El ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, anunció hoy la producción nacional del medicamento "benznidazol", que se utiliza para el tratamiento de la enfermedad de Chagas, cuya producción a nivel mundial había sido discontinuada por un laboratorio multinacional y ahora retomará un consorcio público-privado nacional.
"El benznidazol lo producía una multinacional que lo había discontinuado porque no era negocio producir medicamentos para los pobres", dijo Manzur en la Academia Nacional de Medicina, en el marco de la jornada "Atención de la salud y acceso al tratamiento en enfermedad de Chagas", organizado por la cartera sanitaria nacional y la fundación Mundo Sano.
En Argentina se calcula que un millón y medio de habitantes están infectados y los afectados por cardiopatías de origen chagásico son más de 300.000, según datos del Ministerio.
Ahora, el benznidazol será elaborado en el país, a partir de un emprendimiento público-privado, integrado por un consorcio que reúne al Ministerio de Salud, los laboratorios ELEA y Maprimed (propiedad del Grupo Chemo y Roemmers) y a Mundo Sano.
El medicamento estará disponible para quienes lo necesiten a través de la provisión pública de medicamentos, que lleva adelante la cartera sanitaria nacional.
Hoy es un día histórico en materia de salud pública en la Argentina, porque después de 60 años de enormes esfuerzos en la lucha contra el Chagas, tengo el orgullo de decir que el país comenzó a producir el tratamiento para esa enfermedad, dijo Manzur.
Durante el encuentro, Manzur estuvo acompañado por Silvia Gold, presidenta de Mundo Sano y por el representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Argentina, Pier Paolo Balladelli.
Cuando asumimos la gestión analizamos de qué manera era posible colocar a una enfermedad de las llamadas desatendidas en la agenda sanitaria, e inmediatamente conseguimos un decreto de la Presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) por el que se creó la Dirección de Enfermedades de Transmisión Vectorial y la consecuente asignación de recursos, recordó el ministro.
De acuerdo con el ministro, en los últimos dos años "se invirtieron más de 140 millones de pesos en las acciones de prevención y control de la enfermedad.
Manzur destacó en esa línea que el año último la Presidenta creó el Instituto Nacional de Medicina Tropical (INmet), con base en la ciudad misionera de Puerto Iguazú, en otro hito sanitario en la lucha contra las enfermedades de la pobreza.
"Esto tuvo un enorme impacto, pero sabemos que el Estado sólo no puede y que si bien ejerce su rol rector, normativo, necesita de otros actores para desarrollar sus políticas, y por eso nos rodeamos de instituciones de enorme prestigio como son la OPS a nivel internacional, y la Fundación Mundo Sano, que tiene un largo recorrido de trabajo en las zonas más pobres y vulnerables.
Por su parte, Baladelli destacó que hay una gran necesidad de contar con los medicamentos y es evidente el esfuerzo que está haciendo Argentina en la producción del tratamiento, un hecho que sin dudas va a trascender el límite de los países.
La iniciativa "permite la solidaridad de Argentina con otros países y tratándose de un remedio que no tiene interés comercial, es doblemente meritorio, opinó "Hoy es una jornada de trabajo pero en un marco especial, porque con el acceso al medicamento y la disponibilidad del benznidazol en la Argentina, se está poniendo al paciente en primer lugar", dijo Silvia Gold.
La experta enfatizó que "hace un año el Ministerio de Salud de la Nación puso al Chagas como prioridad en la agenda sanitaria, en una tarea en la que el Estado se convirtió en actor principal en las decisiones de salud pública".
Su producción internacional se había interrumpido en 2003
La Argentina es desde hoy el único país que produce el remedio para el Chagas
Por Nora Bär | LA NACION
Pocos ejemplos más claros que el mal de Chagas para comprender cabalmente de qué se habla cuando se habla de "enfermedades olvidadas": en 2003 el laboratorio internacional que lo producía fabricó la última partida del único fármaco desarrollado en muchas décadas para eliminar el parásito que lo causa, el Trypanosoma cruzi .
A fines del año pasado, y en medio de una situación crítica para los pacientes y de la desesperación de la gente que trabaja en el tema, la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras lanzó un llamado de alerta por el agotamiento del stock del benznidazol.
Ahora, después de un intento fallido en Brasil y gracias a un acuerdo entre dos laboratorios farmacéuticos locales (Maprimed y Elea), la Fundación Mundo Sano y el Ministerio de Salud de la Nación, la Argentina se convertirá en el único productor mundial del fármaco.
"Se empezó desde cero, porque si bien la información está en la patente no está el detalle industrial, y en esto no estamos hablando de hacer dos gramos o dos kilos, sino de preparar 200 kilos hasta fin de año -cuenta Hernán Orgueira, doctor en química formado en la UBA y posdoctorado en los Estados Unidos, que hoy es gerente de investigación y desarrollo de Maprimed, un laboratorio modelo aprobado por la FDA que desarrolla materias primas medicinales-. [Contrariamente a lo que podría pensarse] es un medicamento bastante difícil de producir: la síntesis química del API ( active pharmaceutical ingredient o principio activo) es complicada y bastante riesgosa. Hay que capacitar especialmente a todo un equipo operativo. Pero ya tenemos el primer lote."
Se calcula que en el mundo hay unos 12 millones de personas afectadas por la enfermedad de Chagas, y que más de un millón y medio residen en el país. Esta endemia americana se distribuye de México a la Argentina, e incluso tiene reservorios en el sur de los Estados Unidos y casos identificados en Canadá.
Transmitida por la vinchuca, esta parasitosis tiene una etapa aguda que puede presentar fiebre, aumento del hígado y hasta miocarditis o meningoencefalitis. En la etapa crónica suele presentar cardiomiopatía difusa grave. Causa grandes pérdidas económicas por incapacidad laboral y muerte repentina en personas aparentemente sanas. "Sin tratamiento, un tercio de los pacientes desarrollan problemas cardíacos", dice Sonia Tarragona, directora de Mundo Sano.
Ante la urgencia del caso, el Ministerio, la Fundación y ambas compañías farmacéuticas, con la participación de la Anmat, el INTI y el Instituto Fatala Chaben, iniciaron a fines del año pasado una carrera contra reloj. El resultado es este primer lote de calidad y la posibilidad de iniciar la producción. Se hará en la planta de Mataderos de Maprimed, que tiene 90.000 litros de capacidad y una producción de 190 toneladas de medicina anuales, de los cuales exporta el 75% a Estados regulados.
El tratamiento con benznidazol se realiza por única vez tomando dos píldoras diarias durante 60 días.
"Cuanto antes se traten los pacientes más garantías habrá de curación -subraya Tarragona-, porque una vez que existe daño cardíaco ya no se puede revertir. De modo que es imperioso atacar tempranamente. Se puede hacer hasta en niños menores de dos años, ya que el fármaco no tiene efectos adversos y se curan rápido."
Como novedad, el benznidazol local se ofrecerá en dos presentaciones: "Hay una de 100 mg y otra de 50 mg, ambas solubles, con lo que se evita el desperdicio, ya que las dosis se calculan por kilos de peso", explica Luis Ferrero, gerente de la línea de Enfermedades Desatendidas de ELEA.
Según Tarragona, ya se están recibiendo pedidos para abastecer las necesidades de hospitales de Barcelona, Madrid y los Centros de Control Epidemiológico de los Estados Unidos, y están en contacto para proveerlo a organizaciones internacionales, como la OPS y la OMS.