Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - Muchas mujeres que se realizan los controles para detectar la osteoporosis no necesitarían hacerlo, según sugiere un nuevo estudio.
Varias guías recomiendan que las mayores de 65 años se sometan a un examen óseo por imágenes para detectar esa enfermedad, que debilita los huesos y los hace propensos a las fracturas. Las mujeres con factores de riesgo, como el tabaquismo, deben controlarse a partir de los 50 años.
Pero el nuevo estudio reveló que el 41 por ciento de 615 mujeres que se habían realizado la pesquisa en clínicas de Connecticut, en Estados Unidos, no reunían los criterios recomendados.
La investigación no explica por qué los médicos les indicaron el examen óseo, según indicó el autor principal, doctor Peter F. Schnatz, del Hospital y Centro Médico Reading en Pennsylvania.
En algunos casos, señaló el autor, son las mujeres las que lo solicitan. En otros, los médicos no conocen las guías y opinan, por ejemplo, que es mejor controlar a todas las mujeres posmenopáusicas.
Cualquiera sea el motivo, "los resultados son desalentadores", dijo Schnatz.
Eso es porque, como la mayoría de estas pesquisas, el test para detectar la osteoporosis tiene sus efectos adversos. En general, se realiza con un tipo de rayos X que mide la densidad ósea llamado absorciometría dual de rayos X (DXA, por sus siglas en inglés). El examen es simple y no invasivo, pero costoso: entre 200 y 300 dólares.
Y lo más importante, destacó Schnatz, es que su uso puede hacer que muchas mujeres terminen recibiendo un tratamiento innecesario.
Luego del examen, se asigna un valor (T-score), que surge de comparar su masa ósea con un valor promedio de masa ósea de una mujer joven y saludable. Algunas mujeres pueden tener un valor relativamente bajo sin que sea osteoporosis. Entonces, indicó el autor, el médico se sentiría "obligado a tratarla".
El tratamiento incluye el uso de bifosfonatos (como Fosamax), hormonas o el fármaco Evista, que emula los efectos del estrógeno en los huesos.
Esas terapias pueden causar efectos adversos, como el aumento del riesgo de tener un infarto cerebral o desarrollar cáncer mamario y enfermedad cardíaca en las usuarias de estrógeno, y coágulos sanguíneos en las usuarias de Evista, según revelaron estudios publicados.
Los bifosfonatos están asociados rara vez con fracturas del hueso del muslo y osteonecrosis de la mandíbula.
Los resultados, publicados en la revista Menopause, surgen de 615 mujeres a las que se les había realizado la pesquisa con DXA en Hartford, Connecticut. El equipo determinó cuántas reunían los criterios recomendados para realizar la pesquisa en las guías del 2006 de la Sociedad Norteamericana de Menopausia (NAMS).
Esas guías indican la pesquisa con DXA a todas las mayores de 65 años y a partir de 50 si tienen ciertos factores de riesgo de la osteoporosis (si fuman, si tuvieron una fractura por "fragilidad ósea" desde que entraron a la menopausia, si pesan menos de 58 kilos, y si alguno de sus padres tuvo fractura de cadera).
En el 2010, NAMS agregó el consumo de alcohol y la artritis reumatoidea a la lista de factores de riesgo.
Las recomendaciones coinciden con las de otras instituciones, como el Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología y el panel federal de expertos U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF), que para las mujeres de entre 50 y 64 años aconseja tener en cuenta los factores de riesgo y estimar el riesgo de fracturas en los próximos 10 años.
Para Schnatz, lo importante es que las mujeres conozcan la existencia de estas guías y que si un médico les indica un examen por DXA, no tengan temor de preguntar.
Para prevenir la pérdida de masa ósea con la edad, se recomienda tener una alimentación equilibrada con niveles suficientes de calcio y vitamina D, y hacer ejercicio.
FUENTE: Menopause, online 8 de julio del 2011