Robert Preidt
Un estudio reciente halla que los pacientes de diabetes hospitalizados por el empeoramiento repentino de los síntomas de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), una enfermedad pulmonar común, tienen hospitalizaciones más largas y más probabilidades de morir que los pacientes de EPOC que no tienen diabetes.
Esto podría ser porque los problemas de la respuesta inmunitaria por hipoglucemia podrían causar más infecciones graves, explicaron los investigadores del Hospital Liverpool de Australia.
Los investigadores revisaron los registros de pacientes de EPOC ingresados por empeoramiento repentino de los síntomas (exacerbaciones agudas) durante 2007. La duración promedio de la hospitalización para los pacientes de diabetes fue de 7.8 días, 10.3 por ciento más que la estadía promedio de 6.5 días para pacientes de diabetes.
Entre los pacientes hospitalizados, el índice de mortalidad de pacientes de EPOC de diabetes fue de 8 por ciento, frente a 4 por ciento para los que no tenían diabetes, según el informe publicado en la edición e junio de la revista Respirology.
"Si se toma en conjunto con otros estudios, nuestros estudio señala que la diabetes fue un factor de pronóstico adverso para pacientes de EPOC. Consideramos que un mejor control de la diabetes en pacientes de EPOC podría mejorar los resultados, sobre todo reducir la duración de las hospitalizaciones y el riesgo de muerte", aseguró en un comunicado de prensa del editor de la revista el Dr. Ali Parappil, autor líder, del departamento de medicina respiratoria del Hospital de Liverpool.
FUENTE: Respirology, news release, June 21, 2010
La diabetes podría duplicar el riesgo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular
Las personas que tienen esta afección representan el 10 por ciento de las muertes por enfermedad cardiovascular, señala un estudio.
Un estudio reciente halla que la diabetes duplica el riesgo de morir por un ataque cardiaco, accidente cerebrovascular u otra afección cardiaca.
Los investigadores implican a la diabetes en una de cada 10 muertes por enfermedades cardiovasculares, o alrededor de 325,000 muertes al año en los países industrializados.
"Sabemos desde hace décadas que las personas que tienen diabetes son más propensas a sufrir ataques cardiacos", dijo el investigador Nadeem Sarwar, profesor de epidemiología cardiovascular en la Universidad de Cambridge en Inglaterra.
"Pero a pesar de décadas de investigación, aún persisten varias preguntas en cuánto a qué tan alto es este riesgo, si se explica por cosas que ya conocemos, y si el riesgo es diferente en distintas personas", planteó.
Estos resultados, agregó Sarwar, resaltan la necesidad de prevenir y controlar la diabetes, una enfermedad en la cual los niveles de azúcar en la sangre son demasiado altos.
El informe aparece en la edición del 26 de junio de The Lancet, y Sarwar planea presentar los hallazgos en la reunión de la American Diabetes Association, del 25 al 29 de junio en Orlando, Florida.
Para el estudio, el equipo de Sarwar recolectó información sobre 698,782 personas que participaron en un consorcio internacional. Los participantes fueron seguidos durante 10 años a través de 102 encuestas realizadas en 25 países.
Los investigadores hallaron que tener diabetes casi duplicaba el riesgo de padecer diversas enfermedades que comprometen el corazón y los vasos sanguíneos. Pero este riesgo sólo se debía parcialmente a los sospechosos usuales, como la presión arterial, el colesterol y la obesidad, apuntó Sarwar.
Esto sugiere que la diabetes puede causar enfermedades cardiovasculares mediante un mecanismo diferente, señalaron los autores del estudio.
"Éste es un hallazgo particularmente emocionante en términos de desarrollo de fármacos y nuevos objetivos terapéuticos", aseguró Sarwar.
Además, los investigadores encontraron que el azúcar en sangre más alto de lo normal en personas sin diabetes no se relacionaba fuertemente con el ataque cardiaco o el accidente cerebrovascular.
A la luz de este hallazgo, los niveles de azúcar en sangre no son probablemente un buen indicador para identificar personas en riesgo de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular, según señalaron los investigadores.
La enfermedad cardiovascular, la causa principal de muerte en todo el mundo, provoca aproximadamente 17 millones de muertes cada año, según la información de fondo en el estudio.
Un experto en diabetes, el Dr. Hertzel Gerstein C., profesor de medicina en la Universidad McMaster en Canadá y autor de un editorial acompañante en la revista, señaló que "este estudio confirma que la diabetes es un problema importante que duplica el riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y muerte".
Más de uno de cada 10 adultos en América del Norte sufre de diabetes, y casi el mismo número de personas tiene niveles de azúcar en la sangre que los ponen en el camino de convertirse en diabéticos, señaló.
"Estamos realmente en medio de una gran epidemia", dijo Gerstein.
La mayoría de los problemas son el resultado de la falta de control de la enfermedad, explicó Si las personas que tienen diabetes trabajan con sus proveedores de atención médica para aprender sobre su afección y la regulan, sus riesgos podrían ser más bajos, apuntó.
"Asegúrese de entender acerca de su diabetes y de que tiene un buen equipo de salud que pueda ayudarle a hacer las cosas que necesita para mantener la enfermedad bajo control y prevenir problemas graves", aconsejó Gerstein.
El Dr. Gregg C. Fonarow, profesor de medicina cardiovascular y director del Centro de Cardiomiopatía de Ahmanson-UCLA en la Universidad de California en Los Ángeles, planteó que se necesitan más investigaciones para prevenir y tratar la diabetes.
"Este estudio resalta la necesidad de realizar esfuerzos individuales más agresivos y tomar medidas de salud pública para prevenir la diabetes", dijo Fonarow. "Para los pacientes de diabetes, el tratamiento con estatinas, inhibidores de la ECA y el control de la presión arterial ha demostrado reducir de modo sustancial el riesgo de eventos vasculares".
FUENTES: Nadeem Sarwar, Ph.D., lecturer in cardiovascular epidemiology, University of Cambridge, England; Hertzel C. Gerstein, M.D., professor of medicine, McMaster University, Hamilton Ontario, Canada; Gregg C. Fonarow, M.D., professor, medicine, and director, Ahmanson-UCLA Cardiomyopathy Center, University of California, Los Angeles; June 26, 2010, The Lancet.