Relevamiento entre 2.800 chicos en edad escolar

Revelan que más de la mitad de los adolescentes duerme mal

Las condiciones de vida y su impacto en el sueño adolescente.

El 56% lo hace menos de 8 horas de lunes a viernes y recupera el fin de semana. Esto causa problemas físicos y en el rendimiento.

Un equipo de neumonólogos reveló que la mayoría de los adolescentes argentinos duerme menos de las nueve horas por día que recomiendan los médicos para estar bien físicamente, y recupera el tiempo de sueño perdido durante el fin de semana, lo que genera problemas de concentración, de rendimiento y hasta físicos. Este relevamiento, hecho entre 2.800 chicos de escuelas públicas y privadas de varios puntos del país, demostró que el 56% de los encuestados con un promedio de edad de 13 años, duerme de lunes a viernes, ocho o menos horas.

El estudio fue realizado por un grupo de médicos del Hospital Universitario Austral a cargo de Daniel Pérez Chada, jefe de Neumonología de ese centro de salud, quienes alertan que la mayoría de los chicos entre 13 y 16 años descansa mal y duerme menos de la cantidad necesaria.

El neurólogo dijo que, de acuerdo con los datos de ese estudio efectuado durante todo el año pasado, "el 83 por ciento de los chicos duerme más de ocho horas durante los fines de semana, para compensar la falta de horas de sueño que perdió los días restantes". En esa dirección, la carencia de un hábito adecuado de descanso ocasiona cambios de carácter, dificultad en el aprendizaje —debido a que el mal dormir produce falta de concentración en la escuela— y también problemas físicos.

EL CRECIMIENTO

Las horas de sueño nocturnas son de vital importancia en los chicos porque durante ese "lapso se segrega la hormona del crecimiento". El especialista aconseja que lo adecuado para que tengan un buen estilo de vida "sería que duerman entre ocho horas y media y nueve".

Los chicos descansan mal por varios factores, entre ellos, la cantidad de actividades extras del colegio que realizan que le quitan tiempo para dormir, los hábitos de la familia como el cenar muy tarde o la situación social, que hace que muchos trabajen con un ritmo de vida totalmente estresante.

Esa situación puede obedecer a problemas en la respiración que ocasionan ronquidos o amigdalitis. Entre los chicos encuestados, el 24 por ciento de los chicos dijo roncar todas las noches, el 10 por ciento tres o más veces a la semana y el 9 por ciento tuvo que ser sometido a una operación de garganta por problemas en las amígdalas.

Aquellos que duermen poco tienen menor rendimiento escolar sobre todo en materias como matemática y lengua y literatura que exigen mucha concentración. Además, el dormir poco aumenta la cantidad de accidentes, porque muchos chicos van en bicicleta a la escuela y la falta de alerta ocasionada por el sueño los predispone a sufrir uno en la calle.