Laura Tardón
Muchos científicos siguen buscando pistas que ayuden a encontrar la causa, aún desconocida, del síndrome de fatiga crónica. Un estudio publicado en 'Science' en 2009 apuntaba el posible papel que podría desempeñar un tipo de virus (XMRV) en el desarrollo de esta enfermedad. Dicha hipótesis fue muy cuestionada y parece que sus resultados no se han podido reproducir en posteriores investigaciones. Esta semana, la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS) publica un artículo que recuerda las dudas que plantea esta asociación.
El líder de la investigación de 'Science', Vincent Lombardi, descubrió que un alto porcentaje (67%) de personas con síndrome de fatiga crónica tenía un virus presente en la sangre llamado XMRV. A pesar de tratarse de una asociación significativa, las críticas no se hicieron esperar. Su trabajo sólo contaba con 101 pacientes, "sus casos no estaban lo suficientemente descritos" y, por lo tanto, para validar esta teoría "era necesario reproducir los mismos resultados en posteriores estudios", según reflejaba un comentario publicado en la misma revista unos meses después (en mayo de 2010).
Tal y como explica Silvia Sauleda, del Banco de Sangre y Tejidos de Barcelona, los autores del estudio matizaron en un escrito posterior que "quizás los métodos usados no eran los mejores" y añadían: "Nosotros documentamos la presencia del XMRV en pacientes y en personas sanas, pero no concluimos que el virus XMRV cause fatiga crónica".
Nuevos hallazgos
Varios grupos de científicos han intentado reproducir los resultados de Lombardi, hasta el momento sin éxito. Ahora, un equipo estadounidense ha analizado las muestras de ADN de 37 afectados por el síndrome de fatiga crónica y "encontramos que 32 de ellos (86,5%) tenía el virus MLV (virus de la leucemia murina). Entre los voluntarios sanos, sólo tres lo presentaban".
Como explican los expertos en su artículo, publicado en 'PNAS', este virus es de la misma familia que el XMRV. "Sin embargo, son necesarios más estudios que determinen si esta fuerte asociación también se encuentra en otros grupos de afectados por fatiga crónica, si estos virus desempeñan un papel desencadenante de la enfermedad y si representan una amenaza en la donación de sangre".
La especialista española, Silvia Sauleda, advierte: "Debemos ser muy prudentes con este tipo de trabajos. Ante la falta de causas concretas de este síndrome y, teniendo en cuenta que muchas infecciones virales causan cansancio o fatiga, se ha intentado buscar una causa viral a esta enfermedad, pero lo cierto es que aún no hay resultados positivos que confirmen esta asociación ni aseguren la trascendencia de estos hallazgos".