Nuevas directrices en prevención (AHA / ASA)

El estilo de vida es clave para prevenir el accidente cerebrovascular

Nuevas directrices de la American Heart Association y de la American Stroke Association.

Fuente: Medlineplus

Mantener un estilo de vida saludable puede reducir su riesgo de un primer accidente cerebrovascular en ochenta por ciento, según las nuevas directrices de la American Heart Association y de la American Stroke Association.

Además, las directrices señalan que, debido a que más estadounidenses acuden a los departamentos de emergencia para recibir atención médica primaria, los médicos de las salas de emergencia están en condiciones de identificar a los que están en alto riesgo de accidente cerebrovascular, hacer remisiones e iniciar terapia preventiva.

Las recomendaciones, actualizadas por primera vez desde 2006, aparecen en la edición de diciembre de Stroke.

Según los expertos, a medida que la población estadounidense envejece y la obesidad aumenta, ocurren más accidentes cerebrovasculares, 795,000 al año y 77 por ciento de ellos la primera vez, aunque las muertes por su causa se han reducido.

"Ha habido una reducción cercana a treinta por ciento en la mortalidad relacionada con el accidente cerebrovascular", aseguró el Dr. Larry B. Goldstein, director del Centro del accidente cerebrovascular de la Duke en Durham, Carolina del Norte y autor líder de las directrices.

"Pensamos que buena parte de esta reducción se debe a las mejoras en la prevención", dijo.

Un estilo de vida saludable, que incluye no fumar, mantener un peso saludable, hacer ejercicio y llevar una dieta rica en frutas y verduras, tiene los mayores efectos sobre la prevención del accidente cerebrovascular, aseguró Goldstein.

"No hay nada que vayamos a hacer en la medicina que supere eso", sostuvo.

Mantener el colesterol y la presión arterial bajos también es importante para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular, agregó Goldstein.

Los autores de las directrices enfrentan todo el espectro del accidente cerebrovascular: el isquémico, en el que un vaso sanguíneo del cerebro resulta obstruido; el no isquémico (hemorrágico), en el que un vaso rasgado sangra dentro del cerebro; y el accidente isquémico transitorio (AIT), un accidente cerebrovascular temporal que puede ser indicador de riesgo de uno más grave.

La prevención de cada tipo de accidente es básicamente igual, aseguró Goldstein. "La gente necesita encargarse de su propia vida", dijo. "La mejor manera de tratar un accidente cerebrovascular es nunca tenerlo".

Las directrices incluyen más información sobre la prevención:

La evaluación genética del accidente cerebrovascular podría ser apropiada para algunos pacientes en riesgo, pero no para la población general.
 

Tratar a los pacientes que tienen una arteria carótida (del cuello) obstruida con una endoprótesis o con cirugía (endarterectomía) debe ser una decisión caso por caso.

Evaluar el estrechamiento de las carótidas no se recomienda.

La aspirina únicamente se recomienda para las personas en riesgo de accidente cerebrovascular para las que la reducción en el riesgo de este supere el riesgo de sangrado que conlleva la aspirina.

El accidente cerebrovascular es la tercera causa de muerte en los Estados Unidos, después de la enfermedad cardiaca y del cáncer, y es una causa principal de discapacidad.

El Dr. Ralph L. Sacco, profesor y presidente de neurología de la facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami y presidente de la American Heart Association, coincide con que el énfasis debe estar en la prevención del accidente cerebrovascular y de la enfermedad cardiaca con un estilo de vida saludable.

"La asociación del corazón se enfoca en lo que llamamos "Las siete cosas sencillas de la vida" (Life's Simple 7)", dijo. "Son siete factores de salud claves que pueden mejorar el bienestar de las personas".

Entre ellos están el control de la presión arterial, la glucemia y el colesterol, además de ejercicio, comer de manera saludable y mantener un peso saludable, dijo.

"Como estadounidenses, necesitamos adueñarnos de nuestra propia salud", sentenció Sacco.

FUENTES: Larry B. Goldstein, M.D., director, Duke Stroke Center, Durham, N.C.; Ralph L. Sacco, M.D., professor and chairman of neurology, University of Miami Miller School of Medicine, president, American Heart Association; December 2010, Stroke.