Por Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio realizado en Nueva York sobre 40.000 pacientes con stent para reparar obstrucciones arteriales reveló que uno de cada seis es hospitalizado durante el mes posterior al procedimiento por problemas cardíacos y dolor torácico.
Eso supera la cantidad de reinternaciones de uno de cada 10 pacientes con stent registrado en un solo hospital de Minnesota y publicado hace un mes.
Independientemente de cuál sea la cifra exacta, estos datos son preocupantes.
"En general, todos los estudios demuestran que la tasa de reinternación (después de la colocación de un stent) es mucho más alta que la esperada. Y esto señala un problema nacional: las reinternaciones", dijo el doctor Adrián Hernández, cardiólogo de la Facultad de Medicina de la Duke University, en Durham, Carolina del Norte, y que no participó del estudio.
La investigación sugiere que la mayoría de los factores que aumentan el riesgo de reinternación (tener más edad o más enfermedades coexistentes) no cambiarían con una mejor atención.
Aun así, los autores opinan que los cardiólogos de estos pacientes deberían estar atentos a los riesgos extra y tomar precauciones para asegurarse de que el alta médica sea la mejor decisión.
Los datos del estudio surgen de unos 40.000 implantes de stent realizados a pacientes de Nueva York en el 2007.
En los 30 días posteriores al alta hospitalaria, el 16 por ciento de los pacientes fue reinternado. La mayoría fueron consultas espontáneas; en un quinto de los casos, los médicos habían planificado un segundo procedimiento en ese mes.
La causa más frecuente de la nueva internación fue enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca o dolor torácico. En una de cada tres reinternaciones se repitió el procedimiento.
El equipo de Edward Hannan, de la University at Albany y la State University of New York, observó que factores como tener más edad, ser mujer, padecer otras enfermedades (como diabetes o insuficiencia renal) y que la intervención original se haya prolongado o complicado, estuvieron asociados con un aumento de la posibilidad de necesitar una segunda hospitalización.
"La mayoría de esos factores no son modificables", aclaró Hernández a Reuters Health.
Pero el cardiólogo Joseph Cacchione, de la Clínica Cleveland y autor de un comentario sobre el estudio publicado en JACC: Cardiovascular Interventions, opinó que conocer esos factores de riesgo permite predecir, y prevenir, las reinternaciones.
En el caso de los pacientes de riesgo, por ejemplo, "se puede prolongar un poco la primera internación (o), según cada caso, coordinar un tratamiento más agresivo o la atención en el hogar".
Es que dejar a un paciente un día en el hospital es más económico que reinternarlo, lo que demanda procedimientos más intensivos y costosos, según explicó Cacchione.
Según los autores, a los pacientes les va mejor, y tienen menos riesgo de necesitar volver al hospital, cuando regresan al hogar con todos los medicamentos y una explicación sobre cómo cuidarse y a qué señales de alarma prestarles atención.
Hernández dijo también que hablar por teléfono con el médico unos días después de la colocación del stent y realizar una consulta de control a la semana evita complicaciones graves.
Pero el objetivo no es erradicar esos regresos al hospital, ya que algunos pacientes pueden tener emergencias no asociadas con el stent o complicaciones que no se pueden prevenir y deben tratarse en el hospital.
"No todas las reinternaciones son malas. A veces, los tratamientos y las respuestas orgánicas no son perfectos. (Pero) la mayoría de los pacientes que mandamos de regreso a casa no deberían volver", aclaró Cacchione.
FUENTE: JACC: Cardiovascular Interventions, diciembre del 2011