Por: Valeria Román
La obsesión exagerada por estar flacos ya alcanzó a los varones adolescentes. Dos de cada diez chicos que consultan por trastornos en la alimentación, como bulimia y anorexia, no paran de preocuparse por sus cuerpos, los perciben con kilos de más, y caen en comportamientos que los ponen en riesgo para su salud.
"Por décadas, la anorexia y la bulimia fueron trastornos que afectaban más a las mujeres. Pero empieza a expandirse a los varones, como consecuencia del culto al cuerpo que hay en la Argentina. Ellos se acercan más a nuestro consultorio. Generalmente, vienen con sus padres", contó a Clarín Mabel Bello, fundadora de la Asociación de Lucha contra la bulimia y la anorexia (ALUBA).
"Este cambio tiene que ver con que hay una mayor presión sobre los varones que los lleva a pensar que la estética exterior es la clave del éxito y se van obsesionando con la panza, a la vez que combinan el trastorno alimenticio con adicciones al alcohol, al cigarrillo y a drogas", agregó.
Muchos de los chicos que empiezan a padecer bulimia o anorexia pertenecen a las llamadas tribus urbanas, como los grupos de "floggers", los "góticos" y los "emos" (ver Algunas...). "Para ser aceptados en los grupos, muchos empiezan a seguir dietas. Algunos nunca están conformes con su peso y desarrollan bulimia o anorexia. A diferencia de las chicas, los varones tardan en reconocer que están con este tipo de enfermedad", señaló Bello. "No dicen 'me veo gordo', porque lo consideran poco masculino. Atribuyen el no comer a mitos, como por ejemplo se inventan que tienen un virus y no quieren alimentarse". Otra diferencia es que los varones tienden a restablecerse más rápido que las mujeres cuando empiezan un tratamiento.
"Las chicas con anorexia se suelen quejar por la grasa de más que supuestamente tienen. En cambio, los varones que sufren estos trastornos alimenticios se preocupan más por su masa muscular, hacen ejercicios físicos y toman energizantes de manera compulsiva. Lo cierto es que al comer mal, pasan a un estado de desnutrición que va en contra de tener una buena masa muscular", comentó Débora Setton, jefa de nutrición pediátrica del Hospital Italiano de Buenos Aires.
Esta especialista también indicó que "la anorexia y la bulimia están alentadas peligrosamente desde los sitios que justifican y alientan en la Web los trastornos". Se trata de sitios conocidos como "pro-ana" (pro anorexia) y "pro-mia" (pro bulimia), que se suman a blogs y fotologs que promueven enfermedades potencialmente mortales.
¿Por qué más chicos están afectados?
Para María Laura Formisano, presidenta del Instituto de Lucha Contra la Bulimia y la Anorexia (LUCOBA), "el bombardeo de la presión por un cuerpo delgado es muy fuerte. Y los adolescentes están formando su identidad. Por lo cual, quedan entrampados en esa cultura que sólo valora lo flaco".
El médico psicoanalista Ricardo Rubinstein, de la Asociación Psicoanalítica Argentina, opinó que "la identidad no está aún asentada en los adolescentes. Algunos se agarran del parecer y se lo toman como un sustituto del ser. Así, algunos alteran su cuerpo y pueden pagar un precio muy caro por eso". Para tratar estos desórdenes, el enfoque actual incluye la atención con médicos, nutricionistas y psicólogos. "La familia -resaltó la nuticionista Setton- debe estar incluida en el tratamiento".
Algunas tribus urbanas
Floggers
Los "floggers" son los adolescentes que tienen un fotolog, un sitio en Internet donde muestran sus fotos y comentarios. Usan pantalones de colores llamativos y apretados, remeras amplias con cuello en V con colores fluorescentes. Tienen un flequillo que tapa parcialmente o por completo los ojos.
Góticos
Los "góticos" son los que usan ropa negra, maquillajes recargados y peinados elaborados. Están fascinados con la historia medieval. Dicen que no son violentos, pero sí melancólicos y sensibles. Un estudio científico realizado en Escocia reveló que los góticos son más propensos a autoinfligirse daños o a intentar suicidarse que otros jóvenes.
Emos
Los "emos" se destacan por sus ojos maquillados, ropas negras, flequillos en el ojo y la mirada triste. Se definen como personas sensibles (de hecho, se llaman "emo" por "emotional" en inglés).
Lo que hay que saber
Antecedentes
La anorexia empezó a ser identificada a fines del siglo XIX, cuenta a Clarín Valeria Hirschler, especialista en nutrición del Hospital Durand. La tendencia a estar flaca creció con el auge de la publicidad en los años 60. Muchas mujeres seguían a Twiggy, la supermodelo inglesa que se destacó por su delgadez. En la Argentina se estima que el 10% de las mujeres que tienen entre 12 y 30 años, padecen bulimia o anorexia.
Signos de alerta
Los padres de adolescentes deberían estar atentos a los comportamientos de los hijos para detectar a tiempo la bulimia o la anorexia, según María Laura Formisano, de Lucha contra bulimia y anorexia (LUCOBA). "Hay que sospechar cuando cambian bruscamente su alimentación".
Otros indicios pueden ser los momentos en que los adolescentes suprimen alimentos por "engordantes" o se hacen vegetarianos; si dicen que ya comieron en la escuela o con los amigos y se niegan a alimentarse en el hogar frecuentemente.
El uso del baño después de las comidas, el consumo de laxantes y diuréticos, el estar atentos a la balanza, pueden ser otros comportamientos.
Generalmente, los adolescentes con estos trastornos están pálidos, no quieren salir, bajan de peso abruptamente y hasta llegan a robar dinero para ir a comprarse laxantes.
En las chicas, la falta de menstruación por tres meses puede ser un síntoma. Los varones suelen hacer ejercicio físico compulsivamente.
Los peligros de un click
Diana Baccaro - dbaccaro@clarin.com
La tendencia arrancó en sitios Web y después se sumaron blogs y fotologs. Basta con escribir las palabras "dieta" o "calorías" para que aparezcan con la velocidad de un click cientos de páginas dirigidas a adolescentes que justifican la anorexia y la bulimia como un "estilo de vida". Un peligro al alcance de la mano. Clarín publicó este año una nota sobre un juego virtual que se convirtió en un boom en Europa que incitaba a la anorexia y consistía en alimentar, vestir y maquillar muñecas para convertirlas en estrellas. Al poco tiempo, Francia aprobó un revolucionario proyecto de ley para castigar a las páginas de Internet que promueven la delgadez extrema. Un debate que aún está pendiente aquí. Castigar no es limitar la libertad. Por el contrario, es ayudar a los adolescentes a crecer libres de estas adicciones culturales. Y es responsabilidad de todos trabajar con la arcilla húmeda de los chicos para que luego sepan ellos elegir a sus mejores modelos.
Enfermedades
El Congreso Nacional sancionó una ley, el 13 de agosto, que reconoce a la obesidad, la bulimia y a la anorexia como enfermedades, que deberán ser incorporadas al Programa Médico Obligatorio (PMO).