Una nueva forma de volar

La clase turista del futuro llevaría pasajeros parados

Las compañías aéreas estudian toda clase de medidas para abaratar costos ganando pasajeros por vuelo.

Autor/a: IntraMed

Los fabricantes de aviones ofrecerán a las compañías aéreas nuevos aparatos preparados para que los pasajeros de clase económica puedan viajar de pie, lo que permitirá a las empresas vender más pasajes en cada vuelo.

Las butacas, de concretarse la propuesta, serán sustituidas, parcial o totalmente, por apoyos verticales con cinturón de seguridad, un pequeño apoyo para la espalda y otro para la cabeza. Estos sostenedores verticales ocuparán 62 centímetros, bastante menos que los 77,5 centímetros que ocupan actualmente las butacas de clase económica.

Según el New York Times será Airbus la primera compañía en ofrecer puestos para viajar de pie. Así, un Airbus 380 con butacas tradicionales, donde viajan 500 pasajeros, con los puestos de pie, podrá incrementar a 853 las plazas disponibles en clase económica.

A pesar de las incomodidades que acarrearía viajar en avión de ese modo, no existe ningún impedimento legal para que las compañías aéreas estadounidenses ofrezcan este tipo de servicio.

Las normas de la Federal Aviation Administratión (FAA), el organismo para la aviación civil, no especifican si los pasajeros deben estar sentados o de pie durante las maniobras de despegue y de aterrizaje. Lo único obligatorio es que se garanticen las condiciones de seguridad.

Las normas sobre distribución y ubicación de asientos están vinculadas a la rápida evacuación de los aviones en caso de emergencia.

Hace tiempo que las compañías aéreas estudian iniciativas para hacer entrar en el menor espacio posible la mayor cantidad de pasajeros. La distancia entre las sillas ya se redujo notablemente en la clase económica e incluso nuevos asientos están listos para permitir explotar aún más el espacio en los Boeing 737 y 757.

Aun si no llegan a contemplar esta alternativa, las aerolíneas han agregado subrepticiamente una o dos filas más de asientos en clase turista de materiales más sólidos y livianos que ocupan menos espacio y que, teóricamente, podrían ser utilizados para que los pasajeros tengan más espacio para estirar las piernas. Pero han mantenido el mismo espacio entre las filas para poder agregar otras. El resultado es la incorporación de seis nuevos asientos en un Boeing 737, que hacen un total de 156 pasajeros, y de hasta 12 nuevos asientos en un Boeing 757, que lleva a 200 pasajeros.

Esto es la consecuencia de varios factores. Por ejemplo, el elevado costo del combustible dificulta que las aerolíneas obtengan ganancias, y la nueva tecnología aplicada a los asientos puede añadir millones en ingresos anuales, cuando se la utiliza para agregar más plazas para los pasajeros.

"Llamarlo asiento sería engañoso", indicó Voker Mellert, profesor de física de la Universidad de Oldenburg, de Alemania, que ha investigado sobre la comodidad de las butacas de las aerolíneas y ha visto el diseño. "Si se llegara a instalar ese tipo de 'asiento' en un avión, sólo sería utilizado en vuelos cortos, como se hace en Japón entre isla e isla", comentó.

Los expertos en el diseño de asientos afirman que toda la publicidad que las aerolíneas dedican a sus asientos de primera clase desvía la atención de lo que está sucediendo en la parte posterior del avión.