La Plata, 17 de mayo (Télam).- Unas 120 personas con ceguera, recuperaron la vista gracias al transplante de córnea en el primer cuatrimestre del año, informaron fuentes oficiales.
El Ministerio de Salud bonaerense anunció que durante los primeros cuatro meses de este año aumentó en un 50 por ciento la cantidad de trasplantes de córneas, al pasar de 80 efectuados en ese mismo período de 2010 a 120.
“Esto significa que entre enero y abril un ciego por día recuperó la vista por la solidaridad de los donantes y por la fuerte actividad que estamos realizando desde el Cucaiba para concientizar a la población y procurar órganos y tejidos en tiempo y forma”, explicó el ministro bonaerense Alejandro Collia.
En ese sentido, Alberto Maceira, presidente del Cucaiba, destacó que “en este momento tenemos 1.600 pacientes en lista de espera para trasplantes de córneas, de los cuales 110 están completamente ciegos mientras que el resto sufre lesiones corneales pero aún tiene algún grado de capacidad visual”.
Agregó que "a este ritmo es probable que la Provincia llegue a fin de año sin ciegos por problemas corneales”.
Si bien la ceguera puede tener múltiples causas, en buena parte de los casos se produce por enfermedades de la córnea, y es en estos pacientes cuando el trasplante cumple un rol central para la recuperación de la visión.
“El queratocono es la enfermedad congénita de la córnea que más frecuentemente provoca ceguera y necesidad de trasplante corneal, aunque también pueden ser motivo de daño en la córnea ciertas infecciones que derivan en perforaciones o abscesos de la córnea”, agregó Alberto Maceira.
El queratocono es una afección que ocasiona que la córnea pierda, progresivamente, su característica convexa y se deforme, lo que provoca un defecto muy importante de la visión.
El ministro Collia agregó que este incremento se debe, en buena medida, a la implementación de la estrategia llamada “Hospital Donante”, que busca concientizar a todo el equipo hospitalario sobre el lugar clave que ocupa en el proceso de donación.
“Hemos hecho un trabajo intenso de capacitación en nuestros hospitales para que los profesionales de la salud tomen conciencia de que el momento de la muerte no significa el final de su tarea, sino que ése es el inicio de un nuevo proceso que puede servir para mejorar la situación de otra persona e incluso para salvarle la vida”, concluyó Collia. (Télam).-