Rol del ejercicio y la calidad de la dieta

Hígado graso no alcohólico

Asociación significativa dosis-respuesta de la actividad física y la calidad de la dieta con la mortalidad en adultos con sospecha de EHGNA en un estudio poblacional

Introducción

La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) se ha convertido en la causa más común de enfermedad hepática crónica y afecta aproximadamente a 80 millones de personas en los Estados Unidos. El rápido aumento de la enfermedad hepática terminal y del carcinoma hepatocelular relacionado con la NAFLD y su fenotipo grave, la esteatohepatitis no alcohólica, ha resultado en una carga económica considerable y estrés en los sistemas de salud en todo el mundo.

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) y las neoplasias malignas se han identificado como las causas más comunes de muerte en NAFLD. Por lo tanto, identificar factores de estilo de vida modificables para la NAFLD y sus principales causas de mortalidad podría reducir potencialmente su carga poblacional.

La actividad física (AF) y la calidad de la dieta (DQ) son factores de riesgo modificables que han demostrado estar fuertemente asociados con la NAFLD y su gravedad.

Los estudios observacionales e intervencionistas han informado que un aumento de la AF, incluidas diferentes modalidades, y una mejor DQ se asocian con un menor riesgo de enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD), esteatohepatitis no alcohólica y fibrosis avanzada.

En varios grandes estudios de cohortes prospectivos, la AF de intensidad moderada a vigorosa (MVPA) y un DQ más alto según lo evaluado por el Índice de alimentación saludable (HEI), el Índice de alimentación saludable alternativo (AHEI) y la puntuación de los Enfoques dietéticos para detener la hipertensión se han asociado con una puntuación más baja del riesgo de enfermedades crónicas y mortalidad por todas las causas, relacionadas con enfermedades cardiovasculares y cáncer.

Métodos

Utilizando datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de 2011-2014, se incluyeron 3548 participantes con un índice de hígado graso ≥60. La PA se recopiló utilizando un acelerómetro triaxial de muñeca y se expresó como 2 métricas utilizando unidades de resumen de movimiento independiente del monitor (MIMS): el promedio de MIMS diario, que representa el volumen, y el MIMS máximo de 30 minutos, que es el promedio de los más altos. 30 MIMS min/d y representa la intensidad.

La calidad de la dieta (DQ)  fue evaluada por el Índice de Alimentación Saludable-2015. El seguimiento de la mortalidad se registró mediante la vinculación del Índice Nacional de Defunciones hasta el 31 de diciembre de 2019.

Resultados

Nuestros análisis revelaron una asociación no lineal dependiente de la dosis de la AF (volumen e intensidad) con la mortalidad por todas las causas y una asociación lineal dependiente de la dosis de la DQ con la mortalidad por todas las causas.

La dosis protectora máxima de volumen de PA se observó en 14.300 MIMS/min (HR ajustada: 0,20, IC del 95 %: 0,11–0,38). La dosis protectora máxima de intensidad de AF se observó en 54,25 MIMS/min (HR ajustada: 0,10, IC del 95 %: 0,05–0,23), más allá de la cual los riesgos de mortalidad se estabilizaron.

El Índice de Alimentación Saludable de 2015 mostró su máximo efecto protector en 66,17 (HR ajustado: 0,54, IC del 95%: 0,40–0,74).

Los niveles más altos de AF (volumen e intensidad) se asociaron con un menor riesgo de mortalidad relacionada con enfermedades cardiovasculares, pero no con cáncer. Una dieta más saludable se relacionó con un riesgo reducido de mortalidad cardiovascular y de cáncer.

Conclusión

En conclusión, entre los adultos estadounidenses con NAFLD, una mayor adherencia a patrones de alimentación más saludables y un mayor volumen total e intensidad de AF se asociaron con un menor riesgo de mortalidad por todas las causas y por ECV. Seguir patrones de alimentación más saludables también confería protección contra la mortalidad relacionada con el cáncer.

Los beneficios de supervivencia logrados con mayores niveles de DQ y PA también se observaron en participantes sin NAFLD. En particular, el estudio actual ayudará a guiar nuestra comprensión de los umbrales métricos de PA MIMS/min alineados con las tasas de supervivencia utilizando datos de acelerometría de muñeca de vida libre de una muestra representativa a nivel nacional (NHANES).


Mensaje final

Nuestros hallazgos sugieren que un mayor esfuerzo diario acumulado de actividad física y la calidad de la dieta se asocian con una menor mortalidad cardiovascular y por todas las causas en adultos estadounidenses con enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD).