Por: Daniel Lagares
Acaso sin quererlo, uno de los médicos del plantel del Gremio, Araclio Endres, disparó un debate que aún debe darse en la medicina deportiva sobre el uso del sildenafil, la droga de la popular Viagra, en los deportistas. Dijo que estudiaban la posibilidad de suministrársela a los jugadores del club para los tres partidos que Gremio debe disputar como visitante en la Libertadores. Fue tal el revuelo que otro médico del club, Marzio Bolzoni, dijo anoche que su colega fue "mal interpretado".
En un alto de la pretemporada del plantel gaúcho en Bento Goncalves, los periodistas le dijeron a Endres que en Palmeiras estudiaban el uso del Viagra en deportistas. El médico respondió que "en algún lugar lo esuché. Todo aquello que pueda beneficiar a los atletas en la altura debe ser analizado. Será discutido por el departamento médico y si se confirman los beneficios, será usado". Endres agregó que SDLqleyendo una revista, que no era justamente de las que se ocupan de cuestiones médicas, descubrimos que el Viagra podría utilizarse también con otros fines y decidimos investigarlo científicamente".
Los jugadores, tomaron la iniciativa con humor. El lateral izquierdo Fabio Santos dijo que la idea le parecía "ciertamente extraña, aunque nos adaptaremos". Y añadió que "si nos dan el Viagra, en las concentraciones va a ser mejor que tomemos el ascensor de a uno..." En el plantel hay un argentino. Es Sergio Ortemán, ex Independiente y Boca.
"Veremos entonces si lo utilizamos, aunque antes quiero estar bien seguro de los pro y las contras", comentó el técnico Celso Roth. Gremio debe jugar ante el mexicano Pachuca, a 2.400 metros sobre el nivel del mar, con el colombiano Boyacá Chico, a 2.600 metros y frente a el boliviano Aurora, en Cochabamba, a 2.500 metros.
Anoche, en cambio, Bolzoni dijo que el Viagra "no forma parte de nuestro arsenal". Añadió que "no hay comprobación científica de que el medicamento pueda ser beneficioso en el fútbol. Gremio nunca haría uso de algo que está en fase experimental en atletas profesionales. Si se comprobase que aumenta el rendimiento, inmediamente se consideraría su uso como doping".
Lo que dice Bolzoni, es cierto. pero también es cierto que el sildenafil no figura en la lista de sustancias prohibidas en el fútbol. No se conocen trabajos de exprimentación en futbolistas. Luis Seveso, médico de River, le dijo anoche a Clarín que "habría que hacer un trabajo extenso. Por ejemplo darles a 10 jugadores y probarlo. Y después con otros 10 y después con placebos. Y luego, ver si eso no es dóping". Fabio Cruz es el médico de la Selección de Colombia. Enterado de la idea de Endres, dijo a radio Caracol que "el viagra es un vaso dilatador y como tal permite la entrada de más oxigeno, de más sangre a los tejidos pero quedaría como una sustancia dopaje".
La Confederación Sudamericana tiene habilitados cinco laboratorios para hacer los controles en sus torneos internacionales. Están en Brasil, Colombia, Chile, Uruguay y Argentina pero sólo los de los dos primeros países hacen las contrapruebas, en caso de detectar un dóping. La Comisión antidoping de la Conmebol es presidida por un brasileño, Marco Antonio Teixeira.
Más allá de la discusión sobre la droga sería o no considerada como sustancia dopante, mejora la circulación sanguínea. Eso, en teoría, facilitaría la prestación física en la altura. De ahí el interés expresado por Endres. Sin embargo, habría que evaluar las acciones colaterales del suministro. No se puede recetar a cardíacos o a personas con problemas renales, aunque, se supone, un deportista no tiene estos padecimientos. También se deberían estudiar los efectos molestos, como picazón de garganta o cefaleas. Se descarta que un futbolista que haya ingerido sildenafil "sufra" una erección durante un partido ya que para que la droga tenga efecto, debe ser disprada por la excitación sexual. No suelde darse esto en los partidos, a no ser que la muletilla "el gol es como un orgasmo" sea algo más que una metáfora de los delanteros.