NUEVA YORK (Reuters Health) - En pacientes con fibrilación atrial (FA), las tasas de eventos adversos luego de una colocación de stent en las arterias coronarias son similares con el uso de los dispositivos metálicos o los recubiertos de medicación, demuestra un nuevo estudio.
"El uso sistemático de stent emisor de medicación no parece ser justificado en la mayoría de los pacientes con FA, dado que no está asociado con ninguna ventaja clara comparado con los stent metálicos", señalaron investigadores en un artículo publicado en American Journal of Cardiology.
El doctor Laurent Fauchier y colegas de la Universite Francois Rabelais en Tours, Francia, consideran que si bien las guías consensuadas están contra los stent recubiertos con medicación en los pacientes con FA a menos que esté indicado por razones anatómicas o clínicas, la evidencia no es concluyente.
Su nuevo estudio incluyó a 833 pacientes del "mundo real" con fibrilación atrial que se sometieron a la colocación de stent: 678 recibieron un dispositivo emisor de medicación y 155, un stent metálico.
Con la mitad de los pacientes seguidos por al menos 688 días, el riesgo relativo de eventos cardíacos adversos importantes (muerte, infarto de miocardio, revascularización de la lesión) con stent recubierto frente al metálico fue de 1,24, halló el equipo.
El riesgo de eventos hemorrágicos también fue prácticamente el mismo en ambos grupos (0,98).
Los resultados siguieron siendo semejantes tras ajustar factores como la edad y otros que pudieran confundir, informaron los autores.
El doctor Fauchier y sus colegas reconocieron que el estudio representa la experiencia de sólo una institución y que no era una investigación randomizada.
"Una explicación para la aparente ausencia de beneficio de los stent recubiertos con medicación en este registro podría ser que los operadores tuvieron éxito en equilibrar los riesgos y beneficios de ambos dispositivos en pacientes con FA a través de una selección adecuada del stent y el tratamiento antitrombótico entre diferentes grupos de pacientes", finalizó el equipo.
FUENTE: American Journal of Cardiology, online 29 de marzo del 2012