Si se llega a una sala de emergencias por dolor en el pecho, es probable que se termine recibiendo un cateterismo cardiaco, en el que un fino alambre se conduce hasta el corazón para determinar si un vaso sanguíneo está total o parcialmente bloqueado.
Pero si alguien se somete al procedimiento invasivo, las probabilidades serán aún mayores (casi dos a una) de que no mostrará un bloqueo significativo, encuentra un estudio reciente.
"Para mí, lo que esto dice es que debemos reevaluar la manera en que trabajamos con estos pacientes desde el principio hasta el fin", señaló el Dr. Manesh Patel, profesor asistente de medicina de la Universidad de Duke, y autor principal de un informe que aparece en la edición del 11 de marzo de la revista New England Journal of Medicine.
Cada año, más de diez millones de estadounidenses experimentan dolores de pecho que pueden llevar a cateterismo cardiaco, calculó Patel.
Patel y colegas evaluaron datos de casi 400,000 personas sin enfermedad cardiaca conocida que recibieron un cateterismo cardiaco en 663 hospitales de EE. UU. entre enero de 2004 y abril de 2008. De éstas, apenas 37.6 por ciento tenía arterias coronarias obstruidas, poco menos del 39.2 por ciento en quienes no se encontró un bloqueo significativo de las arterias.
El cateterismo se considera un procedimiento invasivo porque exige que algo se introduzca en el organismo, lo que siempre conlleva cierto riesgo. Entonces, por lo general los médicos prefieren realizar un procedimiento no invasivo menos arriesgado, como una prueba de esfuerzo, para decidir si un cateterismo es aconsejable.
Pero aunque cinco de cada seis personas del estudio (83.9 por ciento) se sometieron a una prueba no invasiva antes del cateterismo, dichas pruebas no tuvieron un valor de predicción enorme. Se encontraron obstrucciones de las arterias en 41 por ciento de los que se sometieron a pruebas no invasivas antes del cateterismo, y en 35 por ciento de los que no lo hicieron.
"No sabemos que este hallazgo haya substanciado el tipo de prueba no invasiva que deberíamos utilizar", apuntó Patel. "No sabemos cuáles son los patrones, y necesitamos más investigaciones".
Señaló que simplemente decir que se abusa del cateterismo cardiaco no es suficiente. "Lo que deseamos es utilizarlo de forma más eficaz", dijo Patel, "para determinar las características que indiquen que un cateterismo es necesario".
El estudio "señala el problema, pero no sugiere una solución", lamentó. Un banco nacional de datos sobre el cateterismo pudiera proveer información que apunte a una solución, al igual que algunos ensayos aleatorios que se están llevando a cabo, anotó Patel.
Uno de esos ensayos, que cuenta con la participación de Patel, compara los resultados de pruebas de esfuerzo rutinarias con angiografía por tomografía computarizada, que provee un panorama tridimensional de las arterias cardiacas, en 10,000 personas.
Los resultados del estudio sobre el cateterismo no resultan sorprendentes, aseguró el Dr. Andrew Einstein, profesor asistente de medicina clínica del Centro Médico de la Universidad de Columbia, especializado en imágenes cardiacas. Resaltó que una antigua regla práctica es que un tercio de los cateterismos cardiacos no mostrarán bloqueo de las arterias.
"Este estudio provee datos más contundentes que los que hemos tenido en el pasado", aseguró Einstein. "La moraleja importante es que se necesita una mejor estratificación para informar en las decisiones sobre el cateterismo. Si se cuenta con una buena estrategia, no se remitirá a la gente con tanta frecuencia a estos procedimientos invasivos".
Y el costo es un tema inevitable al tomar dichas decisiones, añadió. "El costo de un cateterismo diagnóstico es de $2,600 en nuestro hospital", comentó Einstein.
FUENTES: Manesh Patel, M.D., assistant professor, medicine, Duke University, Durham, N.C.; Andrew Einstein, M.D., Ph.D., assistant professor, clinical medicine, Columbia University Medical Center, New York City; March 11, 2010, New England Journal of Medicine