Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - Las personas que quieren prevenir la enfermedad cardíaca y la diabetes lograrían mejores resultados si eligen los alimentos ricos en antioxidantes que si usan suplementos antioxidantes.
Un equipo de investigadores halló que, entre más de 5.200 adultos de mediana edad, los suplementos antioxidantes no disminuyeron el riesgo de desarrollar síndrome metabólico en siete años.
El síndrome metabólico es un conjunto de factores de riesgo de diabetes tipo 2, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular (ACV), que incluye la hipertensión, la obesidad abdominal, el colesterol HDL o "bueno" bajo, los triglicéridos elevados y el azúcar en sangre alto.
Se diagnostica cuando una persona tiene por lo menos tres de esos factores de riesgo.
Los resultados, publicados en American Journal of Clinical Nutrition, sugieren que tomar antioxidantes en cápsulas no ayudaría a prevenir la aparición del síndrome metabólico.
Por otro lado, los hombres y las mujeres que comenzaron el estudio con niveles en sangre relativamente altos de ciertos antioxidantes, en especial la vitamina C y el betacaroteno, eran menos propensos que aquellos con bajos niveles de esas sustancias de desarrollar síndrome metabólico.
Eso quiere decir que aunque los suplementos antioxidantes no reduzcan el riesgo de desarrollar ese síndrome, los alimentos ricos en antioxidantes sí lo harían, afirmó el equipo del doctor Sebastien Czernichow, del instituto nacional de investigación francesa, INSERM, en París.
Los niveles en sangre de vitamina C y de betacaroteno son "buenos marcadores" del consumo de frutas y verduras de la población, explicó Czernichow a Reuters Health.
"Eso refuerza las guías sobre el consumo adecuado de ese grupo de alimentos y va en contra del consumo regular de píldoras antioxidantes", dijo el autor.
El estudio incluyó a 5.220 adultos, de unos 49 años, que al azar tomaron una cápsula con una mezcla de vitaminas C y E, betacaroteno, selenio y zinc, o un placebo.
En 7,5 años, se le diagnosticó síndrome metabólico a 263 participantes. No hubo una diferencia significativa en cuanto al riesgo entre los grupos que usaron el suplemento o el placebo.
Sí hubo diferencias cuando el equipo analizó los niveles de antioxidantes en la sangre de los participantes al inicio del estudio. El tercio de la cohorte que tenía el nivel más alto de vitamina C presentaba la mitad del riesgo de desarrollar síndrome metabólico que aquellos con el nivel más bajo.
Asimismo, el tercio con los niveles más altos de betacaroteno tuvieron apenas un tercio del riesgo de desarrollar síndrome metabólico, comparado con aquellos con los niveles más bajos en sangre.
En cambio, los niveles más altos de zinc en sangre estuvieron asociados con un aumento del riesgo de tener síndrome metabólico. Se desconoce por qué, pero el equipo opina que los niveles altos de zinc en sangre reflejarían, en algunas personas, el consumo elevado de carne roja, que es una de las principales fuentes alimentarias del mineral.
Las fuentes alimentarias óptimas de vitamina C son los cítricos, las frutillas y el melón, y los vegetales como los pimientos rojos, el brócoli y los tomates.
El betacaroteno, que el organismo transforma en vitamina A, se encuentra en alimentos como la zanahoria y la batata, y las verduras de hojas verdes, como la espinaca y la col.
FUENTE: American Journal of Clinical Nutrition, agosto del 2009