Caso testigo

Por primera vez aceptan a donantes vivos para transplantes de pulmón

La historia de las gemelas cordobesas Maribel y Marisol Oviedo puso el tema en discusión.

Fuente: Clarin.com

Por Valeria Román

Por primera vez en la historia de la medicina argentina, se autorizó el trasplante de pulmón a partir de donantes vivos. Fue una medida que tomó el Incucai, a partir de un pedido de los médicos que atendieron a las gemelas Maribel y Marisol Oviedo, de 19 años, en Córdoba. Ellas padecen fibrosis quística (una enfermedad genética), que hizo que necesitaran un trasplante. El caso tomó estado público el año pasado, cuando se supo que las nenas debían viajar a Brasil para realizarse la operación que en el país no estaba permitida.

En agosto de 2010, los padres de las gemelas empezaron a pedir la autorización para los donantes vivos, porque los pulmones a partir de un donante cadavérico no aparecían. El 18 de enero pasado, una de las chicas, Maribel, recibió los lóbulos pulmonares de sus padres en un hospital de San Pablo, Brasil, donde los donantes vivos sí estaban admitidos.

En la Argentina, sólo se permitían los donantes vivos en casos de trasplantes de hígado y riñón (si se consideran sólo los de órganos). Ahora, el Incucai cambió la normativa: autorizó los trasplantes con donante vivo, según se informó el miércoles pasado en el Boletín Oficial. “Se permitirán como último recurso. En casos de urgencia, y después que se hayan agotado las posibilidades de encontrar un donante cadavérico”, explicó a Clarín Alejandro Bertolotti, subjefe de trasplante cardíaco y pulmonar de la Fundación Favaloro.

“Se debe tener en cuenta que se necesitan dos donantes (cada uno dona un lóbulo pulmonar) para un receptor. Y cada donante queda con una disminución del 20% en su capacidad respiratoria. Por lo cual, se trata de un trasplante complejo”, agregó.

Edgardo Segal, especialista médico del Hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata y coordinador del programa de fibrosis quística del Ministerio de Salud Bonaerense, opinó que “es importante que se haya adoptado la decisión de incorporar al donante vivo. Pero hay que tener en cuenta que este tipo de transplante no será masivo. Por un lado, aunque sea bajo, existe un riesgo para la salud del donante, una persona sana que debe someterse a una intervención invasiva. Por el otro, como esta enfermedad afecta a distintos órganos y sistemas del organismo, el transplante de pulmón no siempre es la solución final porque otros aspectos de la enfermedad no se logran curar mediante este tipo de intervención”.