NUEVA YORK (Reuters Health) - El uso de suplementos de aceite de pescado no redujo significativamente la incidencia de fibrilación atrial luego de una cirugía de válvula o de un bypass coronario, demostró un estudio efectuado en Australia.
No obstante, el aceite de pescado disminuyó de manera importante la estadía de los pacientes en unidades de terapia intensiva (UTI), por lo que los investigadores no están listos para abandonar el análisis de este tipo de suplementos.
En un artículo publicado en American Journal of Cardiology, el equipo señala que en ensayos futuros quiere perfeccionar las dosis y restringir el uso personal de suplementación por parte de los pacientes de control.
Aunque hubo diferencias significativas en los niveles promedio de ácidos grasos omega-3 poliinsaturados (PUFA por sus siglas en inglés) entre los grupos, en la investigación actual los rangos se solaparon considerablemente.
El doctor Robert G. Metcalf, del Royal Adelaide Hospital, y colegas dividieron al azar a 200 pacientes para que reciban 4,6 gramos de PUFA por día, o placebo, comenzando tres semanas antes de la operación de corazón.
Se excluyó del estudio a las personas que tomaban suplementos de aceite de pescado regularmente o que comían pescado al menos una vez por semana.
En los seis primeros días del postoperatorio, la tasa de fibrilaciones atriales en el hospital fue del 43 por ciento. La incidencia fue del 37 por ciento en el grupo que recibía aceite de pescado y del 48 por ciento en la cohorte de control.
Pareció haber una tendencia a una aparición más tardía de la fibrilación atrial en el grupo que consumía aceite de pescado.
El aceite de pescado redujo significativamente el tiempo de internación en UTI cardíaca -aproximadamente un 30 por ciento (de 95 a 67 horas)- posiblemente debido a una menor incidencia de la fibrilación atrial en ese grupo durante las primeras 24 horas posteriores a la cirugía.
Los pacientes que recibieron PUFA también salieron de alta, en promedio, un día antes (8,6 frente a 9,9 días).
Los autores indicaron que los resultados los llevan a querer seguir investigando el tema.
FUENTE: American Journal of Cardiology, online 15 de julio del 2011