Por La Repubblica. Especial
Existe una proteína que, como una goma de borrar, puede eliminar de nuestra mente y para siempre los recuerdos dolorosos. La descubrieron a través de ensayos en ratas investigadores estadounidenses de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore. Para los estudiosos, el resultado puede llegar a representar una esperanza concreta de lograr fármacos capaces de combatir los trastornos del estrés postraumático .
El resultado del estudio se publicó en la revista Science Express . Por medio de ensayos en ratas, los investigadores dirigidos por Richard Huganir, director del Departamento de Neurociencias de la universidad, identificaron primero y luego eliminaron una proteína de un área particular del cerebro capaz de imprimir los recuerdos de miedo en la memoria .
Para verificar la validez de su intuición asustaron a los animales con un ruido, luego procedieron a eliminar la proteína en cuestión y descubrieron que después de esa operación el sonido, como causa del trauma, ya no era asociado al miedo . A diferencia de los demás animales, las ratas, gracias a esta ingeniería, habían olvidado el terror que el sonido les había generado inicialmente.
La proteína en cuestión se encuentra en la amígdala (conjunto de núcleos de neuronas localizadas en la profundidad de los lóbulos temporales), zona del cerebro responsable, entre otras cosas, del condicionamiento al miedo , tanto en las personas como en los animales. Para identificarla, los investigadores observaron el mecanismo que impulsa a algunas células de la amígdala a producir más “corriente” cuando nos asustamos. El impacto traumático con el miedo, en la práctica, provoca un aumento decidido y repentino de esas proteínas particulares. El estudio demostró en definitiva que estas proteínas pueden ser removidas de las células nerviosas .
“La idea es eliminar estas proteínas y debilitar las conexiones con el trauma creadas en el cerebro, para así borrar el recuerdo propiamente dicho ”, explica Huganir. Y agrega: “La capacidad de eliminar selectivamente los recuerdos puede parecer ciencia ficción pero algún día esto podría aplicarse para el tratamiento de recuerdos debilitantes, como el síndrome de estrés postraumático ligado por ejemplo a la guerra, a las violaciones y otros hechos traumáticos”.
“Cuando se produce un episodio de este tipo –continúa el científico– se crea un recuerdo terrible que puede durar toda una vida y tener un efecto debilitador. Nuestro descubrimiento describe los mecanismos moleculares y celulares involucrados en estos procesos y abre la posibilidad de manipular los recuerdos con fármacos destinados a mejorar la terapia conductista para este tipo de padecimientos”.