La consejería para la obesidad debería enfatizar el cerebro, no la fuerza de voluntad, según un estudio.
Robert Preidt
La consejería para la obesidad debe enfocarse en los procesos neuroconductuales, o sea en las formas en que el cerebro controla la conducta alimentaria en respuesta a factores biológicos y ambientales, en lugar de las elecciones personales y la fuerza de voluntad, sugieren investigadores.
El equipo del Centro Médico de la Universidad de Rush en Chicago describe su nuevo método de consejería en la edición de agosto de la revista Journal of the American Dietetic Association.
"En general, los pacientes con sobrepeso y obesos reciben educación sobre las contribuciones dietéticas al aumento de peso, y luego sencillamente se les anima a combatir el poderoso deseo de comer las deliciosas comidas que están disponibles en casi todos sitios en el ambiente, y en vez de ello, elegir opciones dietéticas coherentes para la pérdida de peso", comentó en un comunicado de prensa de la universidad el autor líder Brad Appelhans, psicólogo clínico e investigador de la obesidad.
"Pero ese método funciona raras veces. Incluso los pacientes altamente motivados y nutricionalmente informados tienen dificultades para evitar las comidas tan sabrosas ricas en azúcar, sal y grasas malsanas", continuó Appelhans.
Decirles a los pacientes que su obesidad es provocada por elecciones personales malsanas o falta de voluntad puede estigmatizar, y es poco probable que los motive a perder peso, añadió.
El nuevo modelo de consejería para la obesidad se enfoca en tres procesos neuroconductuales que se han relacionado constantemente con la obesidad y comer en exceso, la recompensa de la comida, el control de inhibición y el descuento de tiempo.
La recompensa de la comida se refiere al placer que una persona siente al comer, y al deseo de comer alimentos dulces y grasos. El control de la inhibición se refiere a la capacidad de suprimir el deseo de comer comidas altamente calóricas. El descuento del tiempo es la tendencia humana a elegir el placer inmediato de comer en lugar de los beneficios postergados de salud de perder peso.
Entre las estrategias que los investigadores recomendaron se incluyen eliminar los alimentos ricos en grasa de la casa y la oficina, comprar alimentos en internet o con una lista de compras, practicar la gestión del estrés para limitar la ingesta emocional de comida, y evitar las situaciones desafiantes como los restaurantes y bufetes.
También aconsejaron fijar metas conductuales a corto plazo, como preparar comidas sanas varias noches por semana, en lugar de concentrarse en la pérdida de peso a largo plazo.
FUENTE: Rush University Medical Center, news release, Aug. 1, 2011