Un grupo de científicos, profesionales de la Atención Primaria y organizaciones de pacientes han elaborado dos nuevas guías complementarias para el diagnóstico y tratamiento de la rinitis alérgica en las que ha colaborado la Global Allergy and Asthma European Network (GALEN) y aparecen publicadas en agosto en “Allergy”.
Las guías revisan las mejores prácticas contra la rinitis que se realizan en el mundo, basadas en las más recientes investigaciones, y proponen un cuestionario práctico para el diagnóstico en el que se incluyen consejos sobre cómo diferenciar la rinitis alérgica de otras enfermedades comunes, como el resfriado común o la rinitis no alérgica. El lanzamiento de estas guías forma parte de la campaña lanzada en 2007 por GALEN y titulada “¿Puede la rinitis conducir al asma?”.
Según el Prof. Jean Bousquet, presidente del grupo Aria y vicepresidente de la GALEN, "ni la rinitis alérgica ni la no alérgica son trastornos triviales". "Estas enfermedades afectan la calidad de vida de los pacientes y sus actividades en escuela o trabajo", declara. "Además, las personas con rinitis alérgica corren un grave riesgo de desarrollar asma y muchos de ellos sufren asma también. Aunque los pacientes se quejan de su nariz, el asma debe ser controlada por el médico", añade.
La rinitis alérgica es una de las enfermedades crónicas más comunes, con más de 600 millones de personas afectadas en todo el mundo. Más de 200 millones de ellas sufren además asma. Sin embargo, la rinitis alérgica está infradiagnosticada e infratratada.