Las mujeres premenopáusicas que tienen grasa excesiva alrededor del abdomen o que tienen una cintura ancha en relación con el tamaño de la cadera podrían enfrentarse a un mayor riesgo de cáncer de mama de receptor de estrógeno (RE) negativo, revela una investigación reciente.
El equipo de investigación señaló que esa distribución de la grasa corporal se relacionó con más firmeza al riesgo de desarrollar ese tipo particular de cáncer que al riesgo de cáncer de mama RE positivo.
La distribución de la grasa corporal de este tipo no se asoció con un mayor riesgo de cáncer de mama en general, según el estudio, que aparece en la edición del 15 de diciembre de la Journal of the National Cancer Institute.
El cáncer de mama de receptor de estrógeno (RE) negativo significa que el cáncer no tiene receptores para la hormona femenina estrógeno, de manera que ésta no estimula el desarrollo del cáncer.
El equipo de investigación, liderado por Holly R. Harris del Hospital Brigham y de Mujeres y de la Facultad de medicina de la Harvard en Boston, apuntó que investigaciones anteriores han sugerido que la composición de la grasa corporal, según la indica el índice de masa corporal o IMC, tiene una relación compleja con el riesgo de cáncer. Por ejemplo, tener un IMC más alto se ha relacionado previamente con un aumento en el riesgo de cáncer de mama postmenopáusico, pero no con el premenopáusico.
Por otro lado, los investigadores dicen que las mujeres premenopáusicas que tienen grasa excesiva que rodea los órganos de la región abdominal son más propensas a desarrollar la afección prediabética conocida como hiperinsulinemia. Experimentos en laboratorio han mostrado que los receptores de insulina pueden fomentar el crecimiento de las células del cáncer de mama.
En su investigación más reciente, Harris y colegas se enfocaron en datos sobre más de 116,000 mujeres inscritas en el Estudio de salud de las enfermeras II desde 1989, y que incluían la circunferencia de la cintura y la cadera, registrada en 1993.
El hecho de que el cáncer de mama RE negativo se relacionó de forma más contundente con la grasa abdominal y con la proporción entre cadera y cintura que el cáncer RE positivo sugiere, según los investigadores, que el medio por el cual la distribución de la grasa corporal influye sobre el riesgo de cáncer no tiene que ver con las vías hormonales.
Los hallazgos "podrían sugerir que una vía relacionada con la insulina" vinculada a la grasa abdominal tiene que ver con el desarrollo del cáncer de mama premenopáusico, escribieron los autores.
FUENTE: Journal of the National Cancer Institute, Dec. 15, 2010, news release