Los próximos días serán clave

Resultó exitoso el trasplante cardíaco de un médico

Padece una miocarditis viral grave.

Clarin.com 08.01.09

El médico que fue trasplantado sigue estable, pero con fiebre.

Buscan determinar qué es lo que la está provocando. Y tiene un problema pulmonar.

Jorge Rodríguez Kissner, el médico que recibió el domingo un trasplante de corazón después de estar veinte días esperando en emergencia nacional, pasó las primeras horas críticas en relativo buen estado. "Está estable, aunque con fiebre y con ese problema en los pulmones", dijo su esposa, Gabriela Sáez.

De 47 años, padre de tres hijos de 10, 6 y 5 años, médico ginecólogo y obstetra, Rodríguez Kissner sufrió una miocarditis viral, "una infección en el corazón de origen viral, fulminante", explica su mujer. Cuando se enteraron que lo único que podía salvarlo era otro corazón, su familia y amistades iniciaron una campaña de difusión y concientización sobre la necesidad de donar órganos. Sáez decía ayer en Clarín que toda su familia es donante y que nunca pensaron que iban a estar del lado de los que esperan. "Es ahí cuando uno termina de entender lo importante de este acto de generosidad".

Tantos días en las listas de espera del INCUCAI -hay, en total, 5.566 personas esperando ser trasplantadas- le causaron complicaciones pulmonares, porque estuvo conectado a una máquina de circulación extracorpórea. Es decir, la sangre salía de su cuerpo y era impulsada por una bomba.

"Si en vez de haber estado 15 días así hubiera estado unos cinco, la recuperación habría sido más fácil", dijo la mujer. "Ahora esperemos pasar los primeros tres días, que es cuando pueden suceder las cosas más graves".

Gabriela Sáez contaba anoche: "Me dijeron que está estable. Le están haciendo cultivos porque con la asistencia extracorpórea tenía unas cánulas. Ahora mandaron a analizarlas a ver si pueden identificar lo que le causa fiebre y darle el medicamento adecuado".

Por ahora el médico sigue con el respirador. "Pasó poco tiempo; la operación terminó a las 4 de la mañana del lunes. Todavía hay que esperar".

El 11 de diciembre el médico atendió algunos partos. Al día siguiente se despertó con dolores en el pecho y problemas para respirar. En la Fundación Favaloro le hicieron una biopsia, que dio como resultado que padecía una miocarditis viral fulminante. La única opción era el trasplante.

El corazón al fin llegó, de un donante de la provincia de Buenos Aires. La misma persona donó el hígado, que fue trasplantado en un hombre de 60 años. 


06.01.09
Evoluciona el médico al que le fue trasplantado un corazón

Clarín.com

La operación duró más de cinco horas y terminó en la madrugada de ayer. Los especialistas advirtieron que las primeras 72 horas son clave. En los días anteriores había habido dos intentos fallidos. Estuvo veinte días en emergencia nacional.

Por: Georgina Elustondo

Pasó varias horas con él, acompañándolo, descontando minutos interminables. Era domingo, hacía calor. A las 15, la convencieron para que saliera un rato de la sala de terapia intensiva de la Fundación Favaloro y compartiera unos mates en la casa de un familiar en la Capital. Lo hizo. "Cerca de las 17, sonó el celular y me dijeron que había un donante para Jorge, que volviera urgente para firmar el consentimiento, que había esperanza". Gabriela Sáez de Rodríguez Kissner, la esposa de Jorge, el médico que recibió el domingo a la noche un trasplante de corazón tras pasar veinte días en emergencia nacional, no podía creer lo que escuchaba. "Cuando me dieron la noticia casi me muero de la emoción. En los últimos días había habido dos operativos frustrados y sentí que esta vez, la tercera, era la vencida".

Lo fue. El corazón de un donante de la provincia de Buenos Aires late hoy en el pecho de Jorge, y su esposa y sus tres hijos lo agradecen "eternamente". "Queremos asegurarle a esa familia que tuvo la generosidad de pensar en otros que ese órgano está en el cuerpo de una buena persona", llora Gabriela. "Y queremos contarles, también, que ni bien nos enteramos rezamos mucho por su alma. Nunca dejaremos de decirles gracias".

Lo cuenta al día siguiente, ayer, mientras su marido evoluciona levemente y se encuentra aún en estado delicado, según le informan los médicos. Y con la tensión de quienes tienen que transcurrir las 72 horas siguientes a la intervención para tener un panorama más claro respecto del futuro.

La pesadilla de los Rodríguez Kissner comenzó el 12 de diciembre, al día siguiente de una jornada en la que atendió partos y realizó sus actividades como cualquier otro día. Esa mañana, Jorge se despertó con dificultades respiratorias y un fuerte dolor en el pecho. Creyó que estaba teniendo un infarto y pidió a su esposa que lo llevara al Hospital Pueblo Evita, en Berazategui, donde trabaja.

Durante el viaje, él mismo se realizó los masajes convenientes para el cuadro que creía tener. Tres días después, una biopsia en la Fundación Favaloro reveló que el problema era otro, y que era gravísimo: tenía una miocarditis viral fulminante. Su vida dependía de un trasplante. Y no había ninguna otra opción.

"Para Jorge y para todos fue durísimo escuchar ese diagnóstico. Jorge se angustió mucho porque no era una persona cardíaca. Era un tipo perfectamente sano, y de un día para el otro le dicen que su corazón no sirve más. Fue tremendo. Los psicólogos de Favaloro tuvieron que hablar mucho con él para calmarlo, porque estaba muy mal. Tuvo conciencia de lo que le pasaba hasta hace unos tres o cuatro días, cuando tuvieron que subirle el nivel de sedación", contó Gabriela a Clarín.

Aún así, dormido, su esposa le habló minutos antes de que ingresara al quirófano, el domingo a las 20 horas. "Me dieron diez minutos y le conté que había llegado un corazón para él, que iba a estar bien. Y enseguida se lo llevaron. El corazón del donante llegó recién a las 22, y la operación terminó después de las 3 de la mañana", explicó Gabriela. Un hombre de 60 años, también del sur bonaerense, recibió el hígado del mismo donante anónimo.

Durante los casi veinte días que pasó conectado a una máquina de circulación extracorpórea, Jorge tuvo serios problemas en uno de sus pulmones. "La pasó mal. Lo desfibrilaron muchas veces, tuvo hemorragias, arritmias y demás. Y fue superando todo. Tenemos mucha fe en que salga adelante de ésto también", confía Gabriela.

El pulmón más comprometido volvió a tener problemas durante la intervención, por lo cual Kissner está con respirador artificial y muy controlado. Los médicos dicen que hay que esperar.

Jorge tiene 47 años y es padre de tres hijos de 10, 6 y 5 años. Es médico ginecólogo y obstetra, y vive en Berazategui. "Los más chicos no se dan cuenta de lo que pasa. Sólo saben que su papá no está, que está muy enfermito y que yo tengo su celular. La más grande sí: la noche de la operación me mandó mensajitos hasta las 5 de la madrugada, preguntando por su papá. Tenemos esperanza en que nos reencontraremos todos muy pronto", dice Gabriela.

La enfermedad que acorraló la salud de Jorge Kissner es poco frecuente. Lo más desesperante es que, hasta el momento en que se desencadena, no hay nada en la salud de la persona que haga prever un destino así.

A lo largo de los veinte días que pasó Jorge Kissner en emergencia nacional, sus familiares y amigos hicieron una caravana y convocaron a los medios una y otra vez para "despertar" conciencias y estimular voluntades en torno a la decisión de donar órganos.

"Nosotros, en la familia, somos todos donantes. Nunca fue un tema tabú, sino algo natural, espontáneo. De todos modos, nunca imaginamos estar de este otro lado. Es ahí cuando uno termina de entender la importante de este acto de generosidad", subrayó Gabriela.

Oíd, mortales

Oscar Finkelstein

Lo (relativamente) bueno de casos como el de Jorge Rodríguez Kissner es que ayudan a hacer visibles dramas que viven a diario miles de personas, aquí y en todo el mundo. Que un hombre de mediana edad, sano, según parece sin grandes problemas económicos ni familiares -y para colmo, ¡médico!- se vea de pronto expuesto a la necesidad de un trasplante como única de opción de sobrevivencia nos hace, con suerte, más conscientes de la importancia de la donación de órganos. Y nos revela, seguro, más mortales.


 05.01.09

Por su parte Gabriela Kissner, su esposa, dijo esta mañana a la prensa: "A las cuatro terminó la operación y ahora estamos esperando las horas más críticas para ver como sale de esta cirugía".

La situación del médico era desesperante ya que ningún donante había aparecido a pesar de que en ese período había sido declarado en emergencia nacional del Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e Implante (Incucai).

Manuel Lozano, uno de los voceros de Red Solidaria, indicó que una familia "donó el corazón y de inmediato decidieron operarlo". Como indica la ley, no trascendió ningún dato respecto del donante para "preservar el duelo de la familia", informaron en el Incucai. Tampoco trascendió si otros órganos fueron derivados hacia otros pacientes críticos.

El médico neonatólogo de 47 años, padre de tres hijos, padecía una afección cardíaca de origen viral (miocarditis fulminante) y desde hacía catorce días permanecía conectado a unas máquinas que lo mantenían con vida.

Junto con los familiares, organizaciones solidarias lanzaron una campaña para concientizar a la población e informar de la "emergencia nacional" en que se encontraba para conseguir la donación de un corazón compatible 

La intervención del paciente se extendió durante la madrugada y resultó positiva, sin embargo los próximos tres días son claves para ver su evolución.

Tras casi dos semanas de espera por un corazón, el médico Jorge Rodríguez Kissner fue trasplantado anoche con exito en la Fundación Favaloro, tras una intervención que se extendió durante aproximadamente ocho horas.

Tras casi dos semanas de espera por un corazón, el médico Jorge Rodríguez Kissner fue trasplantado anoche con exito en la Fundación Favaloro, tras una intervención que se extendió durante aproximadamente ocho horas.