Una secuela que puede durar varios meses

Síndrome de fatiga crónica en adolescentes con Mononucleosis

A los seis meses de estudio, el 13% había desarrollado el síndrome, que persistió en el 7% a los 12 meses y en el 4% a los dos años.

De acuerdo con las conclusiones de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Nothwestern en Chicago (Estados Unidos) y publicado en el último número de la revista Pediatrics (2009;124:189-193), los adolescentes que sufren mononucleosis presentan un riesgo incrementado de desarrollar síndrome de fatiga crónica.
 
La literatura recoge evidencias que muestran cómo uno de cada 10 adultos que padecen mononucleosis aguda p desarrolla síndrome de fatiga crónica. Una relación, sin embargo, mucho menos estudiada en la población adolescente.
 
Por ello, los investigadores, dirigidos por el Dr. Ben Z. Katz, analizaron a 301 adolescentes con la infección. Transcurridos 6 meses de estudio, hasta 70 pacientes (el 24% de la muestra) aún no se habían recuperado totalmente.
 
Hasta 39 participantes, esto es, un 13% de la muestra inicial, fueron diagnosticados de síndrome de fatiga crónica. Y seis meses más tarde, esto es, a los 12 meses de iniciarse el estudio, el 7% aún padecía el síndrome, así como el 4% transcurridos 24 meses –porcentaje 20 veces superior al observado en la población general adolescente.
 
Los 13 participantes que todavía presentaban el síndrome a los 24 meses eran mujeres.
 
La administración de corticosteroides para tratar la mononucleosis cuando fue diagnosticada no afectó al riesgo de desarrollo de síndrome de fatiga crónica. El estudio, por otra parte, aún no ha concluido. En palabras del Dr. Katz, “en la actualidad estamos tratando de averiguar qué diferencia a los adolescentes que se recuperan de la mononucleosis de aquellos que no lo hacen”.