Por Pedro Lipcovich
Las válvulas nuevas se obtienen a partir de células indiferenciadas de la médula ósea.Por primera vez en el mundo, se logró fabricar en laboratorio una válvula cardíaca a partir de células madre obtenidas de la médula ósea. Así lo anunció en Gran Bretaña el célebre cardiocirujano sir Magdi Yacoub. Esto permitiría reemplazar las válvulas cardíacas enfermas por otras nuevas, hechas con tejido obtenido a partir de la médula ósea del propio paciente. El único tratamiento para las enfermedades de las válvulas cardíacas es su reemplazo quirúrgico por otras –artificiales o procedentes de animales o conseguidas por donación de órganos humanos–. El nuevo desarrollo permitiría una gran disponibilidad de válvulas, cuya estructura y funcionamiento serían similares a los de las originales. El equipo del Imperial College de Londres, que lleva a cabo la investigación, se propone empezar los ensayos con animales este año; si todo marcha bien, se podrían iniciar ensayos clínicos con seres humanos dentro de unos tres años. El proyecto se inscribe a su vez en una ambiciosa apuesta a largo plazo: reproducir un corazón humano íntegro a partir de células del mismo sujeto.
Para fabricar las válvulas cardíacas en laboratorio, los investigadores del Imperial College tomaron células madre obtenidas de la médula ósea. Estas, si bien no llegan al punto de indiferenciación que presentan las stem cells de los embriones, tienen capacidad de desarrollarse en distintos tejidos; normalmente devienen en células de la sangre o de los cartílagos y huesos. En laboratorio, suministrándoles sustancias químicas y nutrientes específicos, los investigadores guiaron su crecimiento y, ubicándolas en microscópicos armazones fabricadas con colágeno, formaron con ellas placas de unos tres centímetros de diámetro que reproducen las características de la válvula mitral, una de las que integran el corazón.
Para fines de este año, se proponen implantar válvulas de este tipo en ovejas o cerdos. Adrian Chester, uno de los científicos que dirigen el trabajo, señaló que éste “se extendió a la incidencia de los nervios que, en la válvula, causan contracciones muy específicas”.
El equipo londinense trabaja bajo la dirección del prestigioso cardiocirujano de origen egipcio sir Magdi Yacoub, quien, además de ser el hombre que ha efectuado más trasplantes de corazón en el mundo, patrocina desde hace diez años un vasto proyecto de investigación para crear estructuras cardíacas de reemplazo. En la expectativa de Yacoub, si todo marcha bien, “se podrían iniciar ensayos clínicos con las nuevas válvulas, sobre seres humanos, dentro de tres a cinco años”.
El crecimiento de una válvula a partir de células de médula requeriría aproximadamente un mes, pero en muchos casos, señaló Yacoub, no sería imprescindible partir de células propias, sino que implantarían válvulas obtenidas en forma estandarizada.
Julia Polak –investigadora argentina en el Imperial College– comentó a Página/12 que “ya se vienen efectuando implantes en el corazón de células desarrolladas a partir de la médula ósea: lo nuevo es que no se trata de células aisladas, sino de una válvula completa. (El equipo que dirige Polak, por su parte, trabaja con células obtenidas del cordón umbilical para implantarlas en los pulmones, a fin de regenerar los alvéolos en enfermedades como el enfisema; prevé los primeros ensayos en humanos para fines de 2008.)
Pero el objetivo último de Yacoub es obtener un corazón completo: “Es un proyecto ambicioso pero no imposible –sostuvo–: yo diría que en diez años se puede lograr, y no me sorprendería si fuese antes”.
“René Favaloro era muy amigo de Yacoub”, recordó ayer Branco Mautner, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Favaloro. “La función de las válvulas cardíacas es imprescindible para la circulación de la sangre, ya que, al abrirse y cerrarse adecuadamente, impiden su reflujo –explicó Mautner–. La principal causa actual de enfermedad de las válvulas cardíacas es la arterioesclerosis, por la cual la válvula se endurece, se degenera y hasta puede romperse.” El investigador precisó que “hasta ahora, la única forma de solucionar las enfermedades de las válvulas cardíacas es la cirugía: lo más habitual es retirar la válvula enferma y poner una artificial, de metal y plástico, o tomada de animales, habitualmente cerdos, o por donación cadavérica de órganos humanos”.
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Clarín
Crearon tejidos cardíacos a partir de células madre
Un equipo de científicos británicos creó por primera vez en la historia parte de un corazón humano a partir de células madre. La noticia resulta alentadora para aquellos que necesitan un trasplante cardíaco: según los cardiólogos del Hospital de Harefield, de Inglaterra, "en tres años los cirujanos podrán utilizar componentes de corazón creados artificialmente para trasplantes".
Según confirmó el doctor Magdi Yacoub, al frente de la investigación, su grupo de expertos creó —a partir de células madre extraídas de la médula ósea— tejidos de corazón humano que funcionan como válvulas y arterias del corazón. Según el experto, éste es apenas el primer paso: en la próxima década —auguró— los científicos podrán crear un corazón completo a partir de células madre.
El equipo —integrado por médicos, químicos, biólogos, ingenieros, especialistas en células y clínicos de universidades de todo el mundo— pasó más de diez años realizando estos experimentos y estudiando cómo funciona cada parte del corazón. El objetivo común era, precisamente, resolver el problema de la falta de donantes de corazón para trasplantes.
"Hacer crecer un corazón completo es un proyecto ambicioso, pero no imposible. Si me piden que haga una estimación, diría que en unos 10 años podríamos lograrlo", declaró el especialista al diario The Guardian. Según Yacoub, su grupo extrajo células madre de la médula espinal y las cultivó para producir válvulas cardíacas humanas.
Las células madre son células escasamente diferenciadas y, por lo tanto, no especializadas, que pueden producir cualquiera de las otras células que constituyen el cuerpo.
Desarrollar tejidos sustitutivos a partir de estas células es una de las principales metas de la biología, porque la creación de órganos enteros a partir de las propias células madre del paciente evitaría el rechazo al encajar genéticamente.
A fin de año, los científicos implantarán esas válvulas en animales para analizar cómo funcionan en un organismo viviente.