Por Maia Jastreblansky de la Redacción de lanacion.com
"¿Cómo querés acomodarte?", le pregunta la partera a una mujer en trabajo de parto que camina casi agarrada de la pared. "No sé, lo que sea más fácil" responde entre inspiraciones y exhalaciones cada vez más frecuentes. "Quiero que entre mi mamá", agrega.
La escena transcurre en la guardia de maternidad del Hospital de Agudos Teodoro Alvarez del barrio de Flores. Allí, su director, Marcelo Guz, muestra con orgullo las salas TPR (Trabajo de Parto, Parto, Recuperación inmediata), y, de paso, se asegura de que todo esté en orden.
Este centro médico y el Fernández son los únicos hospitales públicos de Capital Federal que cuentan con estas instalaciones, que constituyen un espacio familiar acondicionado para favorecer lo que se denomina un parto "humanizado", tal como lo establece la legislación actual y en la misma tendencia de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se trata de salas preparadas para que el trabajo de parto, el parto y la recuperación tengan lugar en un mismo espacio y la mujer no deba trasladarse durante el proceso. Además, tienen las comodidades para que las pacientes ingresen con el acompañante que ellas designen y, si no hay complicaciones, permiten un contacto inmediato con el bebe.
Foto: lanacion.com
Según indicó a lanacion.com Guz, este tipo de habitaciones fueron creadas para que exista una atención más "personalizada y humanizada" del parto y permite que el proceso se desarrolle de manera más natural.
"Son salas especiales, donde pueden trabajar la partera, el médico, el neonatólogo y la enfermera de manera conjunta. Además las camillas que se pueden articular para que la paciente elija si quiere tener a su bebe acostada o sentada", explicó el médico. Dentro de las instalaciones, también señala un banco en forma de "U" y una liana que cuelga del techo: "Es para las pacientes que vienen de otras culturas y que prefieren tener el bebe agachadas, que en rigor es la mejor postura", señaló.
El médico neonatólogo de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), Alberto Grieco, adhirió a esa teoría: "Pedir a la mujer que permanezca acostada es una actitud abusiva, contra lo que marca la propia naturaleza biológica. La posición decúbito dorsal le resulta más cómoda al médico, pero no a la parturienta".
En diálogo con lanacion.com Grieco coincidió en que las salas TPR son el lugar más propicio para llevar a cabo lo que denomina un "parto respetuoso". Es que estas salas son, además las recomendadas por las últimas normativas sobre organización y funcionamiento de servicios de maternidad en Argentina, que promueve que la madre esté acompañada durante el parto, así como también, el respeto de sus elecciones.
Legislación y recomendaciones de la OMS. En 2003, la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires sancionó la Ley 1.040 de "Acompañamiento materno", que indica que "toda mujer tiene derecho, en el transcurso del trabajo de parto a estar acompañada por la persona que ella designe" y que "se deberá implementar las medidas necesarias para capacitar al personal, adecuar los recursos físicos y la estructura organizativa a esta modalidad".
En tanto, en 2004 el Congreso Nacional sancionó la Ley 25.929 de Parto Humanizado, que entre otros puntos, ordena que la madre debe: ser informada sobre las distintas intervenciones que pudieran tener lugar el parto y optar libremente cuando existan diferentes alternativas, tener intimidad durante todo el proceso asistencial y consideración de sus pautas culturales y evitar prácticas invasivas y el suministro de medicación que no estén justificados por el estado de salud de la parturienta o de la persona por nacer, entre otras consideraciones.
Ambas leyes están en consonancia con lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este organismo indica que durante los partos se debe animar a las madres a decidir en qué posición quieren parir, no administrar analgésicos o anestésicos por rutina y fomentar que el bebe permanezca con la madre cuando así lo permita el estado de ambos.
En tanto, la OMS insta a evitar el uso rutinario de la episiotomía y señala que no existe justificación para que más del 10 al 15 por ciento de los nacimientos sean por cesárea.
Video: cómo es una sala de parto "respetuosa"
Prácticas instaladas. Grieco advierte que, en rigor, aunque no se cuente con salas TPR, que el parto sea "humanizado" depende del equipo médico. "Más allá de las instalaciones con las que cuente la maternidad, es fundamental recuperar el espacio de asistencia que da libertad de decisión, intimidad y protagonismo a la embarazada. Y que el equipo asistente haga una crítica de cada recurso asistencial antes de aplicarlo", señaló.
Para el especialista, la mayoría de las maternidades no cumplen con lo reglamentado por la ley. "Aún se observa que se aplica medicación intempestivamente y se impide que entren familiares a la sala. Los médicos deberían buscar lo que más le conviene al paciente".
En tanto, señaló que las estadísticas advierten que se practican episiotomías y que se inducen los partos de manera rutinaria, así como también cesáreas en porcentajes muy elevados.
"El médico tiene una formación y a veces viene con una ideología mecanicista, más preocupado por la dinámica del parto que por la paciente. La medicina lleva a estandarizar las cosas, pero las pacientes son singulares y el médico tiene que tener la flexibilidad para adaptarse", opinó Grieco.
Partos en casa. En el otro extremo de las modalidades con alto grado de intervención, están los detractores de que el parto sea realizado en centros médicos. Se trata de quienes defienden el parto no medicalizado, realizado en el hogar, de manera natural y con total libertad de la mujer.
"En primer lugar nadie tiene que efectuar un parto. El parto lo hace la mujer. La medicina no debería haber ingresado sistemáticamente en el terreno de los partos. Mencionar los beneficios de un parto no medicalizado, es como hacer una lista de los beneficios de hacer el amor. Es una lista larga. ¿Verdad?", señaló a lanacion.com la psicoterapeuta familiar, Laura Gutman.
Para esta especialista, las salas TPR "no son una verdadera alternativa", ya que se trata del "mismo escenario médico, pero un poco más amable". Para Gutman, el parto debe realizarse en el hogar de la mujer, quien debe elegir a asistentes con experiencia que estén interesados en el proceso individual.
"Creo que el verdadero drama está en la formación de los profesionales médicos y no médicos. Casi no hay profesionales que hayan visto alguna vez un parto desencadenado espontáneamente. Tampoco están formados para tener un acercamiento emocional con la mujer que va a parir", opinó Gutman.
No obstante, tanto para Guz como para Burgo, si bien el parto en el hogar tiene muchos beneficios para la paciente, en Argentina aún no existe la estructura necesaria para extender esta práctica.
"El parto en casa se podría hacer si existieran buenas unidades preparadas con un quirófano, sala de parto, sangre, y todo lo necesario ante una emergencia. Si se complica el parto, el riesgo puede ser alto y aún no estamos preparados", señaló Guz.
"Deberíamos contar con las ambulancias con terapia intensiva para que permanezcan en las puertas de las casas. Además, muchas veces las mujeres están lejos de los centros asistenciales y no cuentan con los recursos necesarios si hay necesidad de un traslado. Lo importante es mejorar las modalidades y que los médicos trabajen en equipo", concluyó Burgo.