Por Valeria Román
La verdad también puede esconderse en el consultorio. Ocurre con personas que van a hacerse un chequeo, les toman la presión arterial, y los valores resultan normales. Pero fuera del consultorio, sus valores son anormales, y están en mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. El cuadro se llama hipertensión oculta y lo padece el 15 por ciento de los adultos con problemas de presión.
Ese porcentaje de pacientes forma parte de una de las preocupaciones sobre las que está debatiendo desde ayer en el 19° congreso anual de la Sociedad Argentina de Hipertensión, que se desarrollará hasta el sábado en Buenos Aires. “Diversos estudios científicos que serán comentados durante el congreso nos alertan que la hipertensión oculta existe. Y no es un problema para desestimar ya que afecta hasta el 15% de los hipertensos”, señaló el cardiólogo Marcos Marín, presidente del comité organizador del congreso. ¿Por qué tanta preocupación? “Porque ahora sabemos que el paciente con hipertensión oculta tiene el doble de riesgo de enfermedad cardiovascular con respecto a las personas que sí tienen la presión arterial normal”, respondió Marín. Es decir, las personas con hipertensión oculta están en mayor riesgo de tener un infarto o un ataque cerebrovascular.
“La hipertensión oculta es un cuadro en que la persona tiene sus valores anormales fuera del consultorio. Cuando hacen la visita al médico se relajan, y entonces sus valores parecen normales”, agregó Gabriel Waldman, presidente honorario del congreso y jefe de sección hipertensión arterial del Hospital Italiano de Buenos Aires. Esos pacientes por lo general son personas con trabajos muy estresantes, fumadores, pueden tener diabetes tipo 2, o tomar mucho alcohol.
Para desenmascarar a la hipertensión oculta se usa un monitoreo de la presión durante 24 horas. El paciente utiliza un dispositivo que le permite tomarse la presión fuera del consultorio.
“También se recomienda tomarse la presión en momentos de trabajo o de estudio, cuando se está más tensionado”, resaltó Waldman. A nivel comunitario, el especialista dijo que “habría que hacer un registro de la presión arterial en los colegios secundarios, fábricas y oficinas. Esto permitiría hacer detección temprana de la hipertensión para que se acceda a tiempo al tratamiento. Si se detecta la hipertensión, se la puede tratar con diversos fármacos y hacer que la presión se encuentre en valores adecuados, apuntó José Boggia, de la Universidad de La República de Uruguay y disertante. “Las personas no deberían pensar que sólo con tratarse están resguardadas. Deben prestar atención al control efectivo de la presión”.