Los autores utilizaron el UK Epilepsy and Pregnancy Register para evaluar el riesgo relativo de malformaciones congénitas mayores de los futuros hijos de 2.598 mujeres con epilepsia y tratadas con un sólo antiepiléptico; de 770 tratadas con más de un fármaco antiepiléptico; y de 239 mujeres epilépticas no tratadas.
El índice crudo de malformaciones congénitas mayores fue del 3,5% para mujeres no tratadas y del 4,2% para las tratadas. Para las que tomaron más de un fármaco, este índice fue del 6,0%, significativamente más alto que para las que siguieron una monoterapia (3,7%).
La monoterapia con carbamazepina se asoció con el índice más bajo de malformaciones (2,2%) y los porcentajes más altos fueron para el valproato (6,2%) y el topiramato (7,1%).
No se produjeron malformaciones en los hijos nacidos de mujeres que habían seguido regímenes monoterápicos de levetiracetam, etosuximida, clonazepam, vigabatrin, oxcarbazepina o piracetam.
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