Uno de cada tres chaqueños que hoy tienen entre 55 y 61 años serían portadores del Mal de Chagas, salvo que ya hayan fallecido. Así lo refleja un informe elaborado por pedido del Centro Nelson Mandela por el médico e investigador Jorge Yanovsky. Señala el texto que hace 35 a 40 años, entre 1.971 y 1.976, la provincia tenía un índice del 37 por ciento de infestación de su población con el Trypanosoma cruzi, parásito que causa la enfermedad.
Según los cálculos, 150.000 ciudadanos que viven hoy en el Chaco tienen entre 50 y 70 años, con lo cual “cabe suponer que un tercio de ellos, o sea 50.000, sean potenciales infectados con el T. cruzi”. “Son quienes están a cargo de los destinos de las familias, las escuelas, los hospitales, los talleres, las fábricas, los comercios, los municipios, etcétera; los que en concreto encabezan la comunidad”, indica el informe que lleva como título: “El Chagas en el Chaco. Estimación para los habitantes que tienen entre 55 y 61 años de edad”.
Su autor, el profesor doctor Yanovsky, es miembro de la Asociación Carlos Chagas para la Vigilancia Médica Activa del Mal de Chagas y uno de los creadores del Programa de Control de Chagas del Instituto de Seguridad Social, Seguros y Préstamos (Insssep). Se trata de un documento cuyo contenido fue catalogado como “información reservada para efectores de salud, autoridades médicas y sanitarias, autoridades municipales y gobierno provincial”.
“Nadie está exento”
“Decir uno de cada tres significa que uno mismo o un familiar directo, un cónyuge o un hermano estará infectado. Nadie está exento de su vínculo con el problema. Esto vale para gobernantes y gobernados. No hay que asombrarse, la esposa de un exgobernador fue encontrada infectada con el T. cruzi”, indica el experto, que agrega al informe una tabla extraída de un documento de la Facultad de Medicina de Buenos Aires de 1979 y refleja la evolución de la infección chagásica en un área endémica.
“En el Chaco se suele creer, como en el resto del país, que el Chagas es un problema de los pobres. Grave error, es un problema de todo el pueblo. Muchos que provienen de hogares carenciados y con la movilidad social que ha existido en la provincia, hoy ocupan lugares relevantes en la comunidad. El haber progresado no les quita la infección, que muy probablemente padecen desde que eran niños o por haberla contraído desde su mamá infectada”, remarca Yanovsky.
Censo provincial
Enseguida subraya que “no es posible que se continúe con la distracción”. Revela en ese orden que el problema está más acentuado en mayores de 61 años y desciende en menores de 55 años.
“Es imprescindible que se comience a organizar ya el censo provincial de infectados. El Chaco puede y debe hacerlo. Es necesario que cada uno sepa si está afectado y solicite su atención esmerada. Habrá acompañamiento médico para evitar que se altere la calidad de vida, especialmente entre los mayores, y que se logre extender su existencia. Crecerá la decisión colectiva de impedir que las vinchucas aniden dentro de los hogares. Se logrará de esta manera la contención del mal”, afirma. “Los chaqueños pueden convertir esta adversidad en una ventaja organizacional para combatir todo tipo de agresiones a su bienestar”, acota finalmente.
Tres décadas atrás
Los resultados sobre la infección fueron obtenidos de los estudios obligatorios para Chagas realizados en todos los varones chaqueños de 20 y 18 años al revisarlos para hacer el Servicio Militar en 1971 y 1976. Y según el informe, “es de admitir que entre las mujeres de esa edad el panorama era el mismo”.
En ese contexto señala que en la provincia existen hoy 150.000 ciudadanos que tienen entre 50 y 70 años, con lo cual “cabe suponer que un tercio de ellos, o sea 50.000, sean potenciales infectados con el T. cruzi”. “Resulta insoslayable pensar en Chagas como patología subyacente a confirmar o descartar en toda consulta médica de individuos con 50 años o más”, concluye.