de niveles elevados de TnI luego de la ICP se midieron otros marcadores. Además, los pacientes fueron divididos en dos grupos según el nivel de proteína C-reactiva obtenido antes del tratamiento con rosuvastatina. Esto permitió evaluar la influencia de la administración de rosuvastatina sobre la liberación de TnI luego de la ICP y su relación con el nivel de proteína C-reactiva. De igual modo, se tuvo en cuenta si los pacientes recibían o no tratamiento crónico con estatinas y la dosis de estas últimas.
La intervención coronaria tuvo lugar inmediatamente luego de la angiografía y se llevó a cabo mediante un protocolo estandarizado. El criterio principal de valoración fue la presencia de una concentración de TnI mayor o igual a 1.5 vez el límite superior normal consensuado, hasta 24 horas luego de la ICP. En segundo lugar se consideró una concentración de TnI mayor o igual a 3 y 5 veces el límite superior normal consensuado.
Resultados
La ICP se llevó a cabo en 445 pacientes con enfermedad coronaria. No se hallaron diferencias entre los pacientes tratados con rosuvastatina y el grupo control en cuanto a las variables clínicas y terapéuticas. Tampoco se hallaron diferencias significativas en cuanto al nivel inicial de TnI. El tratamiento con beta bloqueantes antes de la intervención quirúrgica fue el único factor predictivo independiente del criterio principal de valoración.
El 49% y 70% de los pacientes presentaron un nivel inicial de proteína C-reactiva mayor o igual a 2 mg/l y mayor de 6 mg/l, respectivamente. El 47% de los pacientes con un nivel mayor o igual a 2 mg/l recibió rosuvastatina, en tanto que el resto de los participantes conformó el grupo de control. No se hallaron diferencias entre ambos grupos al evaluar el criterio principal de valoración. En cambio, los pacientes con un nivel de proteína C-reactiva mayor o igual a 2 mg/l, que recibieron rosuvastatina, presentaron un nivel inferior de liberación de TnI luego de la ICP. Dicho hallazgo no tuvo lugar en pacientes con un nivel inicial de proteína C-reactiva menor de 2 mg/l.
El 27% de los enfermos no tenía antecedentes de tratamiento con estatinas antes de la distribución aleatoria, en tanto que el 51% y 23% recibían tratamiento con dosis bajas y elevadas de estatinas, respectivamente. No se observaron diferencias estadísticamente significativas entre los pacientes que no recibían tratamiento crónico con estatinas o tratados con dosis bajas o elevadas de las drogas al evaluar el criterio principal de valoración. Finalmente, los grupos no difirieron significativamente en términos de la incidencia de aumento del nivel de TnI luego de la ICP según el tratamiento previo con rosuvastatina.
Discusión
De acuerdo con los resultados obtenidos, la administración de rosuvastatina antes de la ICP no disminuyó la incidencia de liberación de niveles elevados de TnI luego de la ICP. En segundo lugar, dicha droga tendría un efecto cardioprotector en presencia de inflamación. Estos hallazgos coinciden con lo informado en otros estudios. Según el análisis de la información disponible, los autores sugieren que el tratamiento con dosis elevadas de estatinas antes de la ICP afecta la incidencia de daño miocárdico en pacientes con riesgo quirúrgico elevado. De todos modos, se discute si se justifica posponer la intervención para administrar estatinas a todos los pacientes.
La proteína C-reactiva es un marcador de inflamación sistémica. Los niveles de 2 mg/l o mayores de este marcador se asocian con riesgo cardiovascular elevado. La consideración de dicho nivel permitió identificar el riesgo cardiovascular elevado en el 49% de los participantes. Según los resultados obtenidos, la administración de rosuvastatina antes de la ICP es beneficiosa en presencia de niveles de proteína C-reactiva mayores o iguales a 2 mg/l. Además, los autores sugieren que la proteína C-reactiva desempeña un papel independiente respecto de la fisiopatogenia del aumento del nivel de TnI luego de la ICP. No obstante, la disminución de la liberación de TnI luego de la ICP en pacientes con un nivel de proteína C-reactiva de por lo menos 2 mg/l no tuvo consecuencias significativas en cuanto a la incidencia de aumento del nivel de TnI luego de la ICP. Los autores recomiendan que a la hora de efectuar estudios sobre la relación entre el tratamiento con estatinas previo a la ICP y la incidencia de infarto de miocardio durante o después del procedimiento se evalúen los niveles iniciales de proteína C-reactiva.
Entre las limitaciones de la presente investigación se destaca la inclusión de una cantidad limitada de pacientes y la duración breve del período de evaluación. Dichas limitaciones deberían considerarse a la hora de analizar los resultados obtenidos.
Conclusión
En pacientes con angina de pecho, el tratamiento con rosuvastatina durante un día no influyó sobre la liberación de TnI luego de la ICP. No obstante, los pacientes con respuesta inflamatoria considerable podrían obtener cierto nivel de cardioprotección al recibir dicho tratamiento.
♦ SIIC - Sociedad Iberoamericana de Información Científica
Tratamiento
La rosuvastatina tendría un efecto cardioprotector en pacientes con una respuesta inflamatoria marcada
El tratamiento con rosuvastatina un día antes de la realización de una intervención coronaria percutánea en pacientes con angina de pecho no resultaría útil para disminuir la liberación de troponina I luego del procedimiento.
Autor/a: Dres. Veselka J, Hájek P, Zemánek D y colaboradores
Fuente: American Journal of Cardiology 113(3):446-451, Feb 2014