Una asociación para tener en cuenta

El "Extasis" produce inmunosupresión y Herpes Zóster oftálmico.

Un fenómeno preocupante por el creciente consumo de la droga entre alumnos de colegios secundarios.

No resulta frecuente que los jóvenes desarrollen Herpes Zóster oftálmico sin compromiso inmunológico subyacente.
El "Extasis", 3,4-Metilenedioxymetamfetamina (MDMA) es un estimulante psicomotor ampliamente empleado capaz de producir inmunosupresión. En este reporte se presenta la relación entre la disfunción inmunológica producida por MDMA y el Herpes Zóster oftálmico en un joven previamente sano.


Reporte de un caso:
Un varón de 24 años afroamericano sin historia médica previa significativa se presenta con con un rash eruptivo vesicular en la frente y ojo izquierdo consistente con el diagnóstico de Herpes Zóster oftálmico. El paciente refirió hábitos sexuales seguros y no consumir drogas intravenosas pero admitió el uso de drogas orales (Extasis) tres veces al día durante cuatro días previos al desarrollo de los síntomas.
Los tests para HIV resultaron negativos así como los estudios para detección de enfermedades malignas subclínicas. El paciente mejoró progresivamente con Aciclovir intravenoso desde su ingreso.

                        

La reactivación del virus Varicella Zóster es una complicación potencial de la inmunosupresión. Los factores predisponentes de esa reactivación incluyen, edad avanzada, enfermedades neoplásicas, HIV, tratamientos inmunosupresores e enfermedades sistémicas debilitantes. Sin embarzo el Zóster por debajo de los 50 años de edad no es común, por lo que está indicada la pesquisa de enfermedades presisponentes.

Se ha observado en estudios a corto plazo que el Extasis produce inmunosupresión. Por lo tanto los autores creen que el uso prolongado de esta droga facilita el desarrollo del Zóster oftálmico.

El MDMA es un estimulante psicomotor de uso extendido con efectos sobre el comportamiento similares a las anfetaminas y alucinógenos. Se ha convertido en una droga popular en las últimas dos décadas. Un estudio de 1.988 encontró un 39% de estudiantes de secundaria que lo habían consumido asl menos una vez durante el último año. Los relevamientos han hallado un sostenido incremento de su uso en los grados 8ª, 10ª y 12ª.

El MDMA produce un estado de euforia profunda, sentimientos de empatía, calor emocional, y autoaceptación. Se han incrementado los reportes de casos de efectos adversos serios vinculados con su uso como disección de aorta o infarto de miocardio.

Connor y colaboradores han demostrado que la administración aguda de MDMA produce, en ratas, una variada serie de alteraciones neuroquímicas dependiendo del tiempo. La administración de una dosis única induce una inmunosupresión rápida y sostenida con disminución de los linfocitos circulantes. Estas alteraciones se acompañan de una aumento significativo de las concentraciones de corticoesteroides circulantes. Los autores plantean la hipótesis de que los consumidores de MDMA pueden ver comprometida su inmunocompetencia y tornarse suceptibles a infecciones o neoplasias.

En otro estudio, Pacific y colaboradores, mostraron que la administración a humanos de MDMA en dosis compatibles con las uso recreacional causan rápidos cambios en ciertos parámetros inmunológicos. Demostraron que 1 hora después de la administración hay una significativa reducción del recuento de CD4 T y un incremento de los killer naturales.

Comentarios: los estudios mencionados aportan evidencias sobre la relación entre MDMA y disfunción inmunológica. Los autores presentan un caso de abuso de MDMA relacionado con Herpes Zóster oftálmico. Esta relación es importante para el estudio de pacientes con infecciones atípicas.
Dado el uso creciente de MDMA, particularmente entre jóvenes de escuela secundaria, esto puede tener consecuencias sobre la salud pública.