Los autores del Veterans Affairs Medical Center de San Francisco (EE.UU.), analizaron datos de más de 3.000 mujeres mayores de 65 años, para determinar si existía una relación entre una variante de TGF-beta-1 y el riesgo de cáncer de mama.
Los factores de crecimiento son productos de los genes que ayudan a regular la división celular y la proliferación de tejidos. La familia de los TGF-beta posee amplios efectos en muchas fases del crecimiento y el desarrollo, incluido el proceso de curación de heridas, y se sintetiza en una gran variedad de tejidos.
Según la información citada en el artículo, las anomalías en las rutas TGF-beta pueden estar implicadas en la producción de tumores (oncogénesis), y experimentos con animales muestran que la expresión aumentada del gen TGF-beta-1 protege contra el desarrollo temprano de tumores, especialmente en la mama.
Los autores observaron que el riesgo de cáncer de mama era parecido en mujeres con los genotipos T/T y T/C y mucho menor en aquellas con el genotipo C/C. Alrededor de un 85 por ciento de las mujeres que participaron en el estudio tenían al menos un alelo T (T/T ó T/C) para el gen TGF-beta-1, lo que se asociaba con un riesgo aumentado entre 2,5 y 3 veces de cáncer de mama en comparación con las mujeres del genotipo C/C. Los especialistas señalan que si el alelo T se considera un factor de riesgo de cáncer de mama, el riesgo atribuible a la población, asociado con este alelo es de aproximadamente un 60 por ciento.