Por Amanda Gardner
(FUENTES: John Erwin III, M.D., associate professor, internal medicine, Texas A&M Health Science Center College of Medicine, and senior staff cardiologist, Scott & White Hospital, Temple; Nov. 9, 2008, presentation, American Heart Association's annual scientific sessions, New Orleans)
Un estudio reciente ha hallado que los índices de hospitalización por insuficiencia cardiaca han aumentado dramáticamente en las últimas tres décadas, una epidemia que representa una carga enorme para el sistema de atención de la salud.
En 2006, se calcula que 807,082 hombres y mujeres mayores de 65 fueron hospitalizados por insuficiencia cardiaca, cuando eran 348,866 en 1980, un aumento de 131 por ciento.
Además, el aumento en los índices de hospitalización ha sido más dramático entre los hombres que entre las mujeres, según un estudio de la Universidad de Drexel que debía ser presentado el domingo en las sesiones científicas anuales de la American Heart Association, AHA en Nueva Orleáns.
"Quizá si habla con cualquier cardiólogo, sin importar su ambiente de práctica, e incluso a un médico de atención primaria que trabaja en un hospital, se encontrará con un ambiente extremadamente común", señaló el Dr. John Erwin III, profesor asociado de medicina interna del colegio de medicina del Centro de ciencias de la salud Texas A&M y cardiólogo principal del Hospital Scott & White de Temple.
"De lejos, la insuficiencia cardiaca es el código de diagnóstico principal cuando los pacientes son ingresados al hospital, particularmente entre los mayores de 54", dijo.
"Claramente, sabemos que los pacientes de mayor edad exigen estadías hospitalarias más largas y usualmente tienen otras comorbilidades [enfermedades], como insuficiencia renal o anemia", agregó Erwin. Esto va a recargar enormemente el sistema de atención de la salud. Ya lo está haciendo”.
La insuficiencia cardiaca tiene lugar cuando el músculo cardiaco ya no puede bombear suficiente sangre a diferentes partes del organismo. Se piensa que más de cinco millones de estadounidenses viven con insuficiencia cardiaca y se diagnostican 660,000 casos nuevos cada año.
Los avances médicos, irónicamente, han conducido a más insuficiencia cardiaca, aseguró Erwin. "Los pacientes que venían a los hospitales con ataques cardiacos y morían en años anteriores, están vivas, pero viven con insuficiencia cardiaca", dijo. "Aunque tenemos éxito con los ataques cardiacos con más frecuencia, esto es parte de lo que queda".
La epidemia de insuficiencia cardiaca es el reflejo de varias epidemias más, como la hipertensión arterial, la obesidad y la diabetes, que también son factores de riesgo de insuficiencia cardiaca, según los autores del estudio.
El estudio, el primero en examinar los índices de hospitalización por insuficiencia cardiaca durante las últimas tres décadas, examinó la información de altas hospitalarias sobre más de 2.2 millones de personas a partir de los 65 entre 1980 y 2006.
Los investigadores, de la facultad de salud pública de Drexel de Filadelfia, hallaron lo siguiente:
Los índices de hospitalización por insuficiencia cardiaca aumentaron 131 por ciento entre 1980 y 2006.
La cantidad de mujeres hospitalizadas por insuficiencia cardiaca aumentó en 55 por ciento anualmente, en comparación con veinte por ciento anualmente para los hombres.
El riesgo relativo de hospitalización por insuficiencia cardiaca fue 37 por ciento superior para los que vivían entre 2000 y 2006 que para los que vivían entre 1980 y 1984.
Las personas a partir de los 85 tuvieron cuatro veces el riesgo de resultar hospitalizadas por insuficiencia cardiaca, en comparación con las que tenían entre 65 y 74. Las personas entre los 75 y los 84 tuvieron el doble del riesgo de hospitalización en comparación con los que eran una década más jóvenes.
Los índices de hospitalización por enfermedad cardiaca coronaria y accidente cerebrovascular se han reducido desde mediados de los ochentas. La insuficiencia cardiaca es la única de tres formas principales de enfermedad cardiovascular para mostrar un incremento.
La tendencia probablemente empeore con el envejecimiento de la población estadounidense, según los autores del estudio.
Pero hay esfuerzos en curso para reducir la carga actual y futura, señaló Erwin.
"Varias organizaciones se están esforzando para desarrollar estrategias para la gestión de enfermedades, cosas muy básicas que podemos hacer por la insuficiencia cardiaca y, si nos adherimos a ellas, las probabilidades de que un paciente vuelva a ser reingresado por exacerbación es mucho más baja", dijo. "Esos van a ser la clave y los esfuerzos nacionales por controlar la diabetes, la presión arterial y la obesidad serán claves".