Unicef, Estado Mundial de la Infancia 2009

Ser madre en países pobres es 300 veces más peligroso

Cada día mueren 1.500 mujeres por problemas del embarazo y del parto. Las muertes maternas están estancadas desde hace 18 años, con más de 500.000 al año. La mortalidad infantil, por el contrario, ha mejorado aunque quedan retos por superar.

El riesgo de morir durante el parto en Níger es de uno entre siete. En Irlanda, de uno entre 47.600. En países pobres, tener un hijo sigue suponiendo un gravísimo riesgo: es 300 veces más peligroso que en los países industrializados. El informe presentado ayer por Unicef, Estado Mundial de la Infancia 2009, pone el acento en la situación materna y neonatal: cuatro millones de recién nacidos (hasta 28 días) mueren cada año por causas fácilmente evitables.

El documento resalta avances en salud infantil. En los últimos años se ha reducido la mortalidad en menores de cinco años, pero no en recién nacidos. En el primer mes de vida se producen el 40% de los fallecimientos hasta los cinco años. La presidenta del Comité Español de Unicef, Consuelo Crespo, hizo hincapié en la relación directa entre la salud de madres e hijos: "Si todas las mujeres contasen con servicios básicos de asistencia, las muertes bajarían un 80%".

Las infecciones suponen el 36% de las muertes en recién nacidos, principalmente el tétanos, la gastroenteritis y la neumonía. El informe indica que la prevención es posible: buenos hábitos de higiene, atención sanitaria, una adecuada alimentación de la madre y la reducción de embarazos en menores de 15 años, frenarían drásticamente el problema.
 

El Mundo, España
INFORME DE UNICEF
(Foto: UNICEF) CRISTINA DE MARTOS

Es la mayor desigualdad del mundo en materia de salud. El riesgo de morir por problemas obstétricos es 300 veces mayor en los países pobres que en los industrializados. Además del medio millón de muertes maternas anuales, 10 millones de mujeres más arrastran lesiones para el resto de su vida. Este es, según destaca en último informe de UNICEF sobre el Estado Mundial de la Infancia, el objetivo de desarrollo del milenio en el que menos se ha avanzado.

"Es necesario ponerle cara a estas cifras porque de tanto comentarlas podemos acostumbrarnos ellas", ha señalado Consuelo Crespo, presidenta de UNICEF en España durante la presentación del informe, a la que han acudido además la Secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, o los embajadores de esta agencia Imanol Arias y Ana Duato.

Las causas de estas muertes siguen siendo las mismas. Las hemorragias postparto, las infecciones, la eclampsia (trastorno hipertensivo), las obstrucciones durante el parto o el parto prolongado, además de los abortos.

Los escasos avances en salud materna son resultado de numerosas causas subyacentes. "Salvar las vidas de las madres requiere más que una intervención médica", ha destacado Crespo. "Hay que reconocer los derechos de las mujeres, equipararlos a los de los hombres, evitar la violencia, los abusos...".

Esta posición de desventaja en que se halla la población femenina en diversos países y culturas es la responsable directa de muchas de estas muertes, como las cerca de 70.000 que se producen en niñas menores de 15 años y jóvenes entre 15 y 19, obligadas al matrimonio y la maternidad infantil.

Lamentablemente, la situación no ha cambiado en los últimos 18 años, un tiempo en el que se podían haber evitado más de nueve millones de defunción relacionadas con el embarazo y el parto. El 99% de éstas se produce en países de África y Asia, como Níger, donde una de cada siete gestantes está en riesgo de muerte. En el otro extremo de la tabla está Irlanda, dónde sólo una de 47.600 mujeres afronta ese riesgo.

Mejora la mortalidad infantil

La buena noticia del informe es que las políticas en materia de salud infantil están dando sus frutos. Si en el año 1990 morían anualmente 13 millones de niños menores de cinco años, en 2007 la cifra cayó hasta los nueve. No obstante, la mortalidad durante el primer mes de vida continúa siendo una asignatura pendiente, ya que suponen el 40% del total.

La mayor parte de estas defunciones ocurren en las primeras 24 horas y se deben a tres causas fundamentales, las infecciones, la asfixia y la prematuridad, según ha explicado el presidente de la Sociedad Española de Pediatría, Alfonso Delgado. Además, por cada recién nacido que muere, otros 20 padecen lesiones derivadas del parto. Por ejemplo, más de un millón de niños y niñas que cada año sobreviven a la asfixia en el parto acaban padeciendo discapacidades como la parálisis cerebral o dificultades de aprendizaje.

Delgado ha destacado la "estrecha vinculación entre la situación de las mujeres y la situación de la infancia". Por ejemplo, un recién nacido que pierde a su madre en las primeras semanas de vida tiene más probabilidades de morir durante los dos primeros años de edad.

Soraya Rodríguez ha subrayado el compromiso de España, que es el país donante más importante de UNICEF, en materia de cooperación internacional y ha lamentado que "la realidad nos demuestre cada día que las diferencias entre los países siguen aumentando".