Fabiola Czubaj
Un relevamiento del estado de salud materno-infantil en nuestro país que se dará a conocer hoy revela un dato alarmante: casi el 60% de las muertes de bebes en los primeros meses de la vida ocurren por causas que pueden prevenirse con medidas tan sencillas como lavarse las manos antes de revisarlos.
El Informe de Salud Materno-Infantil Juvenil 2009 fue realizado por la Sociedad Argentina de Pediatría y Unicef. En sus sesenta páginas se advierte, en general, un deterioro de la calidad de la vida asociada con la salud de los chicos y adolescentes en los últimos años. Los resultados más impactantes los proporcionan la alta cantidad de muertes de bebes que se podrían evitar en los primeros doce meses de la vida si se aplicara el conocimiento científico disponible con una infraestructura adecuada para la atención de la salud.
Los últimos datos suministrados por el Ministerio de Salud, que corresponden a 2007, muestran que de los 5964 bebes que murieron ese año en los primeros 28 días de vida (período neonatal) se podría haber salvado a 3041 recién nacidos (el 57,2%) en condiciones óptimas.
Bajo esas mismas condiciones, que básicamente consisten en disponer de medidas de prevención y tratamiento en el momento oportuno durante el embarazo, el parto y el primer año de vida, de los 3336 bebes que fallecieron en 2007 entre los 28 y los 365 días de vida (período posnatal) se podrían haber evitado 1211 muertes (el 56%).
"Es vergonzoso que casi el 60% de los bebes mueran por causas evitables -consideró el doctor Hugo Sverdloff, coordinador del informe e integrante del Comité de Pediatría Social de la SAP-. Nos preocupa también el aumento de la mortalidad infantil, en general, que pensamos que tiene que ver con la situación de crisis que vive el país, pero también el aumento de las muertes neonatales, que son las más difíciles de manejar y tienen que ver principalmente con el manejo del embarazo y el parto."
Según el informe, que se presenta hoy en el Centro de Capacitación y Docencia Dr. Carlos Gianantonio, de la SAP, el 44% de las muertes neonatales se podrían haber reducido en 2007 con el diagnóstico y el tratamiento oportuno de los problemas durante la gestación y el parto. Un 12% de los decesos se podrían haber evitado si ese diagnóstico y tratamiento hubiese llegado a tiempo.
"Han mantenido un descenso coherente ciertas causas dependientes más que nada del manejo obstétrico pediátrico alrededor del parto (complicaciones del trabajo de parto, hipoxia intrauterina y asfixia del nacimiento) -precisa el texto del informe-. Preocupa el ascenso franco de la cantidad de muertes por problemas relacionados con la edad gestacional, la sepsis bacteriana [infecciones en el recién nacido por bacterias transmitidas por la madre en el momento del parto] y los trastornos hemorrágicos (...). Es indudable que estos problemas merecen un atento seguimiento y preocupación por parte del sistema de salud."
Factores sociales
En cambio, a partir del mes de vida, la mortalidad se debe principalmente a factores sociales, como la desnutrición y los problemas de acceso a la atención médica. De hecho, en el período posneonatal, el 26,5% de las defunciones se podrían haber evitado mediante la prevención y el tratamiento.
"En estos últimos cinco años -concluye el informe-, las diez primeras causas de muerte no variaron y sólo intercambiaron sus posiciones, a excepción de las malformaciones congénitas del corazón. Lo que llama la atención es el lugar preeminente que tienen el síndrome de muerte súbita infantil y otros accidentes que obstruyen la respiración."
Ambas causas ocupan el cuarto y el quinto lugar en las diez principales causas de muerte antes del año de vida, después de las malformaciones cardíacas congénitas, la neumonía y la septicemia, que ocupan, respectivamente, los tres primeros lugares.
"Creemos que todo esto es es una expresión directa de la crisis que vivimos, la inequidad y la pobreza", resumió Sverdloff, pediatra diplomado en salud pública. Por eso, la SAP elevará recomendaciones al Ministerio de Salud para reducir la enorme brecha que existe entre las provincias para acceder a servicios de salud.
Según la doctora Margarita Ramonet, que preside la SAP, los datos son "confiables" como para comenzar a capacitar a los pediatras con talleres en el lugar de trabajo a la espera de la decisión política de "activar" la atención primaria de la salud. Para eso, la Sociedad desarrolló un Plan Estratégico en Salud Materno Infanto Juvenil que ofrecerá a las autoridades.