LAURA TARDÓN
No todos los estudios llegan a la misma conclusión. Por eso, la 'Cochrane' ha querido analizar en una revisión la eficacia real que tienen los suplementos de vitamina B a la hora de prevenir los episodios coronarios, que actualmente constituyen la primera causa de muerte en el mundo. La conclusión obtenida, basada en ocho ensayos, indica que no tienen ningún efecto en este sentido.
"No hay evidencias que apoyen que el uso de suplementos de vitamina B reduzca el riesgo de infarto, accidente cerebrovascular o muerte por enfermedad cardiaca", confirma el investigador principal, Arturo Martí-Carvajal, del Centro Cochrane Iberoamericano en Valencia (Venezuela).
Lo que sí consiguen los suplementos vitamínicos (especialmente B12, B9 -ácido fólico- y B6), y así lo avalan numerosos estudios, es que los niveles de homocisteína en sangre disminuyan.
Según recoge la revisión, en 1962 se habló por primera vez que los elevados niveles de este aminoácido podrían causar enfermedades vasculares y ser un fuerte indicador para pronóstico de mortalidad y de eventos cardiovasculares entre pacientes con otros factores de riesgo (consumo de tabaco, hipertensión arterial, nivel elevado de glucosa en sangre, anormalidades lipídicas, obesidad e inactividad física).
De ahí que, desde hace tiempo, algunos investigadores sugirieran que al regular los niveles de homocisteína, también reducía el riesgo de enfermedad cardiovascular. Sin embargo, no hay datos concluyentes al respecto.
"No sabemos con seguridad si unos niveles moderamente elevados de homocisteína conllevan directamente a la enfermedad cardiovascular, pero un meta-análisis reciente indica que pudiera ser así", expone Arturo Martí-Carbajal a elmundo.es.
Con el fin de explorar esta posible relación entre el consumo de complementos vitamínicos B y enfermedades cardiovasculares, un grupo de revisores de España, Grecia y Venezuela han examinado las evidencias mostradas por ocho ensayos que involucran a un total de 24.210 personas. En todos, los expertos evaluaban los suplementos de la vitamina B (ácido fólico, B12 y B6) administrados solos o combinados. Al final, la misma conclusión era la misma: "no se redujo el riesgo de infarto de miocardio, ictus, apoplejía o muerte por cualquier causa".
"No han demostrado eficacia ni en prevención primaria (personas sanas con factores de riesgo, pero que no han presentado enfermedad cardiovascular), ni en prevención secundaria (personas que ya han tenido episodios coronarios alguna vez), afirma Enrique Así Cardiel, jefe de servicio de Cardiología del Instituto del Corazón del Hospital Ramón y Cajal (Madrid).
Por lo tanto, "no se justifica la prescripción de estas vitaminas del complejo B para reducir los niveles de homocisteína como medio de prevención de enfermedad cardiovascular, a menos que nuevas evidencias digan lo contrario", señalan los responsables de esta revisión.
De forma excepcional, añade el doctor Asín Cardiel, "sólo en los jóvenes que presentan problemas coronarios y que no tienen otros factores de riesgo podría estar indicado como tratamiento para regular el nivel de homocisteína".
Actualmente, se están desarrollando tres nuevos ensayos cuyos resultados serán incluidos en la actualización de esta revisión.