Identificar los riesgos

La cesárea no eleva el riesgo de desarrollar depresión posparto

"Lo más interesante para nosotros es algo que no se había estudiado demasiado: la incontinencia"

Fuente: Medlineplus

Por Anne Harding

NUEVA YORK (Reuters Health) - La vía de parto no modifica el riesgo que tiene una mujer de desarrollar depresión posparto a las seis semanas de dar a luz, según un estudio prospectivo realizado en Canadá, aunque sí revela que la incontinencia urinaria duplica la posibilidad de sufrir ese trastorno.

Otros factores asociados son la edad materna (menos de 25 años) y la reinternación de la mujer.

"El hecho de que no haber hallado una relación con la vía de parto coincide bastante con la mayoría de los estudios previos", dijo la doctora Wendy Sword, de la McMaster University en Ontario, Canadá.

"Lo más interesante para nosotros es algo que no se había estudiado demasiado: la incontinencia", añadió.

El equipo de Sword, cuyos resultados publica la edición en internet de BJOG, estudió a 1.897 mujeres mayores de 16 años que habían tenido un bebé a término en 11 hospitales de Ontario.

Los autores pudieron entrevistar a todas las mujeres a las seis semanas del alta. Un tercio había tenido parto por cesárea.

Con un puntaje de 12 o más en la Escala de Depresión Postnatal de Edimburgo como corte, el equipo halló un 7,6 por ciento de mujeres con depresión posparto en la entrevista.

Treinta y cuatro factores (de 56 probados) estuvieron relacionados con el riesgo de depresión posparto según el análisis bivariable, mientras que el análisis multivariable limitó esa cantidad a 11 factores.

Los cinco más sólidos fueron la edad materna; la reinternación de la mujer; la imposibilidad de iniciar la lactancia; la autopercepción de una buena, regular o mala calidad de la salud frente a una excelente o muy buena; y la incontinencia urinaria.

Mientras que el estudio no analizó por qué la incontinencia podría aumentar el riesgo de desarrollar depresión, Sword opinó que podría influir el estrés que causa ese problema. Además, las mujeres no se la mencionarían a sus médicos, por lo que quedaría sin tratar.

Las modificaciones clínicas de la cesárea, como el uso de anestesia local en lugar de general, disminuyeron la vulnerabilidad femenina a los trastornos del ánimo.

Los resultados, dijo Sword, destacan la importancia del seguimiento médico de las mujeres después del parto en las consultas obstétricas, ginecológicas o con el neonatólogo para determinar si tienen problemas emocionales y, si es así, orientarlas para recibir tratamiento.

FUENTE: BJOG, 13 de abril del 2011