Microcirugía percutánea tubular

Aplican una eficaz cirugía de hernia de disco

El paciente camina de inmediato.

Un nuevo procedimiento mínimamente invasivo se ha sumado al arsenal disponible en la Argentina para el tratamiento de la hernia de disco, afección que resulta de la rotura o el desplazamiento de los discos que se encuentran entre las vértebras y que, al comprimir un nervio, causa dolor en la zona baja de la espalda.  

La llamada microcirugía percutánea tubular sólo requiere una incisión de 15 milímetros para introducir un instrumento especial que permite al cirujano retirar la porción de disco herniado que comprime la raíz nerviosa. La técnica afecta mínimamente los tejidos circundantes.

“Es un procedimiento muy poco invasivo y más estético, ya que la incisión es más pequeña, y como se afectan poco los tejidos permite una recuperación más rápida y con menos dolor. El mismo día de la cirugía el paciente ya puede levantarse y pararse. Si se operó por la mañana, a la tarde puede volver a su casa; si se opera a la noche, puede volver al día siguiente”, explicó a La Nacion el doctor Anselmo Rodríguez Loffredo, jefe del Departamento de Neurocirugía de la Fundación Favaloro, donde la técnica ya ha sido utilizada en 15 pacientes con muy buenos resultados.

"El mismo día de la cirugía el paciente ya puede levantarse y pararse. Si se operó por la mañana, a la tarde puede volver a su casa; si se opera a la noche, puede volver al día siguiente", explicó el neurocirujano.

Tras la vuelta al hogar, se indica una semana de reposo relativo: "Si la persona tiene un trabajo que no es muy exigente físicamente, puede volver a trabajar a los 2 o 3 días de la operación. Se recomienda que espere una semana para volver a manejar".

"Los resultados fueron extraordinarios -comentó un profesional de 44 años (pidió que no se publicara su nombre), que fue operado en febrero-. Llegué destrozado, no podía caminar del dolor, porque el disco se había explotado y tocaba el nervio ciático. Después de la cirugía, apenas me desperté, el dolor se había ido y me pude levantar solo."

Se estima que 8 de cada 10 personas sufrirán dolor de espalda en algún momento de su vida; junto con la artrosis, la hernia de disco es una de sus principales causas.

Dolor de espalda, que a veces se extiende hacia las caderas y las piernas, hormigueo, entumecimiento y debilidad en la zona afectada suelen ser los síntomas de la hernia de disco. "El gold standard de su tratamiento es la resección de la parte herniada del disco y la comprobación de que la raíz nerviosa ha quedado liberada, ya sea a través de microcirugía o cirugía convencional", explicó el doctor Rodríguez Loffredo.

Abordaje tubular

"Dado el elevado número de personas que padecen hernia de disco, se han desarrollado numerosos procedimientos alternativos cada vez menos invasivos", agregó el cirujano. Así, mientras una cirugía convencional requiere un incisión de entre 5 y 6 centímetros, para el nuevo procedimiento bastan 1,5 centímetros.

Una incisión de ese tamaño es suficiente para introducir el instrumental especializado, que consiste en una serie de dilatadores que se colocan, de menor a mayor tamaño, para separar las fibras musculares que se encuentran en el trayecto que separa la piel del disco dañado.

El último de los dilatadores es una suerte de tornillo hueco. Una vez colocado, se retiran los demás, y a través de ese orificio de 15 milímetros de diámetro los cirujanos introducen el instrumental quirúrgico.

"Lo que tiene de novedoso esta técnica es que le permite al cirujano hacer lo mismo que en una cirugía a cielo abierto [cirugía convencional], pero con un abordaje mínimamente invasivo -comentó Rodríguez Loffreda-. Además, a diferencia de los procedimientos endoscópicos en los que el cirujano opera mirando la imagen [del campo operatorio] en un monitor de televisión, aquí uno tiene una visión directa, tridimensional, de lo que está haciendo."

El cirujano opera mirando a través del mismo orificio por el que introduce el instrumental quirúrgico, amplificado obviamente por un microscopio electrónico.

"Otra posibilidad que ofrece esta técnica es que, en caso de que uno se encuentre con otra afección asociada con la hernia discal, que no puede ser resuelta por este abordaje tubular, sencillamente se agranda la incisión y se la convierte en una microcirugía convencional", concluyó el neurocirujano.

Por Sebastián A. Ríos
De la Redacción de LA NACION