Se calcula que el nueve por ciento de los estadounidenses adultos cumple ahora con los criterios de la depresión clínica, según informaron el jueves las autoridades federales.
Los índices de depresión varían mucho entre estados, de un mínimo de 4.8 por ciento en Dakota del Norte a un máximo de 14.8 por ciento en Misisipi, según investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
En general, más gente del sureste cumplía con los criterios de depresión, en comparación con otras partes del país, según encontraron los investigadores.
"Es preocupante desde la perspectiva de que la depresión es un trastorno mental muy común y tratable", apuntó la coautora del informe, Lela McKnight-Eily, psicóloga clínica y epidemióloga de los CDC.
"Cuando observamos una prevalencia alta de depresión definitivamente es preocupante, sobre todo cuando la vemos concentrada en ciertos grupos o áreas del país", añadió.
La acumulación de la depresión en el sureste podría deberse en parte a afecciones crónicas de salud, como la obesidad, la enfermedad cardiaca, el accidente cerebrovascular y los problemas de sueño, que también son comunes en el área, apuntó.
"Además, tal vez también hayan diferencias en el estatus socioeconómico, la presencia de otras enfermedades mentales, y también en el acceso a la atención de salud y el tratamiento", dijo McKnight-Eily.
El informe aparece en la edición del 1 de octubre de la revista Morbidity and Mortality Weekly Report de los CDC.
Para el informe, los investigadores reunieron datos sobre 235,067 personas en 45 estados, el Distrito de Columbia y dos territorios de EE. UU.
Encontraron que además de las disparidades por estado, los más propensos a sufrir de depresión mayor (la forma más grave del mal) eran las mujeres, las minorías raciales y étnicas, los que no tenían educación secundaria, las personas divorciadas o nunca casadas, los desempleados o que no podían trabajar, las personas de mediana edad, y los que no contaban con seguro de salud.
Entre los que experimentaban otro tipo de depresión, el índice más alto se encontró en los 18 a 24 años de edad.
"Definitivamente, la depresión es poco tratada", lamentó McKnight-Eily. "La investigación ha indicado que más personas buscan tratamiento, pero hay problemas en cuanto al acceso a la atención y la cobertura de seguro, sobre todo cobertura de salud mental. El estigma es otra barrera al tratamiento y la atención, como lo es la disponibilidad de proveedores de salud mental".
El estigma que conlleva buscar ayuda para la depresión impide que muchos obtengan tratamiento, anotó. "La gente cree que es débil o tienen la idea de que deberían poder manejarlo", comentó.
La palabra "depresión" se usa comúnmente para significar que alguien está de mal humor, y la gente no se da cuenta de que es una enfermedad, enfatizó McKnight-Eily. "Afecta psicológica y emocionalmente. No es simplemente tener un mal día", agregó.
Los síntomas de depresión incluyen sufrir ataques de llanto; sentirse infeliz, desesperanzado, culpable o inútil; perder interés en las actividades normales; tener problemas para concentrarse o tomar decisiones; menos interés en el sexo; problemas con el sueño; y sentir agitación inusual, irritabilidad o inquietud por más de unas semanas.
Eva E. Redei, profesora David Lawrence Stein de psiquiatría del Departamento de Psiquiatría y Ciencias Conductuales de la Facultad de medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, afirmó que "el informe no contiene nada que sorprenda de verdad".
Aún así, a Redei le sorprendió enterarse de que apenas 6.8 por ciento de las personas a partir de los 65 años estaban deprimidas. "No es lo que he visto en otras estadísticas", comentó.
Aunque con frecuencia la depresión es poco reconocida y tratada, Redei dijo que las terapias actuales tampoco son del todo eficaces. "Las posibilidades actuales de tratamiento son muy limitadas", lamentó. "Estamos en la edad de piedra, en comparación con otras áreas de la medicina".
Redei señaló que los antidepresivos actuales funcionan para apenas alrededor de la mitad de los pacientes. "No sabemos lo suficiente sobre la depresión, y si consideramos las inmensas cifras, creo que es vergonzoso", dijo.
La depresión afecta a más de trece millones de adultos de EE. UU. cada año, y cuesta miles de millones de dólares en tratamiento, pérdida de productividad, compensación del trabajador y mortalidad, según los CDC.
Además, la depresión afecta la calidad de vida y se asocia con problemas médicos crónicos, entre ellos la enfermedad cardiovascular, la diabetes, la obesidad y elecciones malsanas de estilo de vida, como fumar, inactividad física y atracones de bebida, anotó la agencia.
FUENTES: Lela McKnight-Eily, Ph.D., clinical psychologist, epidemiologist, U.S. Centers for Disease Control and Prevention; Eva E. Redei, Ph.D., David Lawrence Stein Professor of Psychiatry, Department of Psychiatry and Behavioral Sciences, Feinberg School of Medicine, Northwestern University, Chicago; Oct. 1, 2010, CDC, Morbidity and Mortality Weekly Report