(EFE) - Con la devaluación como telón de fondo, Argentina recibe cada vez más turistas extranjeros que combinan su visita a la Patagonia o a Buenos Aires con cirugías estéticas de mamas, implantes capilares y hasta "lifting" facial.

De acuerdo con cifras de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica, Argentina se ubica tercera en el "ránking" mundial de operaciones de este tipo, y entre las personas que optan por mejorar su aspecto, cada vez más son extranjeros, según coincidieron especialistas consultados por EFE.

Incluso existen compañías que ofrecen paquetes turísticos que incluyen visitas a diversos puntos del país, lecciones de español y todo tipo de cirugías estéticas.

"Después de la devaluación de 2002 (por la que actualmente un dólar equivale a unos tres pesos argentinos), los precios se volvieron muy competitivos. Además, los cirujanos del país son buenos y para el extranjero siempre es atractivo venir a Buenos Aires", sostuvo Jorge Patané, jefe del sector de Cirugías del Hospital Fernández, de la capital argentina.

La mayoría de quienes eligen al país sudamericano para renovar su imagen procede de Estados Unidos, España, Chile, México, el Reino Unido e incluso de Japón.

"Quienes vienen de Chile gastan menos de la mitad, al igual que los que viajan desde Estados Unidos. Y aquellos que llegan de España pagan un tercio por la misma cirugía realizada con igual tecnología", aseguró Roberto Gawianski, director de Plenitas, compañía que entre sus paquetes más populares ofrece "reducción de mamas y lecciones de tango".

La firma brinda un servicio "todo incluido", con hospedajes y asistencia bilingüe, matizado con la posibilidad de operarse de la nariz y recorrer las calles de Buenos Aires, realizarse un implante capilar y visitar las Cataratas de Iguazú, o someterse a una liposucción y conocer las glaciares de la Patagonia argentina.

Gawianski afirmó que el número de turistas que acuden al país para operarse ha aumentado considerablemente en los últimos tiempos ya que "cuando comenzó a funcionar la empresa -hace cerca de dos años-, el número de visitantes que contrataba el servicio aumentaba un 50 por ciento cada mes".

La duración de las visitas al país varía según la operación ya que "para un microtrasplante capilar se requiere de una estadía de dos días, pero para una reducción se necesitan de unas dos semanas", explicó.

Después de contratar este servicio, Louis William Rose, del estado estadounidense de Florida, afirmó que cuando consideró por primera vez la posibilidad de realizarse implantes dentales tuvo "algunas reservas" porque "no conocía nada sobre Argentina" pero, tras tomar la decisión de viajar, aseguró estar "muy contento de haberlo hecho".

Sin embargo, el vicepresidente de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Guillermo Falherty, consideró que estos paquetes que combinan medicina con turismo "no están bien", porque "se necesita de un cierto tiempo con cada paciente previo y posterior a la operación para ver cómo se adapta a la cirugía".

"He tenido casos de personas del exterior que vienen a operarse, pero la intervención es concertada con cierta anticipación y saben que van a tener que quedarse en Buenos Aires por un tiempo", añadió Falherty.

"También hay muchos casos de argentinos que viven en el exterior y que aprovechan alguna visita al país para llevarse a cabo una cirugía", agregó.

Los especialistas coinciden en que internet facilitó el aumento de extranjeros que ven en Argentina una oportunidad para el rejuvenecimiento, ya que "ni siquiera tienen que llamar por teléfono para realizar una consulta, lo que hace que la gente se acerque más".

"Es otro efecto de la globalización", resumió el cirujano Jorge Patané.