En comparación con los niños que están vacunados contra la tos ferina, los que no están vacunados tienen 23 veces más probabilidades de sufrir la infección, un hallazgo que muestra el peligro que enfrentan los niños cuyos padres se niegan a que sus hijos sean vacunados.
Esa es la conclusión de los investigadores que revisaron las historias clínicas de miembros de Kaiser Permanente de Colorado entres los 2 meses y los 18 años entre 1996 y 2007, e identificó 156 casos de tos ferina (pertussis).
"Este estudio ayuda a disipar una de las creencias más comunes entre los padres que se niegan a la vacunación, que sus hijos no están en riesgo de enfermedades que se pueden prevenir con vacunas", señaló en un comunicado de prensa de Kaiser Jason Glanz, científico principal del Instituto de investigación en salud de Kaiser Permanente.
"También muestra que la decisión de negarse a las vacunas podría tener ramificaciones importantes para la salud de toda la comunidad. Basado en nuestro análisis, hallamos que una de cada diez infecciones por tos ferina se podría prevenir con la inmunización", aseguró Glanz.
El estudio aparece en la edición de junio de "Pediatrics".
La mayoría de los niños están vacunados, pero la cantidad de pacientes que se niegan a que sus hijos sean vacunados parece estar aumentando en los EE. UU., según los investigadores. Este estudio no examinó las razones por las que los padres se negaron a que sus hijos fueran vacunados ni evaluó los efectos secundarios de las vacunas.
En 1976, se informó sobre poco más de 1,000 casos de tos ferina en los Estados Unidos. La cifra aumentó a cerca de 26,000 casos en 2004. Entre 2000 y 2005, se informó sobre 140 muertes por tos ferina en los EE. UU., según la información de respaldo del comunicado de prensa.