Por Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un programa integral para la presión alta de un sistema de salud de California casi duplicó la cantidad de pacientes con la presión controlada.
Luego de que se lanzara el programa en el 2001, la proporción de hipertensos con valores de presión que en el último control coincidían con las guías creció del 44 al 80 por ciento en el 2009.
"Hay muchas partes de este programa aplicables a otros sitios de atención primaria", dijo el autor principal, doctor Marc Jaffe, endocrinólogo del Centro Médico de Kaiser Permanente, sur de San Francisco.
Los Institutos Nacionales de Salud estiman que uno de cada tres adultos de Estados Unidos es hipertenso. El objetivo del tratamiento es mantener la presión por debajo de 140/90 mmHg.
El programa en California elaboró un registro de todos los hipertensos de su sistema de salud.
Los médicos recibieron con regularidad información actualizada de las guías basadas en la evidencia sobre qué fármacos utilizar, incluido cuando el tratamiento inicial no daba resultado. En el 2005, esa lista sumó una combinación de fármacos en una píldora.
A partir del 2007, a todos los pacientes se les ofreció consultas de seguimiento sin copago con un asistente médico luego de ajustarles el tratamiento farmacológico. La cantidad de personas con hipertensión diagnosticada aumentó de 350.000 a 653.000 durante el período de estudio.
El equipo observó que mientras que el control de la presión aumentaba significativamente en el sistema de salud durante el estudio, las tasas nacionales de control mejoraba lentamente: del 55 por ciento en el 2001 al 64 por ciento en el 2009, según publica Journal of the American Medical Association.
"Desde el final del estudio, las tasas de control de la hipertensión siguieron mejorando", dijo Jaffe. "Y en el 2011, nuestras tasas de control eran del 87 por ciento".
El doctor Brent Egan, del Sistema de Salud de Greenville, Carolina del Sur, indicó que una de las claves del programa es que controla a los pacientes inmediatamente y sin costo después de modificarles el tratamiento para determinar si el ajuste es útil.
Jaffe comentó que es difícil estimar el costo de implementación del programa y que el estudio no incluía la realización de un análisis de costo-beneficio, pero que el impacto del control de la presión fue generalizado.
"En el mismo período, en nuestra organización, los infartos disminuyeron un 24 por ciento (...) y los ACV fatales cayeron un 42 por ciento. Pienso que todo está relacionado", precisó.
Egan le recomienda a sus pacientes autocontrolarse la presión y llevarle los resultados. Explicó que eso los alienta a tomar los medicamentos y puede activar una señalar de alarma si hay que modificar el tratamiento.
FUENTE: Journal of the American Medical Association
JAMA. 2013;310(7):699-705. doi:10.1001/jama.2013.108769.