"Soy actriz. ¿Por qué querría congelar mi rostro en un gesto eterno?", le dijo Kate Winslet al diario británico The Daily Telegraph . La intérprete, ganadora del Oscar por El lector, libra desde hace años una batalla contra los medios por el uso desmedido de Photoshop en los rostros y, especialmente, en los cuerpos de las estrellas de Hollywood.
Ahora parece que decidió que cambiar la imagen es sólo el emergente de un problema: hay que atacar el fondo. "Nunca me voy a dar por vencida: va en contra de mis convicciones, de la forma en que me criaron mis padres y lo que considero la belleza natural", explicó la protagonista de Sólo un sueño , que es, de hecho, una de las caras de la marca de cosméticos Lancôme.
Un poco en chiste, un poco en serio, "Combat Kate" -apodo que se ganó por su afición juvenil a los borceguíes y a los cigarrillos sin filtro en las épocas de su primera nominación al Oscar por Sensatez y sentimientos - anunció que había formado una Liga Británica Anticirugía Plástica, con Emma Thompson y Rachel Weisz, que no sólo son dos de sus amigas más cercanas, sino también estrellas ganadoras del Oscar por derecho propio y activas defensoras de lucir la edad que tienen.
"No voy a empezar a rebanarme pedazos -afirmó Thompson, de 52 años-. Vivimos en esta horrible cultura en que lo único que importa es verse cada vez más joven. No hay forma de que a los 60 años uno se vea como de 30. Y no debería pedirse a nadie que lo hiciera."
Weisz, por su parte, podría competir fácilmente a sus 41 años en el rubro pareja más atractiva con su flamante marido, Daniel Craig, pero prefiere las imperfecciones: "Ser perfecto es no tener personalidad".