Emplear angioplastia y bypass coronario de emergencia en pacientes infartados que presentan shock cardiogénico mejora sustancialmente su supervivencia a largo plazo, según concluye un estudio publicado en el último número de "JAMA".
El 33% de los sometidos estos procedimientos de revascularización sobrevivía al cabo de 6 años, frente a sólo el 20% de aquellos que fueron atendidos con cuidados médicos intensivos para estabilizar la enfermedad, señalan los autores de este estudio, llamado SHOCK, que incluyó a 302 pacientes infartados con shock cardiogénico de 29 centros hospitalarios de distintos países.