Por James B. Kelleher
CHICAGO (Reuters) - Las consultas en salas de emergencia relacionadas con el consumo de bebidas energéticas aumentó mucho en los últimos años, según un informe del Gobierno estadounidense, ya que cada vez más personas combinan los populares refrescos con alcohol y drogas.
La Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias de Estados Unidos dijo que las hospitalizaciones en el país relacionadas con el consumo de bebidas energéticas treparon 10 veces, desde 1.128 en el 2005 a 13.114 en el 2009, último año del que se tienen datos disponibles.
La agencia, parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, dijo que el 44 por ciento de las consultas incluían a personas que habían combinado las bebidas estimulantes con alcohol, fármacos o drogas ilícitas.
La amplia mayoría de las visitas fueron de varones de entre 18 y 39 años, indicó la agencia.
Los investigadores no dijeron qué síntomas llevaban a las personas a consultar a las salas de emergencia o qué condiciones médicas subyacentes podrían tener esas personas.
No obstante, indicaron que otros estudios señalaron que el consumo excesivo de bebidas energéticas solas puede causar reacciones adversas como arritmias, hipertensión y desihidratación.
"Combinar bebidas energéticas con abuso de sustancias aumenta el riesgo de lesiones graves, e incluso potencialmente letales, además de la posibilidad de participar de conductas riesgosas como conducir bajo su influencia", manifestaron los autores.
El reporte fue criticado inmediatamente por un grupo comercial que representa a los fabricantes de bebidas energéticas, que suelen contener estimulantes, como cafeína y guaraná, y otros aditivos que pueden potenciar sus efectos.
El hecho de que casi la mitad de las hospitalizaciones incluyera a personas que además habían consumido alcohol o tomado sustancias ilegales o fármacos convierte "su consumo de bebidas energéticas en algo potencialmente irrelevante", dijo la Asociación Estadounidense de Refrescos.