Introducción |
Durante miles de años, las chinches han sido compañeras de cama no deseadas de los seres humanos. La incidencia de Infestaciones de chinches ha experimentado un aumento exponencial debido al aumento de la resistencia a los piretroides, la prohibición del uso del insecticida dicloro-difenil-tricloroetano (DDT), los viajes internacionales y la densidad de población en las grandes ciudades. A menudo, los médicos están en la vanguardia del diagnóstico de infestación de chinches.
Una vez que se sospecha el diagnóstico, es importante hacer un tratamiento sintomático del paciente y el exterminio de las plagas, aunque consume tiempo y costos, y suele ser bastante difícil. Las medidas para eliminar la infestación y prevenir la diseminación incluyen:
• la identificación de la plaga
• la detección temprana
• la educación del paciente
• la erradicación profesional.
Chinches: breve historia |
Se trata del artrópodo parásito obligatorio Cimex lectularius (chinche común) y, menos comúnmente, su pariente tropical C. hemipterus. Las chinches han coexistido con los seres humanos durante siglos, remontándose hasta los antiguos egipcios hace 3.500 años.
Hasta mediados del siglo XX, casi el 30% de los hogares estadounidenses estaban infestados de chinches. La introducción de pesticidas durante la Segunda Guerra Mundial disminuyó marcadamente la incidencia, pero con el aumento de los viajes internacionales, la resistencia a los pesticidas y la prohibición de ciertos pesticidas en la última década, las chinches han resurgido en todo el mundo.
Biología |
Las chinches son insectos de color marrón rojizo, sin alas, con forma ovalada y miden 4-5 mm de longitud. Son ectoparásitos hematófagos que se alimentan preferentemente de sangre humana, aunque también se alimentan de algunos animales.
C. lectularius adulto. Es un insecto rojo-marrón, sin alas, de forma ovalada, que mide 4-5 mm de longitud.
C. lectularius habita en climas templados y C. hemipterus en climas más tropicales, pero la superposición y el entrecruzamiento son comunes. El ciclo de vida habitual es de unos 6 meses, pero algunas viven ≥12 meses. La chinche hembra pone de 5-8 huevos por semana, o aproximadamente 500 huevos en su vida, y cada huevo eclosiona en 5-10 días.
Estos parásitos fotofóbicos no viven en sus huéspedes humanos, sino simplemente los visitan para comer. Cohabitan en lugares oscuros, atacando a los huéspedes humanos mientras se encuentran inactivos o durmiendo durante largos períodos de tiempo. Las áreas donde viven comúnmente son las costuras del colchón, somieres, ropa de cama y vestimenta, costuras del papel tapiz, tomacorrientes y junturas de muebles.
Zonas comunes de infestación de la chinche • Costuras de colchón |
Aunque sin alas, recorren exitosamente todo el cuerpo humano, atraídos por el calor y el dióxido de carbono emitidos
La chinche hembra pone sus huevos en estas grietas apartadas, asegurando su seguridad hasta la eclosión. Los nidos densos de chinches adultas, sus huevos y la materia fecal acumulada permiten una fácil identificación visual de la infestación.
Estos parásitos generalmente se alimentan entre la 1:00 a.m. y las 5:00 a.m. Aunque sin alas, recorren exitosamente todo el cuerpo humano, atraídos por el calor y el dióxido de carbono emitidos.
Una vez adherida a la piel humana, la chinche libera enzimas y productos químicos que incluyen nitroforina y óxido nítrico a través de la picadura, lo que facilita la sangría; estas sustancias son responsables de la dermatitis resultante (la saliva exprimida experimentalmente de las glándulas de las chinches no causan enfermedades de la piel en los seres humanos).
Después de alimentarse durante 3 a 20 minutos, la longitud y el peso del artrópodo pueden aumentar un 50% a 200%. Una chinche completamente saciada puede sobrevivir durante 1 año hasta su próxima comida.
Incluso si un establecimiento, hogar, habitación o artículo de ropa infestados de chinches han sido abandonados durante varios meses, sin haber realizado la erradicación adecuada del artículo, todavía existe la posibilidad de un nido y la recurrencia de la enfermedad si vuelve a habitarse o usarse la ropa de nuevo.
Epidemiología |
Desde los primeros casos documentados de Cimex en antiguas tumbas egipcias hasta mediados del siglo XX, la convivencia de los seres humanos y las chinches fue considerada inevitable. Con la introducción del DDT hace 60 años, la población de chinches disminuyó significativamente.
Desde la prohibición del DDT, junto con el aumento de los viajes y la resistencia a los insecticidas de venta libre, la población de chinches ha resurgido exponencialmente.
Las infestaciones han sido reportadas en todo el mundo, en todos los continentes, y en todo el territorio de EE. UU. En Australia, las infestaciones aumentaron 4.500% en los últimos 10 a 15 años. En EE. UU., la infestación ocurre exclusivamente con C. lectularius y la incidencia va en aumento.
Filadelfia y la ciudad de Nueva York están entre la mayoría de las ciudades estadounidenses infestadas de chinches. La ciudad de Nueva York experimentó un aumento de las denuncias de chinches entre 2004 y 2009 del 2.000%.
Las chinches se pueden transmitir a través de la migración activa de colonias desde el área de una sala a otra sala de estar adyacente, a través de los espacios de la pared o la ventilación, o a través del transporte pasivo en el equipaje, la ropa, los muebles, los colchones usados, las bolsas de libros y otros artículos personales.
Aunque la infestación afecta a las personas de todas las clases socioeconómicas y antecedentes, la probabilidad aumenta en las personas que viajan con frecuencia y también son más comunes en las personas que viven en barrios de bajos ingresos, o en departamentos pequeños, y en estado de hacinamiento.
Asimismo, son más comunes en los campos de refugiados: el 98% de las habitaciones de un campo de refugiados en Sierra Leona tenía chinches, y casi el 90% de los residentes tenían signos de picaduras. A diferencia de la sarna, que se contagia en forma directa, de persona a persona, la transferencia de piel a piel de la chinche es rara.
Hallazgos clínicos |
Las picaduras de chinches son análogas, casi idénticas, a otras picaduras de artrópodos: comienzan como máculas rosadas que progresan a pápulas, placas grandes o agrupadas. Las picaduras pueden aparecer minutos o incluso días después del ataque inicial.
Las picaduras de chinches comienzan como máculas rosas que progresan a pápulas, placas grandes o agrupadas. Algunas pápulas y las placas pueden tener una erosión o costra central, sugiriendo una picadura.
En general, son intensamente pruriginosas y, a veces, las víctimas hipersensibles pueden desarrollar bullas, placas necróticas o incluso, vasculitis. A medida que las pápulas y las placas van cicatrizando aparecen otras nuevas.
Algunos pacientes pueden tener fiebre y malestar. Es posible que alrededor del 30% de los pacientes no presente enfermedad de la piel por las picaduras, haciendo que en estos individuos el diagnóstico sea imposible.
La naturaleza inespecífica de esta presentación y la subsiguiente dificultad para hacer un pronto diagnóstico pueden conducir a un período prolongado de morbilidad, así como aumentar la ventana de oportunidad para que las chinches afecten a otras personas del entorno.
El diagnóstico diferencial es amplio |
Comúnmente, las picaduras de chinches han sido mal diagnosticadas como farmacodermia, alergia alimentaria, dermatitis herpetiforme, infección por estafilococo, varicela o y sarna, así como otras picaduras de artrópodos. A menudo, este variado diagnóstico diferencial puede reducirse observando cuidadosamente la distribución de las picaduras.
El agrupamiento de picaduras en grupos de 3, a menudo en un patrón lineal, a veces siguiendo el trayecto de los vasos sanguíneos, se conoce como signo del "desayuno, almuerzo y cena" y esto puede ayudar a guiar al clínico hacia el diagnóstico de una picadura y no de una respuesta de urticaria difusa.
Agrupamiento de picaduras de chinches en grupos de 3 en un patrón lineal ? el signo de "desayuno, almuerzo y cena" ayuda a distinguir una picadura de una respuesta de urticaria difusa.
Si no se observan grupos de picaduras características, es difícil clínicamente hacer el diagnóstico diferencial entre varias causas de lesiones urticarianas pruriginosas. Hay pistas sutiles que apuntan hacia la picadura de chinches, como la erupción que se presenta más edematosa por la mañana y disminuye durante todo el día, ya que las picaduras ocurren típicamente durante el sueño.
Del mismo modo, también se ha reportado que la erupción asociada a las picaduras de chinches dura más, se blanquean menos y son menos sensibles al tratamiento con esteroides y antihistamínicos que otras erupciones urticantes.
Si se puede hacer una biopsia cutánea, la evaluación histológica puede ayudar a descartar condiciones de presentación similares como el penfigoide ampollar prodrómico, la dermatitis herpetiforme y la dermatosis urticarial, incluso aunque no pueda proporcionar una respuesta definitiva en cuanto a la etiología.
Picaduras de chinches vs. picaduras de otros artrópodos |
La cintura, las axilas y las partes del cuerpo descubiertas son los sitios habituales para las picaduras de chinche
Una vez que se sospecha la picadura de chinches y otras picaduras de artrópodos, el problema es hacer distinguir unas de otras. Una vez más, una evaluación detallada de la ubicación de las picaduras puede arrojar información valiosa. La cintura, las axilas y las partes del cuerpo descubiertas son los sitios habituales para las picaduras de chinche.
Del mismo modo, las pápulas inflamatorias a lo largo del párpado (el "signo del párpado") son muy sugestivas de una picadura de chinche. La escasa afectación de las áreas corporales cubiertas, la falta de nidos superficiales en la piel, y de signos de escabiosis sobre las lesiones por rascado de la piel excluyen la sarna como diagnóstico.
La biopsia de la piel no es útil para diferenciar las picaduras de artrópodos, ya que los hallazgos histológicos son inespecíficos. En estos casos, la clave para un diagnóstico definitivo es la sospecha de la existencia de chinches en lugares característicos.
Es recomendable aconsejar a los pacientes que inspeccionen cuidadosamente los colchones, pisos, y otras grietas donde puedan alojarse las chinches pequeñas ovaladas o puedan verse manchas de color marrón rojizo de sangre y heces que típicamente dejan atrás en la ropa de cama.
La confirmación visual de los insectos puede dar credibilidad al diagnóstico, ya que la captura y evaluación de laboratorio de un espécimen es ideal.
Las chinches como vectores de enfermedades |
Las manifestaciones extracutáneas del ataque de chinches son raras. Puede ocurrir anafilaxia a las proteínas de la saliva de Cimex, así como una significativa pérdida de sangre, incluso anemia por la alimentación excesiva del parásito.
Las infestaciones de chinches pueden exacerbar el asma, la enfermedad mental preexistente, la ansiedad y el insomnio.
Como las chinches extraen sangre de los huéspedes, tienen una capacidad putativa de actuar como vectores de enfermedad. Se han aislado unos 45 patógenos conocidos en la especie Cimex, incluida la hepatitis B, la inmunodeficiencia por el VIH, Trypanosoma cruzi y Staphylococcus aureus resistente a la meticilina.
Sin embargo, hasta el momento no hay evidencia que demuestre la transmisión de patógenos a los seres humanos.
Tratamiento y erradicación |
La resolución de una infestación por chinches es notoriamente difícil
El tratamiento es principalmente sintomático-sistémico con antihistamínicos y corticosteroides tópicos, con el fin de reducir el prurito y aliviar la dermatitis.
Los pacientes deben ser instruidos para evitar rascarse y así prevenir la infección. La infección bacteriana secundaria puede ser tratada con antibióticos tópicos o sistémicos. Los casos raros de asma inducida por la picadura o de anafilaxia requieren un tratamiento de emergencia adecuado.
La exterminación de la infestación es fundamental para la terapia. Si se sospecha la infestación de chinches, deben inspeccionarse los colchones, la cama, las áreas para dormir y la ropa de cama, en busca de insectos, huevos y manchas fecales.
Para capturar las chinches se pueden usar adhesivos o trampas que emiten calor o dióxido de carbono. Durante una infestación generalizada, los artrópodos liberan un olor acre que permite que el 95% de los perros entrenados puedan detectarlos con un 98% de precisión.
>Técnicas de erradicación
Una vez que se confirma la infestación, los pacientes deben ponerse en contacto con un exterminador que pueda confirmar la presencia de chinches. Las medidas típicas de erradicación suelen requerir control no químico y pesticidas químicos.
Los exterminadores profesionales tienen un equipo especial que puede calentar una habitación a entre 48°C y 50°C. el calor sostenido a esta temperatura durante 90 minutos es suficiente para matar las chinches.
El área infestada se debe aspirar diariamente, y las bolsas de aspiradora y los artículos no deseados deberían ser sellados en plástico antes de ser desechados. La vestimenta, la ropa de cama y las telas infestadas deben lavarse a ≥60°C y secarse.
Los colchones y muebles deben estar sellados en un plástico especial que permite el tratamiento con calor, vapor o pesticidas. Los pesticidas más profesionales contienen piretroides, pero la resistencia a estos productos es común, necesitando el uso de formulaciones múltiples para superar la resistencia.
Los pesticidas de venta libre, casi exclusivamente piretroides, tienen una efectividad variable y son potencialmente peligroso para los usuarios. Se debe recomendar a los pacientes que sigan las instrucciones de la etiqueta para evitar los efectos adversos y la toxicidad.
Los métodos de erradicación con productos químicos alternativos para sortear el problema de la resistencia son el butóxido de piperonilo, el S-metopreno, el ácido bórico, los silicatos (polvo de tierra de diatomeas), y el fluoruro de sulfurilo.
La investigación reciente también ha postulado el uso de agentes antiparasitarios como la ivermectina y la moxidectina en los casos de infestación de chinches resistentes, con resultados prometedores. Todos los productos y técnicas de exterminio tienen riesgos, eficacia y costos variables, y a menudo es necesario repetir las inspecciones y el retratamiento.
Las estrategias de prevención incluyen la inspección visual de las habitaciones posiblemente infestadas, con particular atención a las costuras y grietas del colchón, la colocación del equipaje en un portaequipaje distante del piso y la cama y un examen cuidadoso de los artículos adquiridos de segunda mano.
La clave del éxito es educar a los pacientes. Si bien todas las técnicas de erradicación anteriores son estrategias curativas importantes, el éxito de cualquier tratamiento depende de la educación apropiada del paciente sobre la naturaleza del problema.
La resolución de una infestación por chinches es notoriamente difícil y requiere un meticuloso cumplimiento de las instrucciones de higiene y limpieza en todo el hogar o la institución, durante un sostenido período de tiempo.
Resumen y comentario objetivo: Dra. Marta Papponetti