Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - Una revisión de estudios publicados revela que el estrés influiría poco en el peso corporal.
Para los investigadores, eso sorprende debido a la idea generalizada de que el estrés favorece el consumo de comida chatarra o reduce la actividad física, lo que promueve el aumento de peso.
Pero los autores de la revisión de 32 estudios publicados hallaron que la mayoría de esas investigaciones no había hallado una relación entre el estrés de los participantes y el aumento de peso en el tiempo. Tras combinar los resultados, sólo observaron una asociación modesta.
"Cuando iniciamos el meta análisis asumimos que existiría una relación significativa por la noción popular de que el estrés hace engordar", dijo a Reuters Health el coautor, doctor Andrew Steptoe, del University College de Londres, en el Reino Unido.
"Pero hallamos que el efecto era sorpresivamente pequeño", añadió.
El experto aclaró que eso no necesariamente significa que el estrés no pueda influir en el peso de algunas personas, ya que incide de distintas maneras. Por ejemplo, "algunos comerían más, mientras que otros perderían el apetito".
El equipo de la doctora Jane Wardle, de la misma universidad, analizó 32 estudios internacionales realizados en la década de 1990 y el 2000.
Todos los estudios habían evaluado el nivel de estrés de los participantes y, luego, los siguieron en el tiempo para identificar alguna relación entre el estrés y el aumento de peso.
El seguimiento duró entre uno y siete años, en promedio, aunque algunos estudios duraron hasta 38 años.
En el 69 por ciento de los estudios no hubo una relación clara entre el nivel de estrés y el aumento de peso. Un cuarto asoció el aumento del estrés con un mayor peso corporal y en el 6 por ciento restante, hubo una asociación entre un mayor nivel de estrés y un menor aumento del peso corporal.
Al reunir los resultados de todos los estudios, el equipo observó una relación modesta entre un mayor nivel de estrés y un mayor aumento de peso.
En general, la conexión fue más sólida en los hombres que en las mujeres.
"El mensaje es que, según las mejores pruebas disponibles, el estrés no tiene un papel clave en el aumento del peso o la obesidad en la mayoría de la población", dijo Steptoe.
FUENTE: Obesity, online 14 de octubre del 2010