Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - Los fármacos utilizados para retrasar el avance de la esclerosis múltiple (EM) serían útiles para algunos pacientes, pero a un precio muy alto.
Esos medicamentos son los llamados modificadores de la enfermedad o DMD, por sus siglas en inglés.
Existen desde la década de 1990 para tratar la esclerosis múltiple e incluyen a los interferones beta (Avonex, Rebif o Betaseron), glatiramer (Copaxone) y natalizumab (Tysabri). Son inyectables o de uso por infusión; previenen los brotes de EM y retrasan la discapacidad de largo plazo que produce.
Pero el costo de estos fármacos es altísimo: cada uno cuesta más de 3.000 dólares por mes en Estados Unidos.
El nuevo estudio, publicado en la revista Neurology, estima que quienes los consumen durante una década recibirían a cambio poco beneficio: ganarían dos o menos meses más de buena salud, comparado con pacientes que utilizan sólo terapias para aliviar los síntomas de la EM (dolor, fatiga y espasmos musculares).
Los autores calcularon que los DMD cuestan alrededor de 1 millón de dólares por año de vida relativamente saludable que un paciente con EM podría esperar en una década de uso.
Un tratamiento es costo-efectivo cuando cuesta entre 50.000 y 150.000 dólares por año ganado de buena calidad de vida. El valor de los DMD es "mucho más alto", dijo Katia Noyes, de la University of Rochester en Nueva York y autora principal del estudio.
De todos modos, la experta insistió en que esto no quiere decir que los pacientes no deban tomar los fármacos.
"No diseñamos el estudio para privar a las personas con EM de alguna terapia", agregó. Tampoco para decirles a los médicos qué recetar o a las aseguradoras, qué cubrir, destacó.
Aunque aclaró que, en la era de la reforma del sistema de salud, las investigaciones deben evaluar el costo de las distintas terapias y qué factores influyen en su costo-efectividad.
"El principal beneficio de los DMD es en el largo plazo; en 10 o 20 años", dijo la autora.
Noyes destacó también que la EM "no es la única" enfermedad con terapias con alto costo para el beneficio que proporcionan. Otros ejemplos son los desfibriladores implantables, muchas terapias oncológicas y algunas para la artritis.
"La buena noticia del estudio es que los fármacos parecen ser efectivos en promedio", dijo Kathleen A. Smyth, investigadora del Centro de Resultados Neurológicos de la Case Western Reserve University, en Cleveland. "La mala noticia es que los buenos resultados tienen un costo muy alto", añadió.
Smyth, que escribió un editorial sobre el nuevo estudio, señaló que las personas con EM deben tomar decisiones terapéuticas individuales, luego de conversar con el médico, y no sólo según el precio del tratamiento.
Como Noyes, según los resultados del estudio, Smyth destacó que si bien el tratamiento con DMD es más costoso, comenzarlo tempranamente es más beneficioso para los pacientes.
FUENTE: Neurology, online, 20 de julio del 2011